Probamos el BYD Seal U, un SUV eléctrico grande, cómodo y pensado para la familia
- Dispone de la carga bidireccional V2L de serie, para alimentar otros dispositivos eléctricos
- Tapicería de cuero vegano y asientos delanteros con ajustes eléctricos, ventilación, calefacción y función de memoria en el del conductor
- Los coches de BYD ya no hacen escalas: viajan directamente de China a España
Sylvia Longás
Con un diseño dinámico y bastante original, este BYD Seal U es ideal para viajes largos y en familia. Solo se ofrece con motor eléctrico, y de las dos baterías disponibles hemos optado por la de 87 kWh que anuncia una autonomía oficial de 500 km.
Podréis pensar, y no lo voy a discutir, que siendo un eléctrico todavía da cierto respeto decir que es un coche pensado para viajes largos y en familia. Pero es así. Los que os hayáis adentrado ya en el mundo de las cero emisiones, seguro que recorrer kilómetros a bordo de un modelo eléctrico no os supone mayor "desgaste" que encontrar un punto de recarga y esperar los 30 minutos de rigor mientras os tomáis un café. Con el protagonista de nuestra prueba, el Seal U de la marca china BYD (desde 41.080 euros), podremos viajar de Madrid a Valencia tranquilamente sin necesidad de detenernos. No obstante, comentar que el Seal U cuenta también con una versión híbrida enchufable, que la marca denomina Seal U DM-i, que parte de 34.990 euros.
El coche eléctrico es un vehículo muy agradecido y eso se nota en el primer momento en que uno se pone a sus mandos. Con el Seal U a lo único que hay que acostumbrarse (si es que vienes de un segmento inferior) es a su tamaño. Este SUV de cinco plazas del segmento D mide 4,78 metros de largo, 1,89 de ancho y 1,67 metros de alto. Un coche grande, en definitiva. Está disponible con dos acabados (Comfort y Design), que equipan el mismo motor (218 CV), pero batería de diferente capacidad. Nuestra unidad de pruebas era el nivel alto Design de 87 kWh.
Un ambiente amplio con pantalla gigante
A los mandos, el ambiente interior es de calidad y se respira amplitud. Superficies suaves al tacto, un curioso sistema de iluminación ambiental y una pantalla central táctil, bastante generosa -15,6 pulgadas en nuestro coche de prueba-, que podemos poner en posición horizontal o vertical (mando ubicado en el volante). Nos decantamos por la posición convencional, sobre todo porque verticalmente la pantalla sobresale del tablero e invade un poco el campo de visión. Añadir que la pantalla no está orientada hacia el conductor, por lo que en algunos momentos en días soleados los reflejos nos impidieron ver con claridad las indicaciones del navegador.
Los asientos delanteros cuentan de serie con una gran cantidad de regulaciones eléctricas, además de estar calefactados y ventilados. El del conductor tiene función de memoria, un equipamiento que, a pesar de ser prescindible, lo encuentro muy útil.
Destaco la claridad de información que se proyecta en el parabrisas (head up display, solo disponible en la versión superior) donde tenemos los datos de velocidad y el límite de velocidad de la vía por la que se circula, la configuración de los sistemas de ayuda a la conducción y las advertencias. Comentar que en nuestra unidad de pruebas el sistema de reconocimiento de señales de tráfico daba algún error en la información (para todos estos sistemas hay que ir actualizando la base de datos).
En la consola central flotante (con doble espacio), se ubican un doble posavasos y 2 puertos USB (1 de Tipo C de 18W y 1 de tipo C de 60 W). Llama la atención el original selector del cambio en acabado cristal, muy rápido y manejable.
A los lados tenemos el pulsador para seleccionar los dos niveles de retención con los que cuenta, el "standard" (no hay retención) y el "high" (con el que sí notas que el coche retiene algo cuando sueltas el pedal del acelerador). También se ubica la tecla que nos lleva a seleccionar los cuatro modos de conducción, aunque no se aprecian prácticamente diferencias entre ellos, incluido el modo sport. Todos estos datos se leen en el cuadro de instrumentos.
