Bolsa, mercados y cotizaciones
Los expertos creen que el ciclo alcista de EEUU se acaba y que puede ir a la recesión en 2016
- El crecimiento económico ha pasado ahora a Europa
- Esta situación podría empujar al 'Bund' hasta el 2%
Javier G. Jorrín
La economía son ciclos y Estados Unidos está agotando su fase alcista. Este es un temor que se está extendiendo entre algunos economistas, que ven con pesimismo el horizonte cercano del país. El panel de expertos citados este jueves en el Madrid Fund Forum que se celebró en el estadio Santiago Bernabéu con la colaboración de elEconomista, desgranó los indicadores más importantes de la economía del país, que además son los que adelantan un futuro más incierto. "Estamos navegando el principio del fin de la recuperación", alertó Chris Watling, consejero ejecutivo de Longview Economics.
EEUU suma ya seis años de expansión del PIB, una racha que sólo se había visto en tres ocasiones desde la Segunda Guerra Mundial, con las fases de crecimiento de los sesenta, ochenta y la última de los noventa. "Estamos agotando el ciclo de crecimiento y sospecho que el año que viene, la economía global se contraerá y EEUU caerá en recesión", advirtió Watling. "El mundo está en un periodo de recesiones más frecuentes que en el siglo XX", indicó Lakshman Achuthan, cofundador y director general de Ecri (Instituto para el Estudio del Ciclo Económico, por sus siglas en inglés).
La recuperación de la grave recesión de los años 2008 y 2009 ha sido lenta y tortuosa, lastrada por el estancamiento de los niveles de productividad. "EEUU sólo tiene un punto porcentual de crecimiento: medio por el aumento de la productividad y el otro medio por el aumento de las horas trabajadas", alertó Lakshman. A todas luces, un nivel de expansión insuficiente que ha provocado un ciclo de crecimiento de seis años que sigue estancado en la fase de la recuperación. Los bajos niveles de inflación, el desapalancamiento del sector privado, la austeridad fiscal... son muchos los factores que pesan sobre el crecimiento potencial de EEUU y del resto de países desarrollados. "En todas las grandes economías, la tendencia del crecimiento ha sido a la baja", indicó Lakshman, por ejemplo, en los últimos diez años, EEUU ha crecido, de media, un 1,3% anual, frente al 1,1% que creció Japón en su década perdida. El país también se tiene que enfrentar a otros retos como el descenso del comercio mundial, a la fortaleza del dólar o la desaceleración de China, un conjunto de factores que han hecho saltar las alarmas de otros gurús como George Soros o Ray Dalio.
"El debate sobre el crecimiento o el estancamiento secular (secular stagnation) me recuerda mucho al que había en Japón en los años noventa", afirmó Valentijn van Nieuwenhuijzen, responsable de multiactivos de ING Investment Partners. En su opinión, "los agentes económicos tienen que volver a invertir para generar un crecimiento robusto". Para Watling, el problema es tanto el volumen de inversión como el destino: "El 60% de la inversión global va a energía o a materias primas", dos sectores que generan incrementos de la productividad muy bajos.
El escenario económico en Europa es más favorable, ya que se encuentra en un momento más tierno del ciclo económico. "Estamos en una situación de la recuperación más temprana, por lo que tenemos más tiempo hasta llegar a esa situación y debemos aprovecharlo", señaló Anna Stupnytska, economista jefe de Fidelity. De hecho, Europa todavía tiene recorrido en sus políticas monetarias expansivas: "No me sorprendería ver un segundo programa de compras del Banco Central Europeo (BCE) cuando acabe el actual, en septiembre de 2016", indicó Nick Hayes, responsable de estrategias de renta fija flexible de Axa Investment.
Crecimiento y rentabilidades
Hay muchos elementos coyunturales que tiran de la economía de la eurozona, como la debilidad del euro, los estímulos monetarios, la mejoría del crédito y la base monetaria, o la caída del precio del petróleo. Factores que han contribuido a elevar la volatilidad del mercado de bonos y a disparar las rentabilidades hasta niveles que no se veían desde septiembre. Los expertos respaldan el mensaje del presidente del BCE, Mario Draghi: hay que acostumbrarse a la volatilidad.
En su opinión, la rentabilidad de la deuda alemana seguirá subiendo a medio plazo (aunque a corto pueda vivir una fase de corrección) "hasta niveles entre el 1,5 y el 2%", explicó este jueves Mike Zelouf, director gerente de Legg Mason. Para Hayes, es necesario que la rentabilidad del Bund suba algo más para que realmente sea atractivo por sus fundamentales. "Si se añaden 40 o 50 puntos básicos, sería el momento de comprar el bono alemán", señaló este jueves, esto es, cuando la rentabilidad se sitúe en el entorno de 1,4 o 1,5%.
La curva estadounidense también tirará de la alemana al alza y, por extensión, del resto de la eurozona, a medida que se aproxime la primera subida de tipos de la Reserva Federal en nueve años. "Lo más probable es que sea en septiembre", indicó Zelouf, "realizará dos o tres subidas y luego esperarán un tiempo para ver qué impacto produce en la economía".