Bolsa, mercados y cotizaciones
Europa fragua una ambiciosa revolución financiera en pleno caos de EEUU: una oportunidad histórica tras décadas de intentos fallidos
- Los expertos advierten de que el rally de la banca viene alimentado por esa esperanza
- La Unión de Ahorros e Inversiones sería el primer paso...
- ... pero los expertos hablan de mercados de capitales y deuda unificados
Álvaro Moreno, Mario Becedas
Los bancos europeos viven un gran momento. Con poderosas alzas en lo que va de año y una racha que se extiende durante varios ejercicios, firmas como Societe Generale, Commerzbank, Santander, Deutsche Bank, Caixabank o Unicredit están en el olimpo de las acciones europeas con avances superiores al 50%. En su conjunto el sector financiero se revaloriza un 21%. Ríos de tinta han corrido sobre el buen desempeño de estas firmas desde la gestión de los recortes de tipos de interés y unos resultados resistentes para probarlo. Sin embargo, algunos analistas sugieren que hay otro factor que está mucho más oculto, pero cuya trascendencia puede ser mucho más poderosa. El sector financiero cuenta con una prima de optimismo ante una posible revolución en el mercado financiero de Europa que los eleve como los grandes ganadores.
La idea de una reforma del mercado financiero europeo que armonice todo el sector en la UE y unifique todos los mercados, desde la deuda hasta las acciones, es algo que no es precisamente nuevo. Los avisos de que la revolución financiera ya está aquí son algo que lleva presente desde hace más de una década y todas las intentonas acaban, de forma continua, diluyéndose para seguir en un modelo fragmentado. Avanzar hacia otro escenario requeriría un compromiso y voluntad de poner por delante la infraestructura europea a la nacional, algo que cuando llega la hora de la verdad no se concreta.
"Mientras la incertidumbre política de EEUU pone a prueba el orden financiero tal como lo conocemos, los inversores globales buscan cada vez más alternativas. Desafortunadamente, pocos mercados ofrecen el tamaño, la liquidez y los retornos de EEUU, lo que dificulta la diversificación. Europa es una opción obvia, con una moneda débil y un marco institucional estable", señalan en un informe los analistas de Société Générale (SG). Esta lectura es la que ha venido imperando últimamente con las erráticas políticas de Donald Trump y ha provocado un cierto trasvase de fondos de EEUU a Europa. Esta dinámica en los flujos ha hecho aumentar las expectativas de que las turbulencias políticas estadounidenses actúen como catalizador de una acción política que favorezca al euro como moneda de inversión y reserva mundial. La propia Christine Lagarde, presidenta del BCE, se refirió a ello como el momento del "euro global" de Europa.
Sin embargo, advierten estos analistas, queda trabajo por delante. Europa está plagada de mercados fragmentados, peca una falta de dinamismo económico y presenta un mayor grado de regulación, enumeran desde SG. "Debe darse prioridad a un mercado de capitales más profundo, para impulsar el acceso al capital y la inversión, con más activos seguros, un mensaje que cada vez cobra más fuerza entre los responsables políticos. Pero un mejor acceso al capital y más deuda de alta calidad no se transmiten automáticamente a una economía más dinámica y productiva, y los responsables políticos han mostrado hasta ahora un interés limitado", denuncian desde la entidad francesa.
Sin embargo, algunos expertos empiezan avisar que esta vez será la buena. Así lo defiende Alexis Bienvenu, gestor de fondos en La Financière de l'Échiquier. El experto explica que hay factores positivos como la curva de tipos (algo que empuja su rentabilidad al alza, al generar más dinero con la diferencia entre depósitos y las inversiones en renta fija, además de los productos como hipotecas. También la mejora de las comisiones o la recuperación económica… pero la realidad es que el motor de la banca está en otro lugar.
"Bajo la superficie (de las subidas de la banca) se dibuja un movimiento mucho más poderoso. Está la soberanía Europa ante la fragmentación del mundo". Según LFDE "Europa ha tomado conciencia de la necesidad de reafirmar su soberanía en distintos ámbitos, desde lo militar a lo comercial… pero también desde el punto de vista financiero". En ese sentido destaca la importancia que parece haber pasado bajo el radar del proyecto conocido como la "Unión de Ahorros e Inversiones".
El SIU lo empezaría todo
Conocida como SIU por sus siglas en inglés, la Unión de Ahorros e Inversiones es una iniciativa impulsada por la Brújula para la Competitividad de la Comisión Europea que tiene como objetivo "mejorar la canalización del gran volumen de ahorro del sistema financiero europeo hacia la inversión en mercados de capitales europeos, ofreciendo así oportunidades de inversión más atractivas a los ahorradores minoristas y fuentes adicionales de financiación a las empresas", explican los analistas de BBVA.
