Motor
Probamos el Mercedes C300de, la berlina de gasóleo con etiqueta "0 emisiones"
- Su potencia combinada es de 313 caballos que proporcionan un excelente dinamismo a esta berlina premium
- Combina un eficiente motor de gasóleo de 197 caballos ideal para viajes con otro eléctrico de enfoque más urbano
Carlos Cancela
Nuestra prueba de esta semana corresponde al Mercedes C300 de, una berlina media con mecánica híbrida enchufable del segmento premium. Un coche caro pero muy bueno, muy tecnológico y confortable con 115 km de autonomía eléctrica.
Mercedes es de los pocos fabricantes de coches, por no decir el único, que combina un motor de gasóleo con otro eléctrico en su mecánica híbrida enchufable. Este es el caso de nuestra prueba de esta semana, la del C300de. Es un coche magnífico que representa una berlina perfecta para hacer grandes viajes. Pero al mismo tiempo también es un vehículo ideal para la ciudad por la etiqueta "0 emisiones" y sus dimensiones contenidas. Y todo ello en un vehículo elegante y con clase.
Lo mejor está en su mecánica híbrida enchufable , y es que gracias a sus 115 km de autonomía eléctrica y su etiqueta "0 emisiones" el modelo alemán se convierte en una berlina todo uso. Eso sí, una berlina que resulta muy cara porque sus dos motorizaciones o su gran batería de iones de litio le hace muy costoso. Nada menos que 68.000 euros si hablamos de la versión de propulsión trasera, mientras que si buscamos además tracción 4x4 (con el sistema 4 Matic) este precio subirá hasta los 72.500 euros.
Hablar de un vehículo como la Clase C de Mercedes es hacerlo de uno de los modelos clave de la gama del fabricante alemán desde hace muchos años. Antes, ya el 190 representaba ese concepto de la berlina de tamaño medio y dentro del segmento premium. Y de ahí el éxito de esta berlina de la marca de la estrella. La Clase C actual representa un magnífico coche del segmento premium que aporta lujo y confort para sus ocupantes junto con las más avanzada tecnología. Y esas son sus claves, confort y tecnología, ambos al más alto nivel.
Puesto de conducción avanzado
Sin duda lo primero que sorprende al acceder al vehículo es su puesto de conducción. Un cuadro de instrumentos digital y configurable en el que el modo más utilizado es el de dos grandes relojes para velocímetro y cuentavueltas, cuando vamos utilizando el motor térmico. En la consola central encontramos una gran pantalla de formato muy cuadrado y con unos cuantos botones fijos en la pantalla para gestionar las funciones más habituales.
Entre ellas el climatizador, el volumen del equipo de sonido y, sobre todo, los modos de conducción. En un momento en el que los coches cada día se manejan más desde una pantalla con todo electrónico, al menos yo agradezco que los sistemas habituales se manejen con botones.
Por lo que se refiere a los modos de conducción, que se gestionan con un pulsador en la parte inferior de la pantalla, a la izquierda, ofrece cuatro opciones: un modo para mantener la energía de la batería, y los modos habituales de eléctrico, híbrido y Sport. Estos son muy sencillos de explicar: el primero es el funcionamiento en eléctrico hasta 140 km/h y siempre que haya carga en la batería. En cuanto al modo Sport, emplea los dos motores pero sobre todo usa el propulsor de gasóleo cuando rodamos por carretera. Y solo cuando lo necesita añade el eléctrico.
En cuanto al híbrido, es el más interesante para hacer un desplazamiento por carretera. Y por si todo esto fuera poco, además cuenta con un modo individual para que el conductor adapte todo en el coche a su gusto. Lo mejor de todo es que los cambios a un modo u otro se hacen de forma rápida, tocando sobre un botón y sin necesidad de actuar sobre la pantalla para su gestión.
Clase C o GLC
Hacía tiempo que no probaba un Clase C porque la moda de los SUV hace que los usuarios tengan más interés por ese tipo de vehículos más altos y habitables. En el caso de Mercedes se trataría del GLC, el comparable con la Clase C de nuestra prueba. Pero la verdad es que me ha sorprendido mucho, y muy positivamente, esta berlina C300de.
Su comportamiento dinámico es excelente, sin el menor fallo. Lo más importante es que siempre, sean cuales sean las circunstancias de nuestro desplazamiento, es muy confortable. Y si queremos rodar rápido y seguros por carretera, el modo Sport es el ideal. las suspensiones son firmes pero al mismo tiempo muy confortable, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Es la dureza perfecta de una suspensión.
La combinación de los dos motores, el de gasóleo y el eléctrico es también una solución perfecta. Para hacer un viaje rodando a una velocidad estable, sin duda la mejor opción es un propulsor de gasóleo. En este caso tenemos la última generación de motor diésel de Mercedes, que siempre ha sido un gran especialista en este tipo de propulsores. En este caso un motor de 197 caballos que mueve con una gran soltura este modelo, incluso cuando va cargado a tope.
