Motor

Probamos el Peugeot e-Rifter, la alternativa para los que buscan mucho espacio interior

  • Su autonomía homologada es de 280 km, que puede incluso superarse moviéndose en un entorno urbano.
  • Lo mejor del Peugeot e-Rifter es su gran espacio interior, la facilidad de carga y su versatilidad de uso.
  • Su autonomía limita los desplazamiantos por carretera en viajes largos.
El Peugeot e-Rifter ofrece suficiente seguridad y todos los sistemas de ayuda habituales en los turismos compactos.

Carlos Cancela

Esta semana probamos el Peugeot e-Rifter, una alternativa diferente que permite moverse con libertad por la ciudad, con su mecánica eléctrica y que representa otra forma de desplazarse con un modelo muy amplio y versátil.

El Peugeot e-Rifter representa una buena alternativa a los monovolúmenes de siempre, que con la llegada de los modelos todocamino o SUV han dejado de estar disponibles en el mercado. Modelos como el Renault Espace o el Scenic, el Citröen Picasso o el Toyota Corolla Verso desaparecieron del mercado fagocitados por los vehículos SUV.

Sin embargo hay una opción en el mercado muy interesante para aquellas personas que buscan un vehículo muy amplio y versátil por dentro y quieren desplazarse con libertad, pero que no quieren un SUV. Ese es el caso de los modelos como el Citröen Berlingo, que creó este nuevo concepto de coche, pero también el Renault Kangoo o el Ford Tourneo Connect. Y dentro de este concepto, sin duda el e-Rifter es una alternativa muy interesante.

Hay mucho espacio en todas las dimensiones, pero sobre todo en su altura.

Sin duda es un modelo en el que las principales ventajas se centran en el espacio interior, en un maletero realmente grande, con numerosos huecos para dejar objetos y lo que es más importante, su versatilidad de uso. Qué significa esto pues que lo mismo podemos llevar a cinco personas cómodamente sentadas, y con un amplio maletero, que empezar a plegar asientos y utilizar este vehículo casi como una furgoneta.

Cabe todo

En este sentido su capacidad de carga es muy buena y aún más importante las posibilidades de realizar esa carga de manera muy cómoda en su interior. Para ello tiene un gran portón trasero y, sobre todo, puertas laterales de corredera que dan un buen acceso al interior.

Su carrocería muy cuadrada proporciona una habitabilidad interior magnífica.

Por ello es un vehículo perfecto, por ejemplo, para aquellas personas que tienen uno o dos niños pequeños y que se ven obligados a llevar sillas para ellos. Gracias a su gran altura interior, la siempre tediosa tarea de sentar a los niños en sus asientos respectivos resulta muy sencilla.

Hablando de espacio, todo son ventajas con este tipo de vehículos y por supuesto también con este es e-Rifter. También son modelos muy interesantes porque si antes los llamados derivados comerciales eran muy poco seguros, pensados solo para el trabajo, las últimas generaciones han mejorado mucho.

Estos modelos ahora son perfectamente comparables con vehículos del segmento compacto en cuanto a su forma de conducción, sus medidas de seguridad, los sistemas de ayuda. Y también en otros elementos muy interesantes como son por ejemplo el navegador, el limitador o programador de velocidad, y un sinfín de detalles.

Todo son ventajas cuando la persona que va a adquirir el vehículo está dispuesta a aceptar esa imagen diferente, un poco más de trabajo que tienen estos modelos, a cambio de ganar un gran espacio interior, comodidad y todo ello sin renunciar a la suficiente seguridad.

Buena dinámica

Bien es verdad que a nivel de su comportamiento dinámico, estos modelos están ligeramente por debajo de los vehículos compactos comparables. Sus suspensiones están menos elaboradas y también hay otro aspecto a tener en cuenta: su mayor altura hace que tengan mucho espacio interior pero a cambio encontraremos esas mayores inercias, lo que hace la conducción un poco más delicada si tratamos de ir deprisa. Pero por lo demás, son coches muy agradables y cómodos de utilizar, con los que hacer desplazamientos resulta confortable y divertido.

Un gran maletero y eso que nuestra unidad era la de carrocería corta.

Les he hablado de su espacio interior, sin duda su gran virtud. También de su equipamiento muy completo o de sus sistemas de ayuda a la conducción similares a los de cualquier vehículo compacto equivalente, pero hay que hablar de mecánica. Y en este caso con el e-Rifter tenemos algunas limitaciones provocadas por su mecánica 100 % eléctrica.

Esto significa que es magnífico para la utilización urbana en una gran ciudad, por ejemplo Madrid. Ahí, al tener la etiqueta "0 emisiones" no tiene limitaciones a la hora de moverse por la ciudad, de aparcar o de entrar en la zona más céntrica. Además en esa conducción urbana su consumo es bastante bajo, lo que le permite llegar a recorrer hasta 300 km sin necesidad de recarga.

