Motor
Cuándo debemos cambiar las pastillas de freno y cómo saber identificar cuando están muy gastadas
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elEconomista.es
Las pastillas de freno son uno de los elementos más importantes de un vehículo a la hora de garantizar la seguridad. Y casi como cualquier otro elemento de un vehículo, requieren un correcto mantenimiento.
Por lo general, las pastillas se suelen cambiar entre los 30.000 y los 100.000 kilómetros recorridos, aunque dependiendo del coche, del conductor y del uso que se le dé, esta distancia será mayor o menor. Así, el material del que esté compuesta la pastilla, el estilo de conducción, el entorno en el que conduzca o el peso que deba aguantar el vehículo son elementos que incidirán en su desgaste.
Dicho esto, existen diversos indicadores que pueden ayudarnos a determinar cuándo es el momento de sustituir unas pastillas usadas por otras nuevas.
Pistas que delatan el desgaste
La forma más básica es a través de la vista. La cara exterior del freno se puede ver sin mayor esfuerzo. Sin embargo, para ver el desgaste de la cara interior e necesario desmontar la rueda y girar la dirección. No obstante, no es el método más recomendable.
Las sensaciones al volante serán un importante indicador. Si notamos que el coche precisa más metros que antes para frenar y detenerse, o que el pedal del freno admite ahora más recorrido que antes, puede que sea la hora de cambiar las pastillas. Y del mismo modo, si al accionar el freno percibimos un chirrido desagradable o unas vibraciones anómalas será el momento de reemplazarlas.
Si observamos que el líquido de frenos ha bajado más de lo normal, y que esto no se debe a una fuga en el circuito de frenado, puede que se deba a que, efectivamente, los frenos se han desgastado.