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Revive la guerra comercial: China denuncia a EEUU por las ayudas a los coches eléctricos 

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elEconomista.es

La guerra comercial entre EEUU, China y la UE está cogiendo un nivel de tensión parecido al que desató Donald Trump. Ahora la disputa se encuentra en varios frentes estratégicos como chips, baterías y coches eléctricos. El último zarpazo lo ha soltado Pekín denunciando ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) a EEUU por discriminar a los coches eléctricos chinos en las ayudas estatales para adquirir este tipo de modelo.

China ha llevado su disputa con Estados Unidos sobre los subsidios a los vehículos eléctricos al nivel más alto, a la OMC denunciando la Ley Climática de Biden, en la que se encuentran las ayudas a la compra de coches eléctricos, lo que podría activar, en último término, aranceles entre los dos países.

El Ministerio de Comercio de China, en un comunicado, ha anunciado la denuncia formal en el organismo internacional y ha tachado la ley de EEUU de discriminatoria y de "distorsionar gravemente la cadena de suministro mundial de vehículos eléctricos".

El sector de los vehículos eléctricos se ha visto cada vez más atrapado en tensiones comerciales y geopolíticas a medida que el mundo se aleja del motor de combustión interna. La Unión Europea tiene lanzadas un par de investigaciones sobre el apoyo estatal de China a los coches eléctricos que exporta al Viejo Continente. Y EEUU tiene bloqueada la entrada de fabricantes chinos de baterías al país.

EEUU, como otros países europeos, han intentado impulsar las ventas del coche eléctrico con ayudas de 7.500 dólares, pero la Administración Biden las restringió para ciertos modelos. Las directrices que entraron en vigor a partir de este año significarán que los vehículos que contengan componentes de baterías o materias primas procedentes de "foreign entities of concern" (FEOC), una especie de lista negra de compañías, ya no podrán optar a créditos.

Según la normativa, cualquier empresa que esté sujeta a la jurisdicción del gobierno de China, o que esté controlada por el gobierno, incluso si es propiedad de al menos el 25% de una autoridad gubernamental china, se considera una FEOC, por sus siglas en inglés. Las restricciones también se aplican a toda la producción dentro de China. Sin embargo, se permitirán filiales extranjeras de empresas privadas chinas en países que no forman parte de la FEOC, como Australia o Indonesia, siempre que no estén controladas por el gobierno chino.

"Desde el punto de vista legal, China tiene razón en que EEUU viola las normas de la OMC, un punto que la UE también señaló", explica a Bloomberg Henry Gao, profesor de derecho en la Universidad de Administración de Singapur que investiga la política comercial china.

Además, Gao señala que el presidente Xi Jinping elogió recientemente los esfuerzos de China para promover la transición energética global, diciendo que China debe impulsar el establecimiento de un sistema de gobernanza energética global justo, equilibrado e inclusivo.

"Con una exhortación política tan explícita, me habría sorprendido mucho que el Ministerio de Comercio no hubiera dado seguimiento a una queja formal ante la OMC", dice el experto. "Xi esencialmente está lanzando el guante con un caso formal de la OMC, tratando de disuadir a quien gane las elecciones a finales de este año para que no continúe con lo mismo. Pero no creo que funcione, ya que ser duro con China se ha convertido en un arma electoral".

En diciembre, The Wall Street Journal ya informaba de que la administración Biden estaba considerando un aumento de los impuestos a la importación de vehículos eléctricos chinos, que actualmente se sitúan en el 27,5%.

En 2023, China se convirtió en el mayor exportador de automóviles del mundo, superando a Japón y Alemania, mientras que el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD superó a Tesla como el mayor fabricante de vehículos eléctricos más vendido del mundo en el cuarto trimestre de 2023.