Motor

El producto de limpieza que tienes en tu cocina y que te permitirá reparar un arañazo en tu coche


Pedro Berrio

Reparar un pequeño raspón o un arañazo superficial en nuestro coche es más fácil de lo que piensas con este producto que seguro que tienes en tu cocina.

Un despiste al aparcar, alguien que pasa junto a nuestro coche con un carrito de la compra o una bicicleta, esa rama que sobresale más de lo que esperabas. Cualquiera de estas situaciones puede dejarnos una pequeña marca en la carrocería de nuestro coche. Dar parte al seguro para un arreglo tan pequeño a veces no es buena idea para no manchar nuestro historial. Ese pequeño desperfecto superficial, apenas perceptible que no ha llegado a afectar de manera profunda la pintura pero que afea el impoluto aspecto de tu coche puede repararse pero exige a veces un poco de trabajo. La principal pega es que normalmente no tenemos el producto necesario para repararlo y volver a dejar nuestro coche perfecto y reluciente.

¿Tienes un arañazo? Busca en tu cocina

Si tiene vitrocerámica ya tienes la solución para reparar ese arañazo en tu coche. Los limpiadores específicos para este electrodoméstico nos permiten reparar esos pequeños desperfectos de la carrocería de una manera fácil y sencilla, sin tener que recurrir a un producto especial. Esta solución solo es válida para un arañazo superficial que no haya "arrancado" la pintura.

El limpiador de vitrocerámica y un poco de cuidado puede borrar arañazos leves de tu coche.

Cuanto mejor sea la calidad del limpiador mejor será el resultado. Nosotros hemos utilizado en varias ocasiones el de la marca más conocida y el acabado ha sido impecable y, volvemos a repetir, en arañazos superficiales que no hayan producido un daño profundo.

¿Cómo utilizar el limpiador de vitrocerámica?

Lo primero que debes hacer es limpiar la zona con agua para eliminar restos de suciedad, yeso o pintura de pared si ha sido un rasponazo en el aparcamiento. Cuando ya esté seco aplicar una pequeña cantidad del limpiador de vitrocerámica en un paño suave de microfibras y realizar movimientos circulares sobre la zona dañada. A continuación, si quedan restos del limpiador, retirarlos para comprobar la reparación.

Puede que sea necesario repetir la operación otra u otras dos veces hasta conseguir el acabado que nos satisfaga. Si ves que en la primera aplicación el aspecto no ha mejorado nada, seguro que se debe a que el daño es más profundo de lo que el limpiador puede reparar, así que mejor no insistir, aunque el producto para vitrocerámica no va dañar la pintura del coche porque no es un abrasivo y está formulado para limpiar de manera suave la superficie sin rayar.