Bolsa, mercados y cotizaciones
10 años de la devaluación del yuan: una divisa más débil y una bolsa en el mismo sitio
- La moneda china vale un 15% menos que antes de la primera intervención
- El CSI 300 se compra prácticamente igual que hace 10 años
- China quita el precinto a la devaluación del yuan en pleno ataque comercial de EEUU: ¿acabará hundiéndolo para impulsar las exportaciones?
Carlos Simón García
Madrid,
Este lunes se cumplen 10 años de la primera devaluación del yuan que llevó a cabo China en 2015 con el objetivo de hacer más asequibles sus exportaciones para el resto del mundo en lo que también se interpretó como un primer golpe en una guerra comercial frente a Estados Unidos que todavía está abierta.
Esta primera devaluación del 11 de agosto llegó cuando el Banco Popular de China (PBOC) sorprendió a los mercados al reducir forzosamente el valor de su divisa en aproximadamente un 2% frente al dólar estadounidense. Automáticamente, un dólar pasó de intercambiarse por 6,2 yuanes a hacerlo por 6,4. Esta fue la mayor devaluación diaria desde 1994, cuando China unificó sus sistema de cambio dual. Lo justificó como "un esfuerzo por alinear el yuan con las fuerzas del mercado y apoyar la economía china", que en ese momento se enfrentaba a una clara desaceleración, alejándose del objetivo del 5% de crecimiento del PIB anual.
"Recientemente, la paridad central del yuan se ha desviado del tipo del mercado en una gran extensión y con una larga duración, lo que, hasta cierto punto, ha debilitado su estatus de referencia", dijo el banco central en el comunicado. "Como China mantiene un superávit comercial relativamente grande, el tipo de cambio real del yuan es bastante fuerte, lo que no es del todo coherente con las expectativas del mercado", agregaban.
Las consecuencias llegaron a todo el resto del globo, empezando por las bolsas mundiales que amanecieron con la noticia abriendo con fuertes caídas que posteriormente dejaron uno de los peores años de la historia ya que las consecuencias para el mundo podrían ser las de una mayor deflación por la caída de los precios. George Soros, en ese momento, dijo que "la devaluación del yuan supone una transferencia de los problemas de China al resto del mundo".
Durante esta década, la divisa ha sido quizá la gran herramienta que ha tenido China en su lucha comercial frente a Estados Unidos, en la que tanto en el primer mandato de Trump como ahora en el segundo está siendo el centro de su punto de mira. De hecho, las negociaciones comerciales entre las dos potencias para decidir los aranceles que impondrán los norteamericanos a la importación de productos desde China sigue en curso. Así, el yuan, que ya perdió valor entonces, iba a perder mucho más a lo largo de los siguientes años. De hecho, la divisa asiática cotiza en torno a un 15% por debajo de los niveles de entonces, siendo necesarios casi 7,2 yuanes para obtener un dólar, y eso que el billete verde tampoco está en su mejor momento tras una caída de más del 7% en lo que va del año.
Son muchos los analistas que están cuestionando la posición de liderazgo a nivel mundial del dólar. "Es evidente que cada vez hay una mayor desdolarización de las reservas internacionales de divisas y se está viendo cómo los bancos centrales están reduciendo sus tenencias de dólares en favor del oro, el euro y, cada vez más, del renminbi chino", apuntan desde DWS. "La competencia por el dólar también podría verse incrementada por las monedas digitales de los bancos centrales, como el renmimbi digital que China está utilizando deliberadamente para socavar la relevancia del dólar", agregan. "Es cierto que no existe un único candidato realista a sustituir al dólar como moneda reserva ya que ni el euro ni el yuan cuentan actualmente con suficiente profundidad, liquidez o credibilidad política", siguen. "Anticipamos que las monedas del este asiático se aprecien al menos un 10% durante el próximo año pero consideramos a China como una excepción, ya que se prevé que el superávit comercial de China disminuya debido a la disociación entre las economías estadounidense y china", concluyen desde la gestora.
De cara al inversor, esta depreciación de la divisa china ejerce también como un extra de atractivo para entrar en la renta variable del país en un contexto en el que la bolsa china se ha quedado rezagada de las subidas del resto del mercado. En concreto, el CSI 300 se anota menos de un 5% frente al 8% del mercado estadounidense, el 9% del EuroStoxx 50 o el 15% de los emergentes. Con el efecto divisa, no obstante, un inversor europeo perdería más de 5 puntos porcentuales en el año con este índice.
Por tanto, podría haber una doble oportunidad en una bolsa que se ha quedado atrás en los ascensos y que, además, podría sumar una rentabilidad extra por la vía de la divisa. El consenso de analistas que recoge Bloomberg le da algo más de un 10% de potencial de cara a los próximos 12 meses.
Y ahora, ¿qué?
La relación entre Estados Unidos y China ha tenido altos y bajos en esta última década, siendo los momentos más tensos coincidentes con Trump en la Casa Blanca. En este momento hay que recordar que hay un arancel base del 30% mientras terminan las negociaciones después de que llegó a situarlos en el 125% en un primer ataque. China tiene, no obstante, varias bazas con las que mantener el pulso a EEUU. La primera es que las tecnológicas norteamericanas necesitan las importaciones de componentes de China para sus productos finales. La segunda, que China es uno de los mayores tenedores de bonos americanos y una venta masiva dispararía el coste de financiación de la Administración Trump. Y, la última, es precisamente la divisa y el recuerdo de que una nueva devaluación siempre está encima de la mesa.
Actualmente, el Banco Central de China ha contenido la depreciación del yuan frente al dólar desde que Donald Trump asumió la presidencia, pero los continuos ataques comerciales estadounidenses pueden dar alas a Pekín para que "libere a la bestia" y permita que la divisa china caiga a las claras y sin disimulos por su parte. El yuan podría depreciarse entre un 15%, que es la hipótesis de Wells Fargo, y un 30%, que es la apuesta de Jefferies, en los próximos dos meses.
No obstante, es cierto que cualquier depreciación significativa de la divisa china supondría una grave escalada de la tensión comercial ya que otros países también se verían presionados para hacer lo mismo y no perder competitividad. Los analistas de ING han estado argumentando en esta línea durante tiempo. "Si China estaba realmente planeando confiar en la devaluación para ayudar a compensar los aranceles, el yuan habría necesitado una devaluación masiva para hacerlo, y tal movimiento podría ser fácilmente contrarrestado por nuevos aumentos arancelarios de Trump. Además, el daño de la devaluación del yuan al poder adquisitivo nacional, al sentimiento del mercado y a los planes de internacionalización del yuan superaría con creces el beneficio para el comercio", resumen su estratega Lynn Song.
"Si China sigue esa estrategia otra vez, podríamos ver una escalada mucho mayor de la guerra comercial, y Trump no estará nada contento, ya que lleva mucho tiempo tildando a China de manipuladora de divisas. Es probable que los mercados esperen una respuesta peor, y el miedo y la incertidumbre probablemente lastrarán aún más el mercado bursátil", alertan desde ForexLive.