Bolsa, mercados y cotizaciones
Solo la mitad de los mercados bajistas coinciden con una recesión
- Cuando no lo hacen, las caídas profundizan hasta el 24% de media
- Cuando sí, las correcciones se van hasta el 37% y son más largas
Daniel Yebra
La dramática sesión de Nochebuena -el peor 24 de diciembre de la historia de Wall Street- dejó al S&P 500 a las puertas de un mercado bajista, al prolongar las pérdidas desde su último máximo histórico, el registrado el 20 de septiembre sobre los 2.930 puntos, hasta casi el 20%, el límite para que técnicamente se considere que un índice ha entrado en territorio de osos.
Este contexto puede parecer contradictorio con una economía de Estados Unidos que crece por encima del 3% y que rebajará el ritmo sí pero que lo mantendrá por encima del 2%, con unos beneficios empresariales que también se incrementan si no a doble dígito al menos a uno medio-alto y con una política monetaria todavía con tintes acomodaticios, pero lo cierto es que solo la mitad de los 14 mercados bajistas que ha sufrido el S&P 500 desde la Segunda Guerra Mundial han coincidido con una recesión, según un estudio de LPL Research.
Cuando no lo han hecho, como se puede presumir que está ocurriendo ahora, las caídas del selectivo de referencia de la bolsa de Nueva York han profundizado un 24% de media, mientras que cuando sí han precedido o coexistido con una contracción de la actividad económica, las pérdidas se han ido hasta el 37% -ver gráfico-.
Al margen de la intensa volatilidad que han tomado los mercados en las últimas semanas, esta estadística ofrece rédito a la posibilidad de que los mínimos intradía vistos en Wall Street durante la media sesión del lunes de Nochebuena -exactamente los 2.350 puntos del S&P 500- sean el suelo de la presente corrección. Aunque hay una excepción que hace saltar por los aires esta probabilidad: el crash de 1987. Aquel año, sin atisbos de recesión económica, el S&P 500 llegó a perder un 34%.
Un contexto diferente
Eso sí, el contexto era muy diferente entonces, el índice había acumulado ganancias del 40% desde principios del ejercicio hasta máximos y el interés del bono a 10 años de Estados Unidos se incrementó del 6 al 9%. En 2018, el S&P 500 apenas subió un 10% desde el inicio del curso bursátil hasta el techo y la rentabilidad del papel soberano, tras las últimas bajadas, ha repuntado del 2,4 al 2,75%, dejando muy limitado el efecto aspiradora.
Los mercados bajistas que no han coincidido con una recesión más recientes se parecen más al actual, como es el caso del de 2011 o el del 1998, cuando las pérdidas rondaron el 20%, pero quizá lo más relevante para un inversor que se ve sumido en la volatilidad es que en estos dos casos, el S&P 500 recuperó el máximo previo en 5 y 3 meses, respectivavemte.
"Lo más importante para nuestras decisiones de inversión hoy en día es tener en cuenta que los selectivos se han recuperado históricamente bastante más rápido de los mercados bajistas no recesivos que de los que están acompañados por una contracción de la actividad económica", explica el equipo de analistas de LPL Research, que concluye que "en el primer caso el S&P 500 ha tardado un promedio de aproximadamente 34 meses en reconquistar su techo anterior y en el segundo unos 11 meses".