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Saxo Bank: "El riesgo de Trump es real, pero la crisis del BCE es mucho más grave para los inversores"
- Las políticas proteccionistas de Trump no justifican el escenario inflacionista
Cristina García
La política monetaria del Banco Central Europeo se sitúa en el punto de mira después de que Donald Trump haya conquistado la Casa Blanca. Y, aunque el mercado ha puesto fecha a la subida de tipos en Europa, en octubre de 2018, para Saxo Bank "el BCE se verá obligado a mantener su posición acomodaticia durante más tiempo de lo previsto, lo que podría llevar a tensiones entre los partidarios de Draghi y los de Alemania y sus aliados, que están pidiendo medidas de salida".
"El riesgo de Trump es real", continúan, "pero el mayor riesgo, ignorado por los inversores, es el de una crisis abierta en el BCE con respecto a su política monetaria".
Para Christopher Dembik, economista de Saxo Bank, la razón por la que el organismo europeo deberá mantener su política acomodaticia es para evitar la penalización del poder adquisitivo de las familias, especialmente en países de bajo crecimiento como Francia, cuando Estados Unidos no tenga más remedio que permitir que su país se deprecie para exportar la inflación a sus socios comerciales. "Para la zona euro, eso significa un nuevo ciclo de tipos de interés, un euro más fuerte y un aumento de la inflación", explica.
El riesgo a que se abra una crisis respecto a la política del BCE es más grave, en su opinión, que los propios riesgos que entraña la presidencia de Trump. Sobre estos últimos considera que, a pesar de que el mercado ya descontado un escenario inflacionista, éste no se justifica con las políticas proteccionistas reafirmadas por el nuevo presidente. "La vuelta a la realidad podría ser brutal para los inversores, dado que en un mundo globalizado, el proteccionismo tendrá un coste económico a gran escala", opina Dembik.
El experto hace alusión también a que el motivo que llevó a Trump a ganar, el aumento de la desigualdad, no se paliará con sus propuestas económicas, "lo que podría crear rápidamente el resentimiento de su base electoral", estima. Aunque la mayor preocupación para este economista es, quizás, el aspecto comercial. "Por el momento, Trump está apuntando a México, su objetivo más fácil ya que el 80% de las exportaciones del país van a Estados Unidos. Pero el verdadero objetivo del nuevo presidente es China", que tiene dos medidas para responder a la primera economía del mundo.
Una, comprar menos bonos en dólares estadounidenses y dos, referirse al Órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial de Comercio en caso de conflicto. "Sería un largo y laborioso proceso legal, pero cuya decisión sería obligatoria para Estados Unidos, y en caso de incumplimiento, podría conducir a la salida de dicha organización internacional. Esta sería una opción económicamente peligrosa porque la OMC protege a los exportadores de Estados Unidos", explica.