Bolsa, mercados y cotizaciones
Los halcones de la Fed consideran que retrasar una subida de tipos puede generar una recesión
José Luis de Haro
La profunda división que existe en el seno del Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) fue más que evidente durante su última reunión de política monetaria celebrada el pasado 20 y 21 de septiembre. En las actas de dicho encuentro, publicadas ayer, pudo advertirse como Janet Yellen y los altos funcionarios del banco central estadounidense están preparados para subir los tipos "relativamente pronto".
Sin embargo la división entre halcones, aquellos que buscan normalizar la política monetaria ante el acecho de la inflación, y las palomas, que optan por mantener una política acomodaticia para alicatar el crecimiento, sigue alejando un posible consenso entre ambos bandos.
"Algunos participantes creyeron que sería apropiado subir las tasas de los tipos federales relativamente pronto si el mercado laboral continúa mejorando y la actividad económica se fortalece", rezó el documento publicado por la Fed. Dicho esto, "otros prefirieron esperar a datos más convincentes que demuestren que la inflación se mueve hacia el objetivo del Comité, fijado en el 2%", añadieron las minutas.
Recordemos que en dicha comitiva, cuando se decidió mantener los tipos entre el 0,25% y el 0,50%, tres de los 10 funcionarios con derecho a voto se opusieron a no endurecer la política monetaria a este lado del Atlántico. Esther George, presidenta de la Fed de Kansas City, contó con el respaldo de Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland y su homólogo en la Fed de Boston Eric Rosengren, quienes consideraron que la economía estadounidense precisa de un incremento de 25 puntos básicos en su política monetaria.
En las actas del encuentro puede observarse como aquellos funcionarios que abogan por dar continuidad a la normalización monetaria que comenzó el 15 de diciembre del año pasado se mostraron preocupados por los efectos que puedan derivarse de ocho años con una política ultraacomodaticia. "Varios participantes se refirieron a episodios históricos donde la tasa de paro parecía haber caído muy por debajo de su estimación normal a medio plazo", se puede leer en la transcripción donde se resalta que en dichos episodios un endurecimiento de la política monetaria "normalmente estuvo seguido de un recesión y un largo incremento en la tasa de desempleo".
De momento, a pie de parqué, y según el indicado FedWatch que elabora la Bolsa Mercantil de Chicago (CME, por sus siglas en inglés) sólo el 9,3% de los operadores anticipa una subida de tipos durante la próxima reunión que culminará el 2 de noviembre.
Un encuentro que carecerá de rueda de prensa por parte de Yellen y que se producirá a seis días de las elecciones presidenciales, un hecho que favorece el no tomar decisiones para evitar que se acuse a la Fed de politizar su decisión. Sin embargo, el 63,6% del mercado descuenta una subida de 25 puntos básicos para la última reunión del año, que terminará el 14 de diciembre y que sí contará con declaraciones paralelas de la presidenta del banco central estadounidense.
Si a dicho porcentaje se suma el 6,2% restante que considera que los tipos cerrarán 2016 entre el 0,75% y el 1%, es evidente que los operadores están más que mentalizados para continuar con la normalización monetaria de forma lenta y progresiva.