Delante de la palanca de cambios, este BYD equipa solo en la versión Design un doble cargador inalámbrico para smartphone, y encima de nuestras cabezas, un techo solar panorámico con cortinilla regulable, que es de serie en todos.
Los pasajeros traseros, a sus anchas
Gracias a su distancia entre ejes de 2,76 metros y al diseño plano del suelo de las plazas traseras, los pasajeros que viajen detrás no tendrán queja (se viaja muy cómodo), tanto por espacio para las piernas como para la cabeza. Detrás lleva instalados 2 puertos USB (2 de Tipo C de 18W).
Los asientos traseros se abaten en dos secciones (60:40), lo que permite que el volumen de carga pase de 552 a 1.440 litros.
Mismo motor, dos baterías
El BYD Seal U, como hemos mencionado, está disponible con dos acabados (Comfort y Design). Este eléctrico ofrece la posibilidad de elegir entre dos baterías que se basan en la tecnología "Blade" propia de BYD, que permite optimizar la densidad de energía. La de la versión Comfort ofrece una capacidad bruta de 71,8 kWh y una autonomía de 420 km en ciclo mixto WLTP. La de la versión Design, la variante de nuestra prueba, es de 87 kWh y alcanza los 500 km de autonomía oficiales, que podrían quedarse en cerca de 400 reales. La desventaja del peso extra de la batería grande es que el consumo combinado es ligeramente superior en el modelo Design, de 20,5 kWh/100 km, frente a los 19,9 kWh/100 km del Seal U Comfort.
En carretera, conduciendo con suavidad, el coche se muestra muy confortable, aunque para mi gusto peca de una suspensión algo blanda, aunque ello puede contribuir al confort como coche familiar que es. No es un coche deportivo, ni con tacto deportivo, por lo que, si es lo que estás buscando, esta no es tu opción. Con su 0 a 100 km/h registrado, de 9,6 segundos, no es el coche más rápido del mundo, pero tiene un empuje suficiente. En cuanto a consumo obtenido, no podemos dar una cifra final ya que el el consumo del Seal U se reinicia de manera automática cada 50 km. En los primeros fue de 21 kWh y de 18 kWh/100 km en otros 50 km.
A la hora de la recarga, el coche viene equipado de serie con un cargador trifásico de 11 kW. Esto significa que el paquete de baterías de 87 kWh puede cargarse en un Wallbox de 0 a 100% en menos de 10 horas en un punto o en un punto de carga público. Durante los viajes, utilizando un punto de carga de CC, como los que pueden encontrarse en las estaciones de servicio de las autopistas, la batería puede cargarse con una potencia de hasta a 115 kW (en la versión Comfort) o 140 kW (en el Design). No lo comprobamos, pero la marca dice que sólo emplea entre 27 y 28 minutos en cargar la Blade Battery del 30 al 80% de su capacidad.
Un coche muy equipado
El Seal U se ofrece muy equipado de serie. Cuenta con techo solar de cristal, apertura eléctrica del portón del maletero, llantas de 19 pulgadas, faros de LED, sistema de cámaras para visión de 360 grados (incluye una vista cenital y otra del entorno del coche) y, como ya comentamos, asientos delanteros eléctricos con calefacción y ventilación.
El nivel superior Design añade doble cargador por inducción, el head up display y un sistema de audio más avanzado con 10 altavoces. También cuenta en exclusiva con luz dinámica de bienvenida, limpiaparabrisas delantero con sensor de lluvia, iluminación ambiental reactiva con la música que cambia de color y sistema de purificación de aire.
Ficha técnica BYD Seal U Design
- Motor: eléctrico síncrono de imanes permanentes
- Batería: 87 kWh
- Potencia: 218 CV
- Par máximo: 330 Nm
- Transmisión: Delantera
- Autonomía eléctrica: 500 km
- Aceleración 0-100 km/h: 9,2 segundos
- Velocidad máxima: 175 km/h
- Consumo: 20,5 kWh/100 km
- Largo x ancho x alto: 4,78 x 1,89 x 1,67 metros
- Batalla: 2,76 metros
- Peso: 2147 kg
- Asientos: 5
- Maletero: 552 hasta 1440 litros
- Neumáticos del y tras: 235/50 R19
- Precio: desde 44.580 euros