Esta iniciativa de la Comisión engloba objetivos ya presentados en iniciativas anteriores, como la Unión del Mercado de Capitales y la Unión Bancaria, que se consideran complementarias. Su estrategia se fundamenta en cuatro pilares: 1) canalizar el ahorro de los inversores particulares hacia los mercados de capitales, 2) que haya más capital disponible en la UE para apoyar las inversiones y reducir los costes de financiación, 3) eliminar las fuentes de fragmentación en los mercados europeos y 4) armonización supervisora.
"La UAI es fundamental para estos esfuerzos y su objetivo es sostener un sistema financiero de la UE más profundo, líquido e integrado que canalice el ahorro de manera más eficiente hacia las inversiones productivas. Al mejorar el atractivo de la UE como destino de inversión, la UAI también contribuirá a la competitividad económica y la autonomía estratégica abierta de la Unión", defiende la Comisión en su carta de presentación.
"Cada año hay 1 billón de euros de ahorro que se van a deuda estadounidense en buena medida. Con esta base se podría crear un mercado que compita con eso"
Esta iniciativa bebe en cierto modo de los informes presentados hace meses por dos ilustres italianos: Enrico Letta y Mario Draghi. Alrededor de 10 billones de euros de ahorro de los ciudadanos se mantienen en depósitos bancarios. Los depósitos bancarios son seguros y de fácil acceso, pero suelen rendir menos que las inversiones en los mercados de capitales. Por lo tanto, existe un amplio margen para aprovechar plenamente el potencial de este capital, de modo que aporte una mayor remuneración a los ciudadanos. Invertir directamente en los mercados de capitales también implicaría un mayor apoyo a las inversiones, justifica Bruselas.
Teniendo en cuenta que las necesidades de inversión de la UE se calculan en una cifra de entre 750.000 y 800.000 millones de euros adicionales cada año de aquí a 2030, y que se prevé que tal cifra se vea también afectada por el aumento de las necesidades en materia de defensa, la UAI trata de solucionar el desajuste entre las necesidades de ahorro y las de inversión. Para ello, aumentará la eficiencia y la escala de las inversiones a través de los mercados bancarios y de capitales, incluidos los inversores institucionales, de modo que las empresas puedan aprovechar el capital muy considerable de la UE.
El papel de los bancos es esencial en este nuevo impulso dinamizador, al ser las entidades facilitadores cruciales para el buen funcionamiento de los mercados de capitales. Como expone la Comisión, los bancos pueden aumentar la profundidad y la liquidez de los mercados de capitales al actuar como emisores de valores y como intermediarios en la emisión de valores (suscripción). Las entidades también pueden fomentar la participación de los inversores minoristas en los mercados de capitales, movilizando sus ahorros y garantizando la financiación de las empresas. Asimismo, unos mercados bancarios integrados también contribuyen a un reparto de fondos más estable y eficiente en toda la economía de la UE.
Un mercado realmente unificado
Según LFDE gracias a esto se podría "aspirar a crear un mercado único y eficaz de financiación". Según los expertos de la firma, la zona euro cuenta con un ahorro muy poderoso pero totalmente infrautilizada. "Cada año se generan 1 billón de euros en ahorro, pero la realidad es que este huye del continente en buena medida para invertirse en deuda estadounidense o en activos europeos de baja rentabilidad y muy poco valor productivo". Si en vez de diversos mercados atomizados se lograse un único y poderoso mercado europeo, esta situación cambiaría radicalmente, creando una estructura que pueda competir de tú a tú con Estados Unidos en la afluencia de dinero de todo el mundo.
Entre las posibilidades, que son muchas, destaca especialmente la idea de la creación de unos títulos de deuda permanentes para la UE en su conjunto y no emisiones excepcionales que sean comunitarias… o emisiones individuales de los países. "Gracias a esto se podría recoger una parte de los capitales que hoy en día van a la deuda estadounidenses".
"Los bancos se ven ahora como verdaderas herramientas de soberanía, no solo de prosperidad. Dentro de una década la Europa bancaria y bursátil será mucho más sólida"
En ese sentido, desde LFDE consideran que lo que está ocurriendo con el nuevo proyecto no es simplemente "la enésima evolución normativa", sino que trasciende porque se está dando "una revolución ideológica". Y no es algo que estarían notando solo algunos expertos sino que son los inversores los que están valorando esto a través del potencial de la banca. "Los bancos se ven ahora como verdaderas herramientas de soberanía, no solo de prosperidad. Dentro de una década la Europa bancaria y bursátil será mucho más sólida". Y anticipa "una revolución financiera europea".
La idea de una deuda conjunta no es algo que no se haya expresado públicamente. Desde España se ha pedido oficialmente. De hecho Carlos Cuerpo, ministro de Economía expresó este mismo lunes que dado que "el gasto en defensa ha venido para quedarse" se debería crear un mecanismo unitario para financiarla. "La financiación no debe ir solo de préstamos a los estados miembros, sino de transferencias donde más