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China amenaza a EEUU con vender su deuda si sube tipos con celeridad

  • El bono americano ha repuntado en rentabilidad del 1,90% al 2,20% en días

José Luis de Haro

"¿Está China vendiendo bonos del Tesoro?", se preguntaba en Twitter a última hora del miércoles Bill Gross, gestor de Janus Capital. Una voz de alarma que corría como la pólvora en los mentideros de la Calle del Muro. En un momento en que el gigante asiático ha desatado una montaña rusa en las bolsas de medio mundo, Washington confirmaba que Pekín ha desinvertido en bonos estadounidenses en busca de acumular dólares para apoyar los movimientos sufridos por el yuan.

"Este viraje en la política de la divisa ha impulsado un cambio importante sobre las expectativas del yuan, que seguirá devaluándose dada la importante fuga de capitales, que se estima ha llegado hasta los 200.000 millones de dólares en el último mes", explica George Saravelos, estratega de Deutsche Bank. "La respuesta del Banco Popular de China ha sido defender el yuan, vendiendo divisas de reserva y reduciendo su tenencia de activos de renta fija", añade. 

Este hecho simula la retirada de la Fed y su compra de bonos del Tesoro, una operación conocida como Quantitative Easing. Recordemos que desde 2003, la segunda mayor economía ha acumulado reservas por valor de 4 billones de dólares en activos extranjeros, entre ellos deuda estadounidense.

"El equivalente de este cúmulo de activos imitó al QE, ya que el banco central de China imprimió yuanes y los utilizó para comprar deuda extranjera", aclara Saravelos. De ahí que la rentabilidad de los bonos del Tesoro permanecieran bajos, las curvas se aplanaran y los expertos bautizasen este evento como el "enigma de la renta fija". 

Sin embargo, dadas las circunstancias, parece que el gigante asiático ha optado por dar un zarpazo al mercado con una venta masiva de sus tenencias de bonos americanos. Según confirmaba Bloomberg, China se ha deshecho de deuda estadounidense directamente, así como a través de agentes en Bélgica y Suiza. Un hecho notificado a las autoridades de EEUU por parte de sus homólogos en Pekín. 

De hecho, como relataba Saravelos, el banco central chino ha reducido sus reservas en dólares para comprar divisa china y apoyar así el tipo de cambio, una operación que ha reducido sus reservas en divisa extranjera en unos 315.000 millones de dólares durante los últimos 12 meses. Bloomberg estima que los 3,65 billones de dólares en reservas de divisa extranjera que acumula podrían reducirse en otros 40.000 millones mensuales durante lo que queda de año. 

Los datos del Tesoro de EEUU y de Bloomberg indican que China posee en torno a 1,48 billones de dólares de la deuda americana y cerca de 200.000 millones de estos activos se conservan en Bélgica, según Nomura. Desde Société Générale consideran que China ha liquidado algo más de 100.000 millones de dólares en bonos del Tesoro durante las últimas dos semanas, una cifra calculada según la liquidez inyectada al sistema financiero chino a través de las medidas anunciadas el pasado martes.

"Si esa elevada cifra es cierta, habría que considerar que el dinero del inversor privado vuelve a preferir al mercado de deuda (y especialmente al norteamericano) como objetivo de inversión pese al escenario de próximas subidas de tipos", estimaba este jueves en un informe, Jose Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. 

Para Saravelos, las implicaciones de esta operación son negativas para los activos de riesgo, "ya que la liquidez global se reduce considerablemente", justifica. En el caso de la renta fija, el impacto en la rentabilidad de los bonos es "ambivalente", ya que "la demanda del sector privado de bonos como valor refugio podría compensar la venta por parte del banco central chino". Aún así, la rentabilidad real de los bonos debería seguir subiendo y las expectativas de inflación continuar a la baja. "Esta ha sido la reacción del mercado durante las últimas dos semanas, es como si la Fed estuviera adelgazando su balance", indica el estratega de Deutsche Bank. 

El problema en estos momentos es que la fuga de capital en China tiene el potencial de seguir recrudeciéndose en los próximos meses. Un hecho que despierta tensión en el mercado, ya que indicaría que la desinversión por parte de Pekin en activos de deuda extranjera, especialmente estadounidense, podría continuar. Entonces, ¿cuál sería la solución a corto plazo?. "Otros bancos centrales deberían ocupar la brecha que China ha dejado, con el Banco de Japón o el Banco Central Europeo como principales cantidatos", estima Saravelos.