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¿Tendría sentido para Elon Musk fusionar Tesla con xAI, su empresa de inteligencia artificial?

Tienda de Tesla en Estados Unidos. Fuente: Tesla

Javier Luengo

Elon Musk ha sido tajante preguntado sobre una fusión entre Tesla y xAI. Aunque ha negado la mayor, sí que ha dejado la puerta abierta este lunes a la posibilidad de que el fabricante de vehículos eléctricos invierta en la próxima ronda de financiación de la compañía de inteligencia artificial, siempre y cuando cuente con la luz verde de la junta directiva y de los accionistas, lo que podría ser un movimiento estratégico para fortalecer sinergias entre las empresas sin una integración total. Sobre la mesa, 2.000 millones de euros de inversión a cargo de las cuentas de la automovilística.

"Si fuera por mi, Tesla habría invertido en xIA hace mucho tiempo", ha llegado a comentar el empresario en una mensaje en la red social, X, esta madrugada. A continuación, añadía: "los accionistas de Tesla votarán sobre el asunto".

Hace semanas, en una entrevista en la CNBC, el biógrafo de Elon Musk, Walter Isaacson, fue más allá que el personaje del que escribió su historia al apostar porque la operación de fusión termine (con el tiempo) ocurriendo. Dijo que xAI fue creada en primera instancia para desarrollar soluciones de inteligencia artificial aplicadas al mundo real, lo que se alinea perfectamente con los objetivos de Tesla de poner en marcha vehículos autónomos y soluciones robóticas de nivel superior.

¿El mercado apoyaría una eventual operación?

A día de hoy, casas de análisis como Morgan Stanley mantienen cierto optimismo sobre la empresa con una precio objetivo sobre las acciones de Tesla de 410 dólares y una calificación de "sobreponderar". Los analistas del banco de inversión norteamericano reconocen su posible liderazgo en la IA física (vehículos) gracias a la recopilación de datos "única" que tiene Tesla, su robótica y las redes de apoyo.

Dan Ives de Wedbush Securities, el 'gurú' de Tesla, va más allá, sugiriendo que una fusión crearía una de las empresas de IA más poderosas del mundo, consolidando datos, modelos, computación, distribución y talento bajo un mismo techo. De hecho, valora positivamente una eventual integración de datos reales de Tesla para entrenar los modelos de xIA, las sinergias tecnológicas, y un posicionamiento competitivo frente a rivales como OpenAI, recordando precedentes como la adquisición de SolarCity por Tesla en 2016 o la compra de xAI por parte de X (el antiguo Twitter) hace unos meses por 33.000 millones de dólares, lo que demuestra la estrategia predilecta de Musk por consolidar los recursos de sus compañías.

Sin embargo, también existen posibles riesgos que generan preocupaciones en el mercado. Y es que una operación de integración diluiría las acciones de los actuales inversores de Tesla, generaría conflictos de intereses al usar recursos de la automovilística para respaldar proyectos privados de Musk, y enfrentaría discrepancias en valoraciones, con xAI tasada en 113.000 millones de dólares tras su fusión con X, potencialmente alcanzando los 200.000 millones en futuras rondas, mientras Tesla ostenta una capitalización de mercado de alrededor de 982.000 millones de dólares.

Los inversores no lo ponen en precio

Acorde a los cálculos de Bloomberg Intelligence, el negocio core de Tesla, el de fabricación de vehículos, podría valer nada más que 50 dólares por acción, es decir, apenas un 15% del precio actual de los títulos de la compañía. A día de hoy, supone el 85% del beneficio bruto.

De hecho, el último informe de valoración de RBC Capital asignaba el 59% de su precio objetivo, 181 dólares por acción, al negocio de los robotaxis y otros 53 dólares a la capacidad que prevén que tenga Tesla, de aquí a 10 años vista, de monetizar la tecnología de conducción autónoma. Cifras que suman una valoración de unos 815.000 millones de dólares y que ponen de manifiesto la fragilidad de los números que sostienen a Tesla -por corresponder a negocios que no están operativos al cien por cien de sus capacidades- con un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de más de 156 veces.

De cara a cierre de año, el consenso de analistas de Bloomberg ve el precio objetivo de la empresa en los 297,81 dólares, un 5% por debajo de los niveles actuales y menos de la mitad de los expertos recomienda "comprar" sus acciones. Asimismo, se prevé que el margen de beneficio caiga seis décimas hasta el 6,5% para 2025 y el beneficio por acción se reduzca en el entorno del 15% para el conjunto de 2025.

Ahora, los inversores de Tesla tienen la pelota en su tejado y, dependiendo de lo que opinen, Musk avanzará en su proyecto empresarial en una dirección u otra. Sobre la mesa, desde una inversión simple sin fusión hasta una consolidación completa de sendas compañías pasando por una integración gradual de las tecnologías. ¿Tendría sentido entonces la fusión? Por las sinergias, algunas casas de análisis dicen que sí, aunque otras exponen riesgos de dilución y distracción que podrían impactar sobre el rendimiento de las acciones de Tesla. El tiempo (y Elon Musk) serán quienes escriban los próximos pasos.