Cambio de 9 marchas
Este híbrido enchufable tiene un funcionamiento un poco particular ya que en el modo de circulación eléctrica el cambio de marchas de 9 relaciones sigue funcionando. O sea, que no es que tenga un motor de gasóleo con su cambio y uno eléctrico sin cambio, sino que ambos propulsores están situados antes del cambio de marchas por lo que aunque vayamos en eléctrico funciona a través de marchas. En este caso, los cambios de marcha son casi imperceptibles, pero va ajustando también las marchas.
Con ello se consigue el consumo más ajustado, pese a su elevado peso, cuando circulamos por carretera en el modo Sport. Y el motor eléctrico le proporciona el añadido perfecto para cuando necesitamos algo más de potencia. Y llegar a la ciudad y hacerlo con una berlina como esta también resulta muy agradable, ya que iremos siempre en modo cero emisiones. Porque pocos usuarios más allá de los taxistas suelen hacer más de 115 km en uso urbano. Además, circulando solo por ciudad esos 115 km homologados de autonomía se pueden convertir con facilidad en 130 km.
El otro aspecto clave en este modelo es el empleo de la inteligencia artificial y la realidad aumentada. El sistema de control por voz, el MBUX de última generación, funciona muy bien. Solo con decir "hola Mercedes", automáticamente se pone a nuestras órdenes un asistente que lo entiende todo y nos hará la vida al volante mucho más sencilla.
Realidad aumentada al rescate
El navegador es otro aspecto clave en el Clase C. Ya sea por voz o escrito, es muy sencillo de utilizar y el coche nos dirigirá a nuestro destino de manera sencilla. Además, buscará el mejor camino e irá aplicando lo que sabe del recorrido para conseguir la utilización más eficiente. Y tiene otro aspecto clave con la realidad aumentada.
Cuando vamos circulando con el navegador puesto, con un destino establecido, al llegar a una zona complicada, en la pantalla de la consola central se nos explicará exactamente lo que tenemos que hacer en el cruce o la bifurcación mediante flechas. O cuando en una carretera de varios carriles hay que cambiarse de carril.
También nos avisará cuando circulando por la ciudad llegamos a un paso de peatones y hay alguna persona andando cerca del paso. El sistema nos dirá de forma clara, incluso a través del head up display, "atención peatones". Parece mágico, es como si tuviéramos de verdad un asistente personal, un muy buen copiloto profesional, que va controlando todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
Les decía que uno de los aspectos negativos es su precio. La diferencia entre el 220d con el mismo motor de gasóleo de 197 caballos pero sin el motor eléctrico adicional es de 15.000 euros. Es decir, que por 53.000 euros tendremos todas las ventajas de este 300de de nuestra prueba, con su magnífico puesto de conducción, sus modos de conducción o su sistema MBUX, pero sin la etiqueta "0 emisiones" y sin ese valor adicional que supone esta berlina PHEV.
Maletero limitado
Pero la ventaja que tiene la variante solo de gasóleo, no el 300de de nuestra prueba, es que su maletero es bastante más grande. Mientras que el hibrido enchufable tiene solo 315 litros, en el de gasóleo se ganan 140 litros adicionales. Además, por sus formas es bastante más utilizable. El de la prueba tiene poca altura, pero es bastante profundo, con lo que podremos llevar varias maletas, en principio hasta 4 o incluso cinco. Pero si tenemos que llevar algo un poco más alto lo pasaremos peor. La razón es que la gran batería que lleva el híbrido enchufable y que le proporciona unan gran autonomía cero emisiones va situada bajo el piso del maletero, lo que le quita esos 140 litros de capacidad.
Con este Mercedes 300de que hemos probado en esta ocasión les diría lo mismo que les comento cuando probamos algún modelo híbrido enchufable. Es un tipo de vehículo interesante siempre que se adapte exactamente a nuestras necesidades y estemos dispuestos a gastar más dinero. Si tenemos un punto de recarga muy fácil de usar y potente, porque es una batería muy grande, nos lo podemos plantear.
De lo contrario, no tiene sentido cargar con casi 500 kg adicionales. Y además hay que ser un usuario que haga muchos kilómetros todos los días en la ciudad pero que también haga muchos viajes. Es una opción valida solo para un tipo de cliente muy especial, pero si sus necesidades de compra son esas, es un magnífico ejemplo de movilidad más sostenible y razonable.
Ficha Mercedes C300 de
Motor de gasolina: 4 cilindros en línea
Potencia máxima: 197 CV
Par motor: 440 Nm
Cilindrada: 1.993 cc.
Combustible: gasóleo
Motor eléctrico
Potencia 129 CV
Par motor: 440 Nm
Potencia combinada: 313 CV
Par motor combinado: 550 Nm
Batería: 25,4 kWh
Autonomía homologada en ciclo mixto: 113 km.
Velocidad máxima: 243 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 6,2 segundos
Tracción: Trasera
Consumo homologado WLTP en ciclo combinado: 0,4 litros.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,75 x 1,82 x 1,43 metros
Capacidad maletero: 315 litros (pierde 140 litros).
Peso en vacío: 2.160 kg.
Precio: 68.550 euros.