Motor

Silence desencalla su entrada en la fábrica de Nissan a cambio de quedarse con el 10% de la plantilla

  • El fabricante de motos cierra su encaje en la reindustrialización tras dar un ultimátum a la administración
  • Los sindicatos celebran el acuerdo, pero denuncian los retrasos constantes del procedimiento
  • La empresa se quedará con 110 de los 1.200 trabajadores a recolocar
Los trabajadores de Nissan Barcelona protestan este miércoles frente al Departamento de Empresa de la Generalitat. Foto: Luis Moreno

Carles Huguet
Barcelona,

Aunque más tarde de lo esperado, Silence alcanzó al fin un acuerdo para cerrar su encaje en la reindustrialización de Nissan. Tras amenazar durante varios meses con llevarse su expansión fuera de Cataluña si no se le garantizaba un espacio propio en la planta de la Zona Franca (Barcelona), este miércoles acordó con las administraciones y la automovilística nipona su entrada en la instalación. Será a cambio de quedarse con 110 trabajadores de la antigua plantilla del fabricante.

El consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, hizo público este miércoles el acuerdo con la filial de Acciona durante la sesión de control del Parlament al Govern. "Esta noche se ha alcanzado un acuerdo entre la dirección de Silence y el comité de empresa de Nissan", celebró. El pacto permitirá "la contratación de una buena parte de los trabajadores de Nissan que se quedaron sin empleo", añadió.

El dirigente señaló también que tras la reunión mantenida hasta bien entrada la madrugada por la mesa de reindustrialización se ha logrado desbloquear la negociación sobre el futuro de los terrenos de Nissan en Barcelona, que se repartirán entre Silence; el hub de descarbonización liderado por QEV, Btech e Improva; y un operador logístico todavía por definir.

Por su parte, el comité de empresa rebajó la euforia de la Generalitat. Fuentes sindicales explicaron a elEconomista que la compañía de motos se quedará con 110 de los 1.200 empleados a recolocar, menos del 10% del total. Será con las mismas condiciones que tenían en Nissan y por un periodo mínimo de tres años.

Los sindicatos habían convocado una manifestación este mismo miércoles para protestar por los retrasos del procedimiento de reindustrialización.

Frente a la sede del Departamento de Empresa confirmaron el pacto, pero advirtieron: "Parece que el proceso ya está terminado porque hemos cerrado el acuerdo con Silence; es un inicio, pero la cosa no va por buen camino".

La plantilla mantiene su enfado por la lentitud del Gobierno y la Generalitat a la hora de dar entrada al inversor que se quede con la planta de Nissan. "Los retrasos continúan a pesar de habernos entendido con Silence", denunció el representante de CCOO, Miguel Ángel Boiza.

Los trabajadores piden mayor velocidad al Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, el propietario de los terrenos, para la redacción del concurso que debe adjudicar toda la infraestructura. La entidad contrató al bufete Roca Junyent para el diseño de la adjudicación, que debería estar lista en las próximas semanas.

Silence acelera su entrada en la Zona Franca después de amenazar con irse

Con el acuerdo, Silence acelera su aterrizaje en la instalación barcelonesa. Aunque parece complicado que pueda entrar en la planta el 1 de julio, como exigía, sí obtiene garantías de que una parte de la planta quedará en sus manos. De no haberlas conseguido, la firma dirigida por Carlos Sotelo había amenazado con llevarse sus planes de expansión a otro lugar.

Tras no conseguir quedarse con la planta satélite de Montcada i Reixac (Barcelona), el fabricante de motos eléctricas se reserva 55.000 metros cuadrados en la Zona Franca para ensamblar un minicoche eléctrico biplaza llamado S04.

Las fuentes consultadas por elEconomista señalan que la organización negocia con Seat para comercializar el modelo. Silence ya produce la motocicleta de cero emisiones Seat Mó 125.