Bolsa, mercados y cotizaciones
Malasia, la bolsa más resistente: el aburrimiento como valor al alza
- Es un refugio a pesar de la corrupción y el hundimiento del petróleo
- El gobierno sostiene el mercado con el fondo de pensiones estatal
elEconomista.es
Las exportaciones de petróleo se hunden, su primer ministro está acusado de corrupción y los beneficios empresariales están cayendo. A pesar de esta complicada fotografía actual, Malasia es el mercado bursátil más resistente del mundo.
Los fondos internacionales están entrando en el país al mayor ritmo de todo el sudeste asiático. El índice de referencia de Kuala Lumpur se ha duplicado desde sus mínimos de 2008 sin haber llegado ni siquiera a tener una corrección del 20%. Tan Ming Han dice que sabe el secreto: la menor volatilidad de toda la región.
Malasia se ha convertido en un destino apreciado por los inversores a los que no les importa perderse grandes picos si eso significa que se ahorran el riesgo de grandes crashes. "A veces, demasiada excitación puede provocar un ataque de pánico, especialmente con unos mercados volátiles", explica Tan, gestor senior en Amundi Malaysia. "Aburrirse a veces es bonito".
En este entorno, el sentimiento sigue boyante en el país, hogar de algunos de los dividendos más atractivos y en el que el fondo de pensiones, con 166.000 millones de dólares bajo gestión, apuntala el mercado con compras de acciones. Además, sigue siendo un mercado barato: a pesar de que el FTSE Bursa Malaysia KLCI ha subido un 12% desde sus mínimos de tres años en agosto, todavía cotiza a su nivel más bajo en una década respecto a los índices mundiales.
Esta situación está haciendo que los inversores internacionales se sientan cada vez más atraídos, y en lo que va de 2016 han invertido 4.400 millones de ringgits, unos 1.000 millones de euros, superando a Corea del Sur y el resto de mercados del sudeste asiático, según MIDF Amanah Investment Bank. Además, en el mes actual las entradas de dinero están siendo las mayores desde abril de 2013.
Malasia no es el único refugio del sudeste asiático que buscan los inversores. Países como Filipinas, Indonesia o Tailandia ganan atractivo con un crecimiento económico que se recupera y unas divisas tranquilas, una situación muy diferente a la que viven los dos grandes del continente, China y Japón.
"El mercado alcista malayo está mantenido principalmente por el apoyo institucional, especialmente los fondos ligados al Gobierno", añade Tan. De hecho, en febrero, los fondos domésticos institucionales supusieron casi la mitad del valor del mercado, frente al 29% de los fondos extranjeros.
Este atractivo no se ha visto frenado a pesar de la crisis política que vive el país. El primer ministro, Najib Razak, se ha visto envuelto en un escándalo sobre los 681 millones de dólares que aparecieron en su cuenta bancaria antes de las elecciones generales de 2013. Se está investigando a 1Malaysia Devolepment, el brazo inversor del gobierno y cuyo consejo asesor está presidido por Najib, por presunto lavado de dinero e irregularidades financieras.
Además, hay otros signos de preocupación para los inversores, especialmente el incremento de costes y el menor crecimiento, que pesarán sobre los beneficios empresariales. Así, la inflación está en máximos de dos años, mientras que las exportaciones de petróleo han caído 12 meses seguidos.
A pesar de todo, la ausencia de grandes cambios en el mercado bursátil malayo permanece como gran reclamo para algunos inversores. Como resume Tan, "los mercados malayos han tenido una menor volatilidad, y por eso a pesar de ser aburridos, han superado a sus comparables".