Bolsa, mercados y cotizaciones

El dólar se come todo el atractivo del bono americano al 3%


    María Domínguez

    La debilidad del 'billete verde' anula la rentabilidad que ya ofrece la renta fija de EEUU, ya que las coberturas para protegerse de posibles caídas de la divisa están en máximos históricos. Ya puede descargarse gratis el último número de Inversión a Fondo.

    La rentabilidad del bono estadounidense está marcando máximo tras máximo, por encima ya del 3%. En lo que llevamos de año, el T-Note genera pérdidas del 5,9% por precio -ya que al caer éste, sube la rentabilidad, y viceversa-. Con estos rendimientos, ¿es momento de entrar en este activo? ¿Se ha convertido el papel estadounidense a 10 años en una alternativa a la bolsa para el inversor europeo?

    Los gestores creen que todavía no, según las conclusiones de la última encuesta realizada por Bank of America Merrill Lynch entre estos profesionales: la mayoría de ellos se plantearía cambiar de renta variable a fija si el rendimiento del bono de Estados Unidos alcanzase el 3,6%.

    Más allá de que los expertos marquen ese punto de inflexión para realizar cambios en las carteras, el inversor europeo debe tener en cuenta el factor crucial de la divisa. Quien invierte en deuda estadounidense lo hace también en su moneda, el dólar, un activo volátil y que en los últimos meses se ha comportado de forma impredecible. Y de poco sirve un cupón del 3% si el dólar cae. Pero protegerse sale caro: actualmente, las coberturas para blindarse contra las caídas que pueda experimentar el billete verde están en máximos históricos.

    "Nos mantendremos alejados" del bono estadounidense, explica Paulo Gonçalves, analista de Banca March, que apunta: "El grueso de la caída [del precio del bono] que esperábamos para este año ya se ha producido; como mucho prevemos que la rentabilidad se vaya al 3,5 por ciento, un rendimiento que no compensa el coste de cubrir el riesgo divisa". En su opinión, el euro/dólar, que hoy cotiza en los 1,18 dólares, debería situarse en 1,25 dólares  -es decir, un 6 por ciento más arriba- para que la inversión en renta fija de EEUU resultase atractiva. El mercado -el consenso que recoge Bloomberg- ve al par en los 1,26 dólares a final de año.

    "Sólo para quien tenga dólares"

    "La inversión en bonos del Tesoro estadounidense es perfecta para quien tenga dólares", añade Miguel Ángel Paz, del departamento de inversiones de Unicorp. "El coste de cobertura está en máximos históricos, en el 3%; si a un cupón del 3% le resto un 3% en coberturas para la divisa, me quedo sin rentabilidad"; y eso sin contar las comisiones. El coste de cobertura se obtiene -de forma aproximada- calculando el diferencial de tipos entre Estados Unidos y Europa; suele utilizarse los bonos a 1 ó 2 años dado que las coberturas se realizan normalmente por periodos cortos. Actualmente, el papel estadounidense a 2 años ofrece prácticamente un 2,6%, mientras que su homólogo alemán cotiza en negativo, con un rendimiento del -0,6%, de modo que la brecha entre ambos se dispara por encima del 3%.

    Con Paz coincide Félix López, socio director de atl Capital, que considera que "para un inversor final en euros no compensa cubrir el riesgo divisa. "Si no tuviésemos en cuenta ese factor, rentabilidades del 3,3 o del 3,5 por ciento son razonablemente atractivas para estar en deuda estadounidense", explica.

    Víctor Alvargonzález, estratega de inversiones, se desmarca al asegurar que no es preciso cubrirse porque espera un dólar alcista en los próximos meses gracias a la política monetaria: "Cuando los tipos de interés suben de forma importante, se crea un círculo virtuoso para el que ha invertido en dólares", explica, aludiendo al hecho de que el dinero -los dólares- acudirán a las nuevas emisiones del Tesoro, más atractivas tras haber subido los tipos, lo que aumentará la demanda de esta moneda y, por tanto, su precio. El mercado espera que la Fed suba tipos en junio, después de dejarlos sin cambios -en el rango del 1,5 al 1,75 por ciento- en su encuentro de mayo. "Las subidas de tipos actúan, en cierto modo, de cobertura", afirma Alvargonzález.