Autonomía limitada

Pero esto es solo en utilización urbana. Si lo que pretendemos es salir a carretera entonces estas cifras bajan notablemente. Hay que tener en cuenta que el valor homologado es de 280 km según los valores WLTP. Esto significa que circulando por carretera a 90 km/h y pisando muy suavemente el acelerador podremos llegar a hacer 250 kilómetros.

El e-Rifter está pensado para ser un coche muy útil, pero limitado por su mecánica eléctrica.

Pero a poco que pisemos el acelerador un poco más fuerte, que en lugar de los 90 km/h queramos circular a 100 o 110 porque vamos por una autopista, entonces veremos cómo baja notablemente esta cifra y estaremos en poco más de 200 km. Por ello es un vehículo que si se mueve muy bien en la ciudad, en carretera los desplazamientos son bastante más limitados. En esta utilización hay que pensarse el recorrido que vamos a hacer, tener muy claros los puntos de recarga, y, solo entonces, encomendarse a hacer desplazamientos más largos.

Este problema no es solo del e-Rifter sino de todos los vehículos eléctricos porque la infraestructura de recarga en España es una de las peores de Europa. Eso está retrasando la entrada de la electrificación con la que tanto presiona Europa. Eso sí, tiene una ventaja y es que al tener una batería bastante pequeña, de solo 50 kWh, es bastante fácil de recargar. Con corriente continua se puede cargar hasta 100 kW, lo que permite pasar del 10 al 80% en media hora. Y si hablamos de corriente alterna, el cargador de serie en el coche es de 7,4 kW, pero opcionalmente se puede contar con uno de 11 kW.

Gracias al grip control, opcional, se pueden seleccionar diferentes terrenos por los que circular.

Gracias a tener los dos tipos de cargador incluidos en su equipamiento de serie, podremos recargar en un punto de corriente continua consiguiendo un llenado más rápido pero también podremos hacerlo en un enchufe normal, con hasta 7,4 kW, con lo que tardaremos más horas pero por lo menos garantizaremos poder recargar nuestra batería.

Dos carrocerías

Y hablando de versatilidad de uso, este e-Rifter, además, se ofrece con dos opciones diferentes de carrocería, la variante normal que es la que hemos probado en esta ocasión con 4,40 m de longitud pero también una versión de carrocería larga. En este caso su longitud aumenta hasta los 4,75 m, una versión disponible con cinco o con siete plazas. Esta es una ventaja adicional que aporta un vehículo muy versátil, muy interesante para desplazarse por las ciudades y sus alrededores, pero con la limitación de todos los coches eléctricos por la escasa infraestructura de recarga.

A su magnífica habitabilidad suma también el tener puertas de corredera traseras que facilitan el acceso al interior.

Las características del propulsor del e-Rifter son exactamente las mismas que las de todo el resto de vehículos del grupo Stellantis. Un motor de 136 caballos y una batería de 50 kWh con su sistema de tracción a las ruedas delanteras y, en el caso de este Rifter con una velocidad máxima limitada a 130 km/h.

En este vehículo se puede instalar un control de tracción, el Grip Control, que permite seleccionar diferentes terrenos por los que queremos evolucionar. Y es que este vehículo, con su mayor altura libre al suelo, ofrece un estilo algo más parecido a un modelo SUV, con ciertas opciones fuera del asfalto. Y también control de descenso.

El e-Rifter ofrece tres modos de conducción seleccionables por el conductor: un modo eco, el normal y una opción Sport para sacar el máximo rendimiento del motor. Básicamente lo que hacen estos tres modos de conducción es limitar la potencia del motor. Si en el modo Sport tiene disponibles los 136 caballos, en el modo normal se reducen a 110 CV. si hablamos del "eco", lo habitual cuando queremos alargar al máximo su autonomía, entonces tiene solo 82 caballos disponibles.

Los asientos traseros son los tres independientes, se pueden plegar por separado.

El e-Rifter es un vehículo muy interesante, con muchas ventajas para algunos tipos de usuarios con necesidades muy concretas, pero que se queda fuera de juego para los que busquen un coche polivalente para hacer muchos viajes. Su mecánica 100% eléctrica es una limitación casi insalvable, al menos de momento.

Ficha técnica

Peugeot e-Rifter

Motor eléctrico delantero

Potencia máxima: 136 CV

Par máximo: 260 Nm

Velocidad máxima: 130 km/h

Aceleración de 0 a 100 km/h, 8,3 segundos

Tracción: Delantera

Batería: 50 kWh

Consumos homologado WLTP en ciclo combinado 19.5 kWh.

Autonomía homologada WLTP: 283 km

Potencia de recarga: hasta 100 kW en CC y hasta 11 kW en CA.

Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,40 x 1,85 x 1,80 metros

Capacidad maletero: 600 litros.

Peso en vacío: 1.840 kg.

Precio: desde 38.000 euros.