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El Tesoro asegura que el coste de la deuda seguirá en mínimos haga lo que haga el BCE

  • El interés cayó hasta el 2,39% en 2018 y el de las emisiones se quedó en el 0,6%

Daniel Yebra

"El coste medio de la deuda se mantendrá en mínimos en 2019 independientemente de la política del Banco Central Europeo (BCE)", según aseguró Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, en la presentación de la estrategia para el presente año de la institución de crédito. El interés de las letras, bonos y obligaciones en circulación del Estado español cayó hasta el 2,39% en 2018 por primera vez en la historia -tras descender desde el 4 por ciento que superó en 2011 (máximos desde la crisis, ver gráfico)-, nivel en torno al que el Tesoro Público considera que seguirá durante este ejercicio, pese a que el coste de las nuevas emisiones, que el año pasado se quedó cerca del 0,6%, "alcance el 0,8% o el 1% de media".

San Basilio explicó que en las últimas salidas al mercado, desde que el BCE concluyó su programa de compras netas de deuda en diciembre, "no se ha notado ningún efecto por las reinversiones de los vencimientos, que hacen que la participación de la institución monetaria siga siendo significativa". Por esta razón y porque la demanda se mantiene "fuerte", según continuó el secretario general del Tesoro, la previsión es que el coste medio no se eleve.

Los factores que soportan este apetito por la deuda española son diversos. Por un lado, "el entorno de desaceleración del crecimiento económico a nivel global limita las expectativas de subidas de los tipos de interés oficiales por parte del BCE", incidió San Basilio. Por otro, precisamente "esta desaceleración será menos acusada concretamente en España" respecto a las principales economías de la eurozona, "lo que tiene especial valor para los inversores", según continuó; y, por último, alegó que "el crecimiento actual no solo no genera desequilibrios sino que corrige los heredados", en referencia al desempleo y la ratio deuda/PIB, para la que la previsión es un descenso hasta el 95,4%, desde el 96,9% de 2018.

Eso sí, San Basilio admite que "el año será complicado en mercado, de mucha volatilidad, por factores ya conocidos de carácter político -en referencia a las protestas de los chalecos amarillos en Francia, al acuerdo sobre Brexit o a las tensiones entre Italia y la Unión Europea-, por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y por la tendencia de desaceleración del crecimiento económico a nivel global, como ya se vio en la última parte del año pasado", aunque insiste en que "no influirá en las condiciones de financiación", lo que permitirá seguir "incrementando la vida media de la deuda en circulación", que en 2018 se acercó a los 7,5 años, máximo de toda la recuperación.

Una previsión "prudente"

La estrategia presentada ha confirmado que el Tesoro Público incrementará las emisiones de deuda un 2,1% en 2019 pese al objetivo de reducción de déficit. La institución de crédito proyecta unas necesidades netas de financiación de 35.000 millones de euros, frente a los 34.277 millones con los que se cerró 2018.

El secretario general del Tesoro reconoció que se trata de una estimación "prudente" y aseguró que "la idea es que a lo largo del año se pueda anunciar una reducción de las emisiones en términos netos", como ocurrió en 2018, ejercicio para el que se hizo una previsión de 40.000 millones.