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Shell pagará su dividendo en efectivo por primera vez en dos años
- También reitera su programa de recompra de acciones de 25.000 millones
- El grupo mejora sus previsiones de flujo de caja libre orgánico
Isabel M. Gaspar
Era uno de los dividendos más atractivos de Europa, con una rentabilidad que superaba el 6%. Una cifra que se debía a su política de dividendos: pagar en 'scrip dividend', lo que comúnmente se conoce como en 'papelitos'.
No obstante, la compañía ha sorprendido al mercado al anunciar que retira el pago en acciones, por lo que a partir de ahora sus accionistas solo recibirán efectivo. Además, llevará a cabo un programa de recompra de acciones por valor de 25.000 millones de dólares. Un anuncio que ha llevado a sus títulos a subir más de un 2%.
A este respecto, el próximo dividendo de Shell, correspondiente al cuarto trimestre de 2017, será el primero que se pague en dinero contante y sonante en dos años. La petrolera recurrió por primera vez al 'scrip dividend' en el año 2010 y lo mantuvo hasta el segundo trimestre de 2014. Un periodo en el que también recompraba acciones para evitar el efecto de dilución del pago en acciones. Sin embargo, en enero de 2015 Shell dejó el programa de recompra de acciones y recuperó el 'scrip' para poder afrontar la compra de BG Group por 54.000 millones de dólares.
En este sentido, el grupo ha reiterado su programa de recompra de acciones por valor de 25.000 millones de 2017 hasta 2020. Eso sí, dicho programa estará sujeto a la reducción de la deuda y la recuperación continuada de los precios del petróleo.
De hecho, con el objetivo de reducir su apalancamiento, Shell comenzó un programa de desinversiones por valor de 30.000 millones que casi ha cubierto, ya que ha completado más del 80%. Cuando la firma alcance el objetivo marcado, seguirá desinvirtiendo a un ritmo medio de más de 5.000 millones hasta, al menos, 2020.
En este contexto, la recuperación del sector petrolero comienza a reflejarse en las compañías, ya que Shell también comunicó que ha aumentado su previsión de flujo de caja libre orgánico anual de 25.000 millones a 30.000 millones de dólares para 2020, a un precio del barril de Brent de 60 dólares.
Al calor de esta noticia, han sido varias las casas de análisis que han revisado la valoración que vierten sobre Shell. De este modo, Morgan Stanley, Barclays y Kepler Cheuvreux han reiterado su recomendación de compra, mientras que ING Bank opta por el mantener que ya le otorgaba anteriormente. Por su parte, AlphaValue sigue inclinándose por la venta de los títulos.