Bolsa, mercados y cotizaciones
Por qué la rentabilidad de algunos mixtos se desmonta y la de otros no
- Los planes de pensiones sufren su elevada exposición a deuda española
Isabel Blanco, Cristina García
Es un producto que se está vendiendo solo. El fondo mixto se ha convertido en el mejor reclamo para inversores conservadores que buscan asumir un poco de riesgo acercándose a la renta variable. Basta ver como mes tras mes es la categoría de fondos donde indudablemente más dinero entra.
Sólo en los cuatro primeros meses del año, los fondos mixtos han recibido más de 17.000 millones de euros frescos, según datos de Inverco. Unas cifras históricas.
La carta de presentación no ha podido ser mejor. Por un lado, las entidades muestran ante sus clientes un producto con grandes rentabilidades acumuladas gracias a los años gloriosos de la deuda, mientras los tipos de los depósitos se desploman por debajo del 0,5%. Y, por otro lado, ofrecen una vía para beneficiarse del sentimiento alcista que rodea a la renta variable, ya que habitualmente combinan una cartera de renta fija reservando un espacio para la bolsa. Pero si algo debe contener la letra pequeña de todo producto financiero es que "rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras". En el mixto, el ingrediente de la renta fija está desmontado esos rendimientos generados en muchos fondos.
Las pérdidas están aflorando en este y otros productos de renta fija después de los repuntes sufridos en los tipos de la deuda pública europea en un movimiento brusco que ha pillado a muchos gestores e inversores desprevenidos. El precio de los bonos españoles a 10 años, por ejemplo, se ha desplomado cerca de un 4% en sólo un mes. Y en la medida en la que se avanza en la curva de deuda, las mayores duraciones han sufrido caídas más significativas en las últimas semanas. Ni siquiera la renta variable está salvando ahora a estos productos. Índices como el EuroStoxx 50 o el Ibex 35 ya descienden en torno a un 5% frente a sus respectivos máximos del año.
Este contexto inesperado ha dejado a un 73% de los fondos mixtos comercializados en España con pérdidas en el último mes, según datos recogidos en Morningstar. Más allá de los sustos a corto plazo, la nueva situación, sobre todo, ha destapado algunos riesgos de este tipo de fondos. "Se ha visto el problema del mixto. Las bolsas recuperarán y los bonos probablemente se tranquilicen, pero el mercado ha dado una señal muy clara de que ni siquiera un bono alemán a 10 años se compra al 0%. O Europa se japoniza más que Japón en los próximos años o no hay posibilidades de ganar dinero en renta fija", opina Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis.
Aunque otros expertos no son tan tajantes respecto a la renta fija, al menos no hasta que se inicie una subida de tipos, sí que coinciden en que ahora existen más peligros que antes en los fondos mixtos y que la gestión de estos productos es más importante si cabe en estos momentos en los que el ingrediente más estable, la deuda, incluso la segura más segura (como el bonos alemán) ha dejado de actuar como colchón. Ya no basta con mantener la parte de renta fija casi inmóvil, porque la propia inflación y algunas comisiones de gestión podrán comerse las rentabilidades que durante muchos años han acumulado. En cuanto a comisiones, las hay desde sólo el 0,10% hasta el 2,8%. Un 11% de los mixtos que se venden en España cobra al menos un 2%, por lo que ahora más que nunca deberán justificar este coste con una gestión eficiente de la cartera.
Como concepto en sí, la idea de un fondo mixto encaja para muchos inversores y no tiene por qué estar reñida con obtener rentabilidad independientemente del contexto en el que se mueva el mercado. Justo ahí radica la clave. En saber adaptarse al entorno en cada momento y, teóricamente, estos productos deberían estar diseñados para ello. "Sigo creyendo en los mixtos, porque no dejan de forma estática los porcentajes que invierten en bolsa o en renta fija, sino que están continuamente moviéndose", apunta Rose Marie Boudeguer, directora del servicio de estudios de Banca March.
