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Draghi: "Preocupa que la política monetaria actual castigue a los pensionistas y beneficie a los más ricos"
José Luis de Haro
El presidente de Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha participado en una conferencia desde Washington, donde ha mantenido una charla con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. Durante su participación, el italiano ha dejado claro que "pese a que las recientes políticas monetarias se han probado efectivas, no debemos cegarnos por ellas". Un mensaje en el que el banquero europeo ha incidido en los efectos secundarios de las medidas tomadas no sólo por el BCE sino previamente por la Reserva Federal y el Banco de Japón.
"Necesitamos entender y gestionar estos efectos colaterales" afirma Draghi, quien explicó que las posibles consecuencias negativas de una política monetaria demasiado acomodaticia durante un largo periodo de tiempo suele generar riesgos en dos áreas: la localización y la distribución.
Respecto al primer área, el presidente del BCE dejó claro que "unas condiciones financieras demasiado expansivas puede instigar a la mala asignación de recursos, que finalmente pone en peligro la estabilidad financiera". "Básicamente, se ha sugerido que un periodo largo de tipos de interés demasiado bajos puede generar una excesiva toma de riesgos", dijo presidente de la institución europea desde la capital estadounidense.
Penalización a los ahorradores
En segundo lugar, la caída de los tipos de interés y la aplicación de medidas excepcionales, como la compra de activos y bonos soberanos, plantea un problema de distribución. En este sentido Draghi es consciente que de que unos tipos de interés bajos durante un largo periodo de tiempo "penalizan a los ahorradores para beneficiar a los deudores o, también, que el aumento de los precios de los activos como consecuencia de nuestras compras podría beneficiar desproporcionadamente a los ricos e incrementar la desigualdad".
Al respecto, Draghi se ha defendido alegando que las consecuencias de una falta de acción por parte de los bancos centrales podría haber tenido consecuencias fatales, especialmente para las familias más jóvenes, de entre 16 y 44 años, que son las más endeudadas. Dicho esto, el presidente del BCE ha reconocido que "siempre hay consecuencias en la distribución tras las decisiones de política monetaria". Dicho esto, ha defendido que los recortes de tipos reducen las presiones sobre las deudas y motivan el gasto de las familias y las compañías.
Draghi es consciente de que la compra de activos favorece a algunos a aquellos que los poseen, pero ha intentado quitar hierro al asunto al afirmar que este contexto beneficia a los emprendedores, reduce el coste de financiación y rebaja los costes de los préstamos para los consumidores. De nuevo, el presidente del BCE ha reiterado, sin embargo, que el dinero barato durante un largo periodo de tiempo, puede "tener consecuencias indeseables para los pensionistas y ahorradores".