Motor

Probamos el nuevo Mercedes Clase G, un modelo tan exclusivo como auténtico, que ahora se electrifica


Sylvia Longás

Mercedes-Benz pone al día su todo terreno por excelencia, el Clase G, que ahora llega con motores con tecnología híbrida ligera y con versión eléctrica. Mayor equipamiento y asistentes a la conducción mejoran también a este icono del automóvil que vuelve a demostrar sus capacidades ruteras y off road.

El Mercedes Clase G lleva 45 años en el mercado. Ha sido y es un modelo muy exclusivo (entre enero y octubre este año se han matriculado 215 unidades en España), que desde sus orígenes en 1979 se ha labrado una reputación de oro entre los entusiastas de los todo terreno. Ahora, la marca pone en el mercado un modelo totalmente actualizado, no tanto en sus formas, pero sí en sus entrañas, ya que se electrifica al 100 por cien, con variantes que lucen las etiquetas ECO y CERO de la DGT. Toda una revolución en un modelo que no pasa inadvertido con su forma cúbicas y angulosas, sus personales faros redondos y sus esquinas achaflanadas.

Es un modelo muy personalizable (la marca anuncia más de 250.000 combinaciones diferentes en fábrica para el Mercedes Clase G) y para todos los gustos. Se puede solicitar el cinturón de seguridad en amarillo (597,30 euros), los asideros en cuero (821,29 euros), el techo pintado en negro (1.791,90 euros) o darle un toque de sonoridad deportivo al motor eléctrico (598,95 euros), por mencionar solo algunas opciones menos convencionales.

El nuevo G mide lo mismo que el anterior, 4,87 metros de largo (4,62 metros la versión eléctrica). Es un modelo, según nos comentan desde la marca, con el que sus clientes no suelen practicar una conducción todo terreno. Sin embargo, nació para ello y las cualidades del G siguen siendo perfectas para disfrutar de la naturaleza. Está dotado de chasis de largueros y travesaños, bloqueos para los tres diferenciales, reductora, eje rígido detrás... Los amortiguadores ahora son ajustables electrónicamente en todas las versiones (antes era un elemento opcional en algunas), lo que proporciona más control fuera de la carretera. Su altura libre al suelo es de 24,4 centímetros (25 cm en la versión eléctrica) y puede vadear agua de hasta 70 cm de profundidad (85 en el modelo eléctrico).

Ligeros cambios estéticos

El diseño exterior recibe cambios, para que parezca que todo sigue igual. La parrilla del radiador cuenta ahora con cuatro lamas horizontales en lugar de las tres anteriores y se han rediseñado los paragolpes delantero y trasero. La cámara de marcha atrás tiene una nueva posición en el centro del parachoques, encima del soporte de la matrícula. En el lateral de esta cámara se ha instalado una salida de líquido limpiaparabrisas por si se ensucia (se despliega cuando el conductor activa el sistema lavaparabrisas trasero). Visto desde atrás, sigue conservando su característica caja para la rueda de repuesto en el portón, aunque en el modelo eléctrico G 580 se ofrece en su lugar un cofre para guardar los cables de carga, cadenas para la nieve u otros accesorios (de todas formas, se puede pedir de manera opcional con la tradicional rueda).

Los nuevos modelos vienen de serie con llantas de aleación de 18 pulgadas en un diseño de cinco radios y faros LED de alto rendimiento. Un pequeño spoiler cubre ahora el pilar superior del parabrisas para beneficiar la aerodinámica del vehículo. Y para la versión eléctrica, ahora está disponible el color de pintura azul metalizado.

En el interior, el G cuenta con volante de nuevo diseño. El sistema de infoentretenimiento MBUX con pantallas para el conductor y el sistema multimedia de 12,3 pulgadas, incluido el control táctil, se encuentra por primera vez en todas las variantes del modelo.

Para las aventuras todo terreno, puede activarse a través del menú todoterreno de la pantalla central la función "capó transparente", que permite obtener una visión virtual bajo la parte delantera del vehículo gracias a la cámara de 360°. El modelo sigue conservando el asidero delante del pasajero para facilitar subir a un vehículo tan alto.

Todos con etiquetas ECO y CERO

Pero la mayor novedad en el nuevo Clase G proviene de lo que no se ve. Ahora el modelo está completamente electrificado, ya que la gama la forman motores de combustión con tecnología de 48V y una versión 100% eléctrica.

En sus variantes térmicas electrificadas, el G se ofrece con un diésel (G 450 d) de seis cilindros en línea con 367 CV, y con dos gasolina: el G 500, que tiene un motor de seis cilindros en línea con 449 CV, y el AMG G 63, la versión de mayor potencia y mejores prestaciones con un V8 de 4,0 litros y 585 CV. Los tres motores van asociados a una caja de cambios automática de nueve relaciones 9G Tronic) que lleva integrada la caja de transferencia (transmite el 40% del par motor a las ruedas delanteras y el 60% a las traseras).

Su nueva variante 100% eléctrica se denominada G 580 con tecnología EQ, un nombre que confirma el próximo abandono de la nomenclatura EQ tal y como la conocemos para designar los modelos "cero emisiones" de la marca. Su potencia combinada alcanza los 587 CV.

El modelo cuenta con 7 modos de conducción. Los habituales Comfort, Eco, Sport e Individual, y tres específicos para circular fuera de asfalto: Trail, Rock y Sand.

A bordo del AMG G 63

Antes de "saborear" la nueva variante cien por cien eléctrica del nuevo Clase G, no perdimos la oportunidad de ponernos a los mandos del poderoso AMG G 63.