    El analista considera, de hecho, que el inversor en deuda de Estados Unidos "no sólo va a ganar con el cupón, sino que obtendrá un plus de rentabilidad gracias a la divisa de aquí a un año". "No afirmo categóricamente que el dólar vaya a subir mucho, pero va a ser difícil que regrese la fortaleza que hemos visto en el euro en meses anteriores", añade.

    Lo que sí aconseja el estratega es entrar en duraciones cortas, en bonos a 1 o 2 años, que permitan renovar la inversión para acudir a emisiones más atractivas. Pone un ejemplo: "Entramos en una letra del Tesoro a 1 año, que ofrece un 2,25%; al año, cobramos nuestro 2,25% y renovamos a un tipo superior, lo que no es ninguna tragedia; por el contrario, si compras un 10 años, que actualmente ofrece algo más del 3%, y el rendimiento sube al 4%, tú seguirás cobrando ese 3%".

    El argumento de que la subida de tipos impulsará al dólar, uno de los tradicionalmente utilizados para explicar las fluctuaciones de las divisas, no convence al resto de expertos consultados, que argumentan que en los últimos meses esta premisa no se ha cumplido. "La balanza comercial está pesando más en la divisa que el hecho de que se espere una subida del precio del dinero", comenta Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis, en alusión a que a EEUU le interesa un dólar débil que sume atractivo a sus exportaciones. El déficit en el comercio internacional de bienes y servicios de Estados Unidos marcó en 2017 un máximo de nueve años, al alcanzar los 566.600 millones de dólares.

    En cualquier caso, es cierto que la cotización del billete verde ha virado y desde mediados de abril sube contra el euro. Desde los máximos anuales del euro -que marcó el 1 de febrero en los 1,25 dólares-, la moneda única cede un 5,6% frente a su principal rival.

    De ganar un 2,5% a perder un 0,6% con el mismo activo

    En palabras de Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión de BlackRock, "la subida de los tipos en Estados Unidos a corto plazo tiene repercusiones de gran calado: los inversores pueden ahora recibir rentabilidades superiores a la inflación asumiendo un riesgo muy inferior". Turnill se refiere al inversor estadounidense, aquel que no tiene que preocuparse por traer su dinero de vuelta a Europa.

    El impacto del dólar en las carteras en euros salta a la vista si comparamos el rendimiento que pueden esperar los inversores estadounidenses y los europeos en activos similares. Según los datos del BlackRock Investment Institute, la inversión en deuda emergente -en dólares- arrojará un 2,5% anualizado a 5 años para un estadounidense, mientras que generará pérdidas del 0,6 por ciento para un europeo -ver gráfico en página anterior-. La brecha es también notable si comparamos lo que se percibe con la deuda corporativa de bancos estadounidenses en dólares -que permite ganar un 3,8 por ciento- y en euros -el activo es el mismo, pero la rentabilidad cae al 0,9%-.

    Descartado el bono estadounidense, ¿qué alternativas le quedan al inversor europeo de renta fija? La clave está en evitar los bandazos de los tipos de cambio. Un estudio publicado en mayo por Franklin Templeton revela que los inversores profesionales dan un 76 por ciento de probabilidades a la compra de bonos empresariales grado de inversión -en euros- en los próximos 12 meses, y un 75 por ciento a la inversión en bonos de alto rendimiento -high yield, también en euros-. Los encuestados -240 asesores y 80 gestores de fondos discrecionales de Francia, Alemania, Italia y España- "están asumiendo un mayor riesgo en high yield en su búsqueda de rentabilidad, pese a los temores de que esta sublase de activos se dirija hacia el territorio de las burbujas", señalan desde la entidad.

    En cualquier caso, aún siendo conscientes de que el cambio de divisa puede penalizar las rentabilidades, puede ser interesante tener alguna inversión en dólares para contar con más de una divisa en cartera. Miguel Paz, de Unicorp, propone entrar en high yield estadounidense de corta duración. "Lo compraríamos sin cubrir la divisa, y asumiendo que al cambio nos va a rentar lo mismo que un high yield europeo. Pero para patrimonios elevados tiene sentido diversificar en divisa, porque cuando vienen crisis fuertes el dólar se termina apreciando", comenta.