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Diez dividendos españoles crecientes con el 'respaldo' de sus flujos de caja

Foto: Dreamstime

Carlos Simón García
Madrid,

Aunque las compañías que pagan dividendos están presentes en mayor o menor proporción en prácticamente todo tipo de carteras de renta variable a nivel global, hay un perfil de inversión que otorga a este tipo de valores una posición preponderante dentro de su selección de acciones.

Dentro de la tipología de empresas que remuneran a sus accionistas a través del dividendo hay varios subgrupos en función de sus características y lo que busque cada inversor ya que hay algunos que prefieren altas rentabilidades, aunque eso suponga un mayor riesgo de cara al futuro y otros que se inclinan más por aquellas que tienen una mayor visibilidad aunque sea a costa de retribuciones algo más conservadoras. El propio Warren Buffett reconoce que prefiere compañías "que sean fuertes pagadoras de dividendos, para reinvertirlos".

A nivel global está demostrado que invertir en las compañías con más dividendo, aunque no garantiza una mayor rentabilidad, sí asegura al inversor sufrir una menor volatilidad ya que tienden a ser compañías con una beta más baja. En todo caso, en España el dividendo es algo que tienen muy presente tanto compañías como inversores y, de hecho, es uno de los mercados donde se puede lograr un mayor retorno por esta vía. Sin embargo, no solo es importante lo que paguen ahora sino también lo que vayan a pagar en el futuro próximo y, por ello, muchos favorecen valores con dividendos crecientes. Además, si estos están respaldados por unos beneficios y unos flujos de caja que también vayan en aumento, asegurarán el buen descanso del inversor.

Así, se pueden encontrar una decena de compañías donde los analistas prevén que el dividendo por acción crezca entre 2024 y 2026 y que también lo hagan, en paralelo, sus flujos de caja libre, que son al fin y al cabo los que aseguran que la compañía dispondrá de capital para remunerar a sus propietarios. Hay que recordar que el free cash flow de una empresa indica la cantidad de dinero del beneficio que le queda después de cubrir los gastos operativos y las inversiones necesarias y, el cual les servirá tanto para pagar deuda como para dar dividendo o recomprar acciones si así lo estimase.

La compañía española que, cumpliendo esta premisa de dividendo y flujos crecientes en el trienio, concede una mayor rentabilidad a sus accionistas es Repsol. La empresa vasca de hidrocarburos repartirá este año un euro por cada título y le sumará a eso otros 6 céntimos en 2026 gracias a un flujo de caja libre que ascenderá entonces hasta los 1,32 euros. Su rentabilidad supera el 7,5% pese a que en lo que va de año el valor de sus acciones ha remontado casi un 15%. Como riesgo, la volatilidad mostrada en las últimas semanas por el precio del crudo, ligado a los acuerdos de mayor producción que han alcanzado recientemente en el seno de la OPEP y sus aliados comerciales.

Por encima del 5% el inversor puede encontrar dos valores con pagos y flujos en crecimiento. Estos son Acerinox y Prosegur. La acerera siempre ha sido una compañía que pese a la ciclicidad de su negocio, dependiente de los precios del metal y la energía, siempre ha dado mucha importancia a la estabilidad de su dividendo, que se mantendrá por encima de los 0,6 euros en los próximos dos años. En el caso de la corporación de seguridad y logística, lo que hace es distribuir lo que ingresa como dividendo desde su filial de gestión de efectivo, Cash, de la cual ostenta el 81% del capital.

Entre el 4 y el 5% el inversor puede encontrar otras dos empresas que cumplen estos requisitos. El primer ejemplo es Ebro Foods, que es otra de las empresas españolas que siempre han repartido una gran porción de su beneficio entre sus accionistas, además de hacerlo cuando han tenido algún ingreso extraordinario tras alguna desinversión. Es uno de esos valores que suelen aparecer en muchas carteras de los grandes gestores españoles precisamente por la alta visibilidad de sus dividendos y sus flujos de caja. El segundo, Aena, que está disfrutando de un momento dulce con una cifra récord de pasajeros en sus terminales y un comportamiento en bolsa que desde el 1 de enero ya supera el 25%, cotizando en los niveles más altos de su historia.

Les sigue CIE Automotive, cuyo contexto es algo distinto ya que viene de un ciclo complicado para todo el sector. Aun así, los analistas esperan que su free cash flow aumente hasta superar los 3 euros por acción en 2026, de los cuales destinará un tercio a su dividendo. Sin salir del segmento industrial, también Fluidra presenta estas buenas expectativas en cuanto a negocio y asignación de capital en los próximos dos años. Y lo hace también después de una coyuntura sectorial difícil por el exceso de inventarios que quedaba en la cadena de suministro tras el boom post Covid.

Por último, con rentabilidades mucho más modestas, aparece de nuevo el sector turístico y de los transportes. Tanto IAG como Meliá y Airbus, al igual que sucedía con Aena, están viviendo un ciclo alcistas con una demanda récord de viajeros a lo que Airbus también sumaría el aumento de inversión en defensa que están llevando ya a cabo los países del eje occidental.