Bolsa, mercados y cotizaciones

Value Tree: "Las bolsas están obscenamente caras: no esperamos más de un 5% de rentabilidad"


    Laura de la Quintana

    Después de ocho años de crisis financiera, "en Estados Unidos los principales indicadores se encuentran en niveles precrisis y en Europa están, incluso, más alejados. No sólo es el caso de la bolsa porque el sector financiero está tan mal o, incluso, peor" que en los periodos previos a una recesión, reconocen desde Value Tree.

    El marco actual, tal y como recalcan desde la gestora, es muy difícil de gestionar. En Estados Unidos indicadores tan relevantes como el ISM de manufacturas -que se considera un indicador adelantado de la marcha de la economía estadounidense- se sitúa, es cierto, en zona de expansión (por encima de 50 puntos), pero es un nivel idéntico al protagonizado en 2008, previo al desplome del mercado, y al del año 2002, tras el estallido de la burbuja de las puntocom.

    En Europa sucede, por su parte, más de lo mismo. Si el termómetro para medir la marcha de nuestra economía es el sector financiero, el índice Stoxx 600 Banks -que aglutina a los mayores bancos del Viejo Continente- cotiza, en estos momentos, en la misma zona a la que se desplomó durante la crisis de Lehman Brothers en el año 2008.

    "Nos encontramos en un momento en el que las bolsas están obscenamente caras. Y en el momento en el que llegue un detonante cualquiera puede producir una caída fuerte de las mismas", asegura Lucas Monjardín, consejero delegado de Value Tree. Pero, ¿cuáles son los motivos que apuntarían a que nos encontramos en un abismo de mercado?

    Bolsas caras y sin crecimiento

    Los gestores de la firma esperan un máximo de rentabilidad del 5% en la renta variable para este año, si bien es cierto que su gestión se centra en la selección de valores y no en la inversión sobre índices concretos.

    El sostén para entender la tesis de que el mercado cotiza caro se debe, principalmente, al escaso crecimiento de beneficio de las compañías, aunque existen diferencias. Mientras que en Estados Unidos sus cotizadas han aumentado el beneficio por acción (BPA) en los últimos años, en Europa se ha producido la situación contraria.

    Ahora bien, "no se trata de un crecimiento sano", apunta Monjardín, si consideramos que si lo han hecho ha sido a base de recomprar acciones, incrementando al mismo tiempo su deuda. Las firmas estadounidenses se estarían aprovechando de los menores costes financieros en Estados Unidos gracias a la rebaja de los tipos de interés a niveles suelo por parte de la Fed (Reserva Federal). Europa, de momento, no ha optado por esta vía.

    Por otro lado, el sector financiero se encuentra en una situación comprometida, a pesar de que los esfuerzos del Banco Central Europeo (BCE) se han centrado casi exclusivamente en salvar a los bancos. "No han sido capaces aún de pasar el coste financiero al cliente final", asegura el experto.

    ¿A qué se refiere? Desde que el BCE decidió pasar a negativo la tasa de depósito impuesta a los bancos, esto es, que las entidades deben pagar por depositar allí su dinero y actualmente se sitúa en el -0,4%-, sumado a unos mayores requerimientos impuestos al sector por la nueva normativa de Basilea III, éstos han visto mermar considerablemente sus márgenes de beneficio.

    ¿Qué tendrán que hacer, entonces? "Empezarán a cobrar por cosas que antes no hacían", afirma, para tratar de adaptarse al nuevo entorno. Conclusión: ni tocar a los bancos. 

    No habrá rebote de las materias primas

    Las commodities han roto su correlación histórica respecto a la renta variable. Y lo normal es que vuelvan a su cauce de un modo u otro. "Esta relación (subida de la bolsa, subida de las materias primas) se ha roto totalmente y se debe corregir de alguna manera: o el S&P 500 cae o el precio de las materias primas debería empezar a volar y no parece que se vaya a incrementar la demanda", comenta Monjardín.

    Es por ello que la previsión que manejan desde Value Tree es la de un petróleo a 60 dólares para este año, pese a que volverá a los 100 dólares el barril en los próximos dos o tres ejercicios.

    ¿Burbuja en renta fija?

    Si bien es cierto que la existencia de una burbuja se desconoce hasta el mismo día en el que estalla, todo apunta a que las compras del BCE están generando rentabilidades -negativas- totalmente artificiales.

    Los analistas recuerdan cómo gran parte de la deuda con vencimiento inferior a dos años se encuentra, en estos momentos, en rentabilidades negativas; de ahí que "se esté obligando al inversor a asumir más riesgo" en campos distintos a la renta fija. "Cualquier inversor europeo sabe que si tiene en cartera bonos con una duración de entre dos y cinco años va a terminar perdiendo dinero".