Esta variante cuenta con detalles estéticos específicos que lo distinguen de sus hermanos de gama, como las pinzas de freno AMG pintadas en color plata delante y detrás, preinstalación para sistema portaequipajes para el techo, volante AMG Performance en cuero napa o elementos de adorno en lacado brillante negro, entre otros muchos.

En el corazón de esta máquina se encuentra el legendario motor V8 biturbo de 4,0 litros con 585 CV y 850 Nm de par, asociado a un sistema eléctrico de 48 V que otorga al modelo 20 CV de potencia adicional y unos 200 Nm de par extra. Sus prestaciones son de primer orden, con un 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y una velocidad máxima (limitada) de 220 km/h. Si pedimos el paquete AMG Performance, los datos son mejores: 4,3 segundos y 240 km/h, respectivamente.

A bordo y en vía rápida, la sonoridad interior no es su mejor baza, tampoco su consumo, pero ya se sabe en un coche de estas proporciones y peso, aunque en cuanto a agrado de uso, confort y empuje motor no hay "peros". El consumo medio oficial de esta variante es de 14,8 l/100 km, un valor muy alto, inferior al del modelo anterior (16,0 l/100 km), pero que en una conducción ligera se dispara a cifras mayores.

El G eléctrico, todo un espectáculo

Con la puesta en escena de su primer G eléctrico, la marca ha tenido ante sí todo un desafío: seguir siendo un referente en sus dotes off road y seguir inspirando un sentimiento de solidez. Y sin duda lo ha conseguido.

El chasis ha sido reforzado para albergar un enorme paquete de baterías de dos niveles, compuesto por 216 celdas de iones de litio que proporcionan una capacidad neta de 116 kWh, una de las mayores capacidades disponibles hasta la fecha en el mercado. Pueden recargarse a 200 kW y están protegidas en su parte inferior por una placa de 26 mm realizada con una mezcla de materiales incluyendo carbono especialmente resistente para adentrarnos por caminos fuera de pista.

El vehículo está propulsado por cuatro motores anclados al chasis, cada uno de los cuales acciona una rueda. Su control individual permite eliminar los bloqueos de diferencial mecánicos, que son ahora virtuales y automáticos. Cada motor cuenta con dos velocidades, actuando de reductora.

Con su potencia de 587 CV y 1.164 Nm de par, si se conduce con mucha tranquilidad por carretera, es posible mantenerse por debajo de un consumo de 24 kWh/100 km. Pero si nos gusta ir más ligeros, como en nuestra toma de contacto, no es difícil superar los 30 kWh/100 km. Según los datos oficiales del fabricante, el consumo medio es de 27,7 kWh/100 km, con una autonomía de hasta 462 km en ciclo combinado.

En carretera, el G eléctrico se siente poderoso y cómodo. Su línea nada aerodinámica "penaliza" el ruido en el interior, pero incluso con sus 3.100 kg de peso el modelo impresiona por sus increíbles prestaciones y sus buenas aceleraciones, con un 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, por su buen nivel de confort y por su precisión de dirección.

Fuera de pista, las dotes del Clase G eléctrico están incluso por encima que sus homólogos de combustión. Cuenta con tres niveles de retención que nos permiten ir jugando con la frenada durante la ruta sin necesidad de hacer uso del pedal de freno.

Rota sobre sí mismo

Esta versión cuenta con algunas funciones que resultan muy útiles en off-road. Durante la prueba por fuera de pista, al abordar una curva cerrada el botón G-Steering nos permitió reducir el radio de giro haciendo girar al coche sobre la rueda trasera interior, mientras enviaba el par a las restantes.

Al abordar pendientes (su ángulo de ascenso es de 45º), activamos el sistema automático de marcha lenta de tres velocidades, que se activan con las levas (D, D+ y D-). Solo nos tenemos que concentrar en la dirección, porque el coche avanza de manera automática sin necesidad de que toquemos los pedales (aunque podemos aumentar o reducir la velocidad cuando queramos).

Para rizar el rizo, el G cuenta con el sistema G-Turn. Tras seleccionar el modo Rock, solo hay que mantener pulsada la leva derecha o izquierda del volante, dependiendo de a donde queramos dirigir el vehículo, acelerar y mantener muy firme y recto el volante. El Clase G rotará entonces sobre sí mismo con giros de hasta 360 grados, lo que puede ayudarnos a dar media vuelta ante un obstáculo sin necesidad de tener demasiado espacio para hacerlo.

Precios para el nuevo Clase G

El nuevo todo terreno parte de los 148.675 euros que cuesta la variante diésel microhibridada. Hasta junio de 2025, el modelo eléctrico G 580 se venderá exclusivamente en la versión de lanzamiento Edition One, muy equipada y dotada de detalles estéticos específicos, con un precio de 199.000 euros, es decir, 20.300 euros más barato que el G63 AMG. Posteriormente esta versión cero emisiones partirá de 162.825 euros.

El Clase G 580 Edition One se caracteriza por el exclusivo color azul exterior (hay otros colores para elegir) y por un interior con tapizado en cuero napa plata/negro, elementos de adorno en fibra de carbono AMG con detalle en azul, volante deportivo multifunción en napa con costura en azul, que también adornan todo el salpicadero.

Diésel micro híbrido

G 450 d: desde 148.675 euros

Gasolina micro híbrido

G 500: desde 159.650 euros

AMG G 63: desde 219.300 euros

Eléctrico

G 580 con tecnología EQ: desde 162.825 euros