Bolsa, mercados y cotizaciones
Los bajistas se ceban con los valores que más sufren desde los comicios de EEUU
- Alcanzan máximos históricos en Telefónica y Cellnex
María Domínguez
Los bajistas se han dado un buen banquete en las últimas sesiones bursátiles. Aprovechando el efecto Trump, que ha impulsado a un buen número de cotizadas y penalizado a otras tantas en el parqué, han tomado presencia en algunos de los valores que más caen en bolsa desde que, en la madrugada del pasado martes, el candidato republicano se impusiese en las presidenciales estadounidenses.
De hecho, en algunas compañías españolas este tipo de inversores -que toman prestadas las acciones para venderlas con la expectativa de que caigan y recomprarlas más tarde, ganando la diferencia- han tomado el mayor bocado desde que existen datos. Es el caso de Telefónica, donde en las últimas dos semanas los denominados cortos han escalado hasta rozar el 3,3%, según los datos difundidos ayer por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La teleco es una de las compañías que más sufre en el parqué desde que se conoció la victoria de Trump: sus títulos ceden un 6,8% desde el 8 de noviembre. La empresa retrocede, como muchas otras, lastrada por su abultada deuda, que ronda los 50.000 millones de euros. La penaliza el espectacular repunte que está viviendo el mercado de renta fija, que encarece la financiación de las empresas más apalancadas (una financiación que, por otro lado, han estado obteniendo a tipos históricamente bajos). Cellnex, el valor más penalizado desde el miércoles -se hunde en bolsa un 10,2%- también se sitúa entre las compañías en las que más peso han ganado los bajistas. Éstos, al igual que en Telefónica, han alcanzado su punto más alto, al controlar el 4,4% del capital.
En Dia, la favorita de los osos, estos inversores también han tocado su máximo, en el 14,2%. El grupo de distribución se corona como la número uno para los bajistas, seguida, aunque de lejos, por Popular y por Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Los cortos nunca habían tenido tanto peso en Banco Popular como ahora, cuando controlan el 7,8% de los títulos del banco. Aunque, en este caso, su aumento no tiene que ver con Trump sino con la particular situación de la entidad, que ha visto cómo su ampliación de capital por 2.500 millones de euros no ha sido suficiente para convencer al mercado. La firma sigue cotizando por debajo del nivel psicológico de 1 euro, a pesar de que se cuela entre las más alcistas -como la mayoría de bancos españoles- desde que se conociese el resultado de las elecciones en EEUU.
Los cortos también han regresado en los últimos días a Iberdrola, a la que no se acercaban desde el pasado mes de marzo o suponían menos del 0,2%, el mínimo necesario para comunicarlo y, precisamente, el nivel en el que están ahora. No en vano pertenece al sector de las utilities, uno de los más penalizados por los resultados electorales.