El Bugatti 35, el coche más innovador de la historia, cumple 100 años
- Este vehículo, potente y muy ligero, logró la victoria en más de 2.500 carreras mientras se mantuvo en activo.
- Todo en el Type 35 fue innovador para su tiempo, sus motores V8, los frenos, la dirección o la transmisión.
Carlos Cancela
Se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los modelos más emblemáticos de la historia del automóvil, el Bugatti Type 35. Un coche muy avanzado a su tiempo, que dominó durante años en todo tipo de carreras automovilísticas.
Hay muchos que a lo largo de los más de 135 años de historia del automóvil han marcado el devenir de un sector que ha permitido la movilidad. Modelos de los que se han vendido muchas unidades, o que fueron pioneros en su producción, o modelos muy caros. Los ejemplos son claros, el Bugatti Royale, del que solo se hicieron cinco unidades con carrocerías diferentes y pensados para las casas reales o el Bugatti Atlantic con un increíble diseño, adelantado a su tiempo.
Pero no solo Bugatti, el Ford Model T fue el que puso en marcha la producción en serie, allá por el año 1907, o el Toyota Corolla, el coche más vendido en el mundo o los Volkswagen Escarabajo o Golf, que todavía sigue en producción y de los que se han vendido muchos millones de unidades.
Sin embargo, hay coches especiales en la historia del automóvil y, sin duda uno de ellos es este Type 35 que ahora cumple su centenario. Cuando se lanzó al mercado, el Bugatti Type 35 definió una época dorada de la marca. Obtuvo más de 2500 victorias en carreras durante su tiempo activo, y su belleza, ingenio técnico y brillantez de conducción siguen siendo igual de atractivos un siglo después.
La obra de un genio del automóvil
Para entender el Bugatti Type 35, primero hay que entender a su creador, Ettore Arco Isidoro Bugatti. Sin uno, nunca podría haber existido el otro. En su estreno, el Type 35 reescribió las reglas del juego al introducir numerosas innovaciones técnicas. Un coche así solo podía haber surgido de una mente abierta, libre de todo tipo de convencionalismos.
Ettore Bugatti poseía esa mente. Nacido en una familia influenciada por las artes, el diseño y la creatividad durante siglos, los intereses de Bugatti eran numerosos y diversos, y su conocimiento amplio. Aunque tenía muchos proyectos exitosos a su nombre antes de crear el Type 35, Bugatti no era un ingeniero capacitado.
Quizá por eso, la falta de una formación formal fuera una ventaja. Si Bugatti hubiera recibido formación en la ingeniería automotriz tradicional de la época, tal vez no habría traspasado los límites como hizo con el Type 35. No habría creado una "máquina" con un diseño tan diferente ni con tantas innovaciones.
Innovaciones que llegan hasta ahora
Mientras que otros autos se elevaban muy por encima del suelo, la carrocería del Tipo 35 era baja y elegante, cuando otros llevaban ruedas con cables, el Type 35 montó aleaciones fundidas para reducir la masa no suspendida. También la posición del tambor de freno fue muy rompedora. Otros coches de la época llevaban la suspensión trasera abierta, mientras que en el Type 35 iba encapsulada con paneles de aleación de aluminio. Y aunque la aerodinámica no se utilizaba en esa época, el Bugatti dio algunos pasos para mejorar la baja resistencia de la carrocería.
El Type 35 debutó con un motor de 2,0 litros, ocho cilindros en línea y 24 válvulas, que posteriormente se amplió a 2,3 litros y se sobrealimentó. Y gracias a un pionero cigüeñal de aluminio soportado por dos rodamientos de rodillos y tres rodamientos de bolas permitió que el motor acelerara hasta 6.000 rpm y entregara 90 CV. Un rendimiento líder en su clase para ese día y que marcó el futuro del automóvil.
Pero no solo era potencia. Ettore Bugatti era muy consciente que un rendimiento superior se generaba no sólo mediante la adición de caballos de fuerza sino también mediante la eliminación de peso. Su dedicación para garantizar que cada componente se fabricara lo más liviano posible, sin comprometer la funcionalidad, dio como resultado un peso del vehículo de solo 750 kg.
Más bajo que todos sus rivales
Las numerosas medidas que tomó Bugatti para lograr su objetivo incluyeron el desarrollo de un nuevo eje delantero hueco y la configuración del eje trasero también cambió las reglas del juego. No iba "recto", sino que se hundía en el centro para poder encajar alrededor del chasis, elevándose en sus extremos para conectarse con los cubos de las ruedas.
Estas innovaciones ayudaron a mantener bajos tanto la altura como el peso del automóvil. Combinado con el sistema de dirección calibrado y diseñado con precisión y un chasis liviano, el Type 35 era capaz de ofrecer niveles nunca antes vistos de agilidad, respuesta y puro placer de conducir.
Frenos de tambor accionados por cable y un tanque de gasolina presurizado para optimizar el flujo de combustible fueron otros elementos diseñados por Bugatti para permitir a los conductores explotar cada gramo del rendimiento del Type 35 en la carretera y en la pista. Con ello, logró la victoria en más de 2.500 carreras.
En su lanzamiento en 1924, el Bugatti Type 35 sirvió como un imán para la industria automotriz, transformando por completo la forma en que se percibía el diseño y la ingeniería de los vehículos. Un siglo después, su impacto y atractivo no han disminuido. El Type 35 es fundamental para el ADN de la marca, junto con el Bugatti Atlantic y el Bugatti Royale. Cada automóvil que Bugatti fabrica en la actualidad es fiel a los valores de diseño e ingeniería de Ettore Bugatti, exquisitamente expresados ??en el Type 35 hace cien años.