Bolsa, mercados y cotizaciones
Hacienda se atasca en resolver si el ETF acaba tributando como fondo
- Tiene que ratificar o desdecir la decisión tomada en el mes de octubre
Cristina García, Arantxa Rubio, Joaquín Gómez
El cambio fiscal del ETF, para tributar como un fondo y no como una acción, como hasta ahora, está encallado en Tributos. Es este organismo (y no la CNMV) el que debe manifestar públicamente cómo se regula este producto, después de que en octubre respondiera a una consulta de una gestora extranjera diciendo que los ETFs no listados en bolsa española se considerarán fiscalmente como fondos.
Esa fue la posición oficial de un órgano que ha sufrido cambios por el camino. En diciembre, por ejemplo, se incorporó Alberto García Varela como secretario general de Tributos pero aún está vacante el puesto de subdirector general del organismo, que es el encargado de coordinar al resto de subdirectores de otras áreas. "Esto podría causar un pequeño retraso, aunque estamos trabajando para cubrir el puesto", explican desde la institución.
Este equipo, recién instalado, tendrá que ratificar o desdecir la decisión que tomó el anterior en octubre admitiendo a una gestora extranjera que vende ETFs en España, sin que coticen en bolsa española, que tributasen como fondos. De él depende que esta consulta vinculante a una sola entidad se transforme en un cambio fiscal para la toda la industria.
La modificación dejaría beneficiados y perjudicados. Entre los primeros están los inversores, que podrían asistir a la mayor reforma fiscal sobre la inversión de las últimas décadas si sale adelante; y también los brókeres, que ya estudian cómo podrían adaptar sus plataformas por si se materializa. Entre los perjudicados, las gestoras de los grandes bancos y las internacionales, que alegan problemas técnicos para frenarlo.
Su tabla de salvación se llama Cuaderno 334, un documento en el que se recoge el protocolo técnico para los traspasos. "Las entidades están agarrándose a este reglamento para impedir que salga adelante", denuncian fuentes de la industria.
Mientras los brókeres explican que podrían salvar los obstáculos técnicos, la razón por las gestoras intentan parar esta reforma, explican fuentes del sector, es que pone en peligro un negocio que para ellas representa más de 1.000 millones de euros al año de su beneficio.
Con el uso de los ETFs extendido solo entre institucionales, los bancos (y también gestoras) encuentran en las comisiones que cobran por vender fondos de inversión, planes de pensiones y sicavs una de sus principales fuentes de ingresos. De ese importe, son capaces de convertir en beneficio en torno al 20-25% de lo que ingresan, detallan estas fuentes.
Un modelo 'bancarizado'
Las gestoras de las grandes entidades bancarias concentran el 66% de la industria española y retroceden el 63% de las comisiones de gestión que cobran a los bancos. Solo entre CaixaBank AM, Santander AM y BBVA AM poseen casi el 47% del mercado (ver gráfico).
Con los ETFs, el modelo actual no deja lugar para las retrocesiones, ya que sus costes medios son muy bajos, de entorno al 0,4%, lo que explica que ahora las redes bancarias solo los comercialicen a través de fondos de fondos de la casa o para sus clientes de banca privada.