Bolsa, mercados y cotizaciones
Popular gana el apoyo de los fondos soberanos árabes y asiáticos a su banco malo
- Prevé sacar adelante Sunrise con el apoyo máximo de 4 grandes inversores
- Los estadounidenses JP Morgan y Morgan Stanley estarían también detrás
Laura de la Quintana, Carlos Jaramillo
Fuentes del sector aseguran que hay interés por parte de grandes fondos soberanos de países asiáticos y árabes en formar parte del proyecto inmobiliario de Banco Popular, Sunrise. En principio, los inversores internacionales estarían interesados en tener una exposición directa al ladrillo nacional a través de esta operación.
No obstante, Sunrise no ha despertado el mismo interés dentro de Europa, donde el reconocido fondo de pensiones de Noruega ha declinado formar parte de la misma.
Según ha podido saber elEconomista, Banco Popular pretende colocar los bonos inmobiliarios con los que financiará la operación solamente entre tres o cuatro firmas de inversión, con suscripciones que, como mínimo, serán de 500 millones de euros, para un total de deuda que rozará los 4.000 millones de euros. 300 de ellos serán los que aporte Aliseda, que actualmente gestiona el ladrillo del Popular, y el resto provendrá de la deuda asociada a los activos de la futura compañía (préstamos hipotecarios).
De momento, el proyecto Sunrise ya cuenta con el respaldo de dos de los mayores bancos de inversión americanos, como son JP Morgan y Morgan Stanley, y sólo ellos ya garantizan que salga adelante. La entidad prevé tener cerradas las condiciones de financiación de su inmobiliaria antes del cierre de este año.
Inmobiliaria
Banco Popular lleva cerca de un año preparando la salida a bolsa de un vehículo inmobiliario bajo el nombre de Proyecto Sunrise. Su salto a bolsa sigue previsto para el primer trimestre del año, con una capitalización aún por determinar, pero que se encontrará en una horquilla comprendida entre los 500 y 700 millones de euros. Los títulos de la nueva compañía se asignarán a los accionistas actuales de Banco Popular proporcionalmente a su participación en el banco.
De los 34.000 millones de euros en ladrillo que tiene la entidad en balance, 6.000 millones de euros brutos irán a parar a la inmobiliaria, con un valor neto de 4.000 millones de euros, una vez deducidos los préstamos que ha concedido el banco en concepto de hipotecas.
La cartera de activos de una inmobiliaria que todavía se está perfilando estaría compuesta, según fuentes del sector, principalmente por inmuebles residenciales, que constituirían, de manera aproximada, un 65% de la misma. Se trataría de viviendas situadas en la periferia de las ciudades o apartamentos de playa, lejos de los activos denominados prime, que son los que se ubican en las zonas financieras más cotizadas de las grandes ciudades. Además, la inmobiliaria contará con oficinas, naves industriales y entorno al 5% de suelo.