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"Si bebes, no arrancas": o como impulsar el alcoholímetro antiarranque para frenar las muertes al volante


Sylvia Longás

Dräger lanza una campaña que reclama el uso obligatorio y efectivo del alcoholímetro antiarranque en vehículos de transporte. A pesar de que la ley ya exige su instalación, la falta de controles y sanciones deja la norma en papel mojado, mientras el alcohol sigue siendo un factor clave en miles de siniestros viales en España.

La empresa de tecnología médica y de seguridad, Dräger, ha presentado la campaña "Si bebes, no arrancas", una iniciativa que busca reducir los accidentes de tráfico provocados por el consumo de alcohol mediante la implantación generalizada del alcoholímetro antiarranque en vehículos profesionales.

El lanzamiento se produce en pleno inicio de la operación salida de verano, cuando millones de vehículos toman las carreteras. La campaña llega con datos preocupantes: entre 2018 y 2022, los siniestros con presencia de alcohol aumentaron un 20,3 %, con 6.481 víctimas solo en 2022.

No se aplica de forma real en España

La tecnología del alcoholímetro antiarranque —que impide arrancar el vehículo si el conductor da positivo en alcohol— ya es obligatoria en España para autobuses y vehículos de transporte desde 2022. Sin embargo, la falta de desarrollo reglamentario y la ausencia de vigilancia y sanciones impiden que se aplique de forma real. Apenas algunas empresas privadas han adoptado el sistema, mientras otros países europeos, como Francia, Suecia o Finlandia, ya lo usan de forma generalizada.

Según estimaciones basadas en los datos de siniestralidad de 2023, su implantación en flotas profesionales permitiría evitar hasta 960 accidentes al año, salvar más de 80 vidas y reducir más de 1.300 heridos, además de generar un ahorro superior a los 220 millones de euros anuales.

Dräger defiende que esta medida no es futurista ni costosa, sino viable y eficaz. "Solo pedimos que se cumpla la ley y se acelere su aplicación. Cada accidente por alcohol es evitable. No actuar es una irresponsabilidad", ha señalado Daniel Fisac, director de la unidad de seguridad de Dräger para Iberia.

La DGT apuesta también por estos alcoholímetros

La Dirección General de Tráfico también ha respaldado este enfoque. En abril, presentó un informe del Instituto Universitario INTRAS que recomienda una batería de medidas para reducir la siniestralidad relacionada con el alcohol, incluyendo expresamente el uso de alcoholímetros antiarranque.

En paralelo, el Congreso tramita una reforma de la Ley de Tráfico que incluye propuestas como reducir la tasa máxima de alcoholemia a 0,2 g/l en sangre, pero aún sin avances concretos en el desarrollo reglamentario para hacer efectiva la obligación del alcoholímetro.

Su uso está pensado para facilitar su adopción en empresas de transporte, rutas escolares o viajes turísticos.

La campaña cuenta ya con el respaldo de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (AESLEME). Su directora, Mar Cogollos, ha subrayado la urgencia de tomar medidas efectivas: "Aún un 32 % de los conductores admite conducir tras beber, y un 50 % ha viajado con un conductor ebrio. Sabemos los riesgos, pero no actuamos hasta que es demasiado tarde. Las víctimas no deberían depender del azar", ha afirmado.