La importancia de elegir un buen mixto
A pesar de que la pinta de algunos mixtos ha empeorado en el último mes, a largo plazo -que es como se debe invertir en este tipo de productos- sus rentabilidades aguantan en positivo. Y no por poco. Según datos de Morningstar, los mixtos consiguen de media un interés anualizado del 8,28% a tres años y del 4,37% a cinco años.
"Es importante recordar que los fondos de inversión son para estar entre 3 y 5 años, por lo que no habría que preocuparse porque un mes concreto lo hagan mal", explican desde Fidelity. Sin embago, no puede obviarse la lección que el repunte de la renta fija ha impartido sobre el producto estrella del año. Más que nada porque en el último mes el 73% de los fondos mixtos que se comercializan en España pierde dinero en el último mes. En algunos incluso las pérdidas alcanzan el 3,5%. Es el caso de Arte Financiero o de Fonvalcem. Este último, además, arrastra pérdidas también a cinco años, donde se deja más de un 2% anualizado.
No obstante, en conjunto, los fondos mixtos retroceden un 0,35% de media. Después están los que no sólo aguantan en positivo, sino que además consiguen retornos cercanos al 4%. En muchos casos la diferencia entre conseguir una rentabilidad positiva o negativa se encuentra en la duración de la cartera o su mayor exposición a la deuda corporativa. Los bajos rendimientos de la deuda a corto plazo han llevado a muchos gestores a buscar intereses en emisiones con vencimientos superiores, que ha perjudicado a las carteras que no han sabido adaptarse al drástico repunte de la renta fija.
Con ello, el entorno actual ha permitido distinguir también entre los mixtos que aplican una gestión activa y los que no. Así por ejemplo, entre los que aguantan en positivo con un patrimonio superior a los 30 millones de euros y con al menos dos estrellas Morningstar destaca el fondo Global Allocation FI, de Renta 4. En el último mes gana un 4,31%. ¿Su secreto? Ser un mixto flexible global que invierte indistintamente en renta fija o variable: no tiene establecido de antemano qué porcentaje dedica a una u a otra. Entre sus mayores posiciones figuran futuros sobre el euro/dólar y sobre distintos índices. En renta fija, opta por deuda corporativa antes que pública y tiene emisiones de Talisman Engy o de Alpine, por ejemplo -aunque también bonos de Sudáfrica o Grecia-. Su buen hacer no se limita sólo a mayo. A tres años consigue más de un 43% anualizado y a cinco años, más de un 17%. Está disponible a partir de los 10 euros.
También sigue la misma filosofía el Raiffeisen 337-Strat Alloc Master I R VT -es un mixto flexible global-, que en el último mes avanza un 2,17%. A diferencia del anterior, este invierte como mínimo la mitad en fondos de acciones u obligaciones. O el atl Capital Cartera Dinámica A, que gestiona Ignacio Cantos-Figuerola y requiere una inversión mínima de 10 euros. Además de lo que suma en el mes, en su trayectoria a largo plazo acumula rendimientos de doble dígito: más de un 15% anualizado a tres años. A pesar de que también tiene libertad para invertir en bolsa o deuda de la manera que estime oportuno, en abril el fondo no tenía exposición a la renta fija.
Entre los fondos que mejor han soportado los vaivenes de la renta fija en el último mes se encuentran también el Belgravia Épsilon -con cinco estrellas Morningstar- y el CX Multiactiu 100, con tres estrellas. Sobre el primero, Álvaro Liniers, analista de Morningstar, considera que "la alineación del equipo y la gestora con los intereses de los partícipes es claramente superior a la media". Además de destacar también que "ha batido a la media de su categoría la mayoría de años, superando a sus competidores por cerca de un 7% anualizado en el conjunto del período", añade. El fondo que comercializa Belgravia requiere una inversión mínima de 1.000 euros, mientras que el de CatalunyaCaixa Inversió, que tiene buena parte de su cartera en liquidez, exige 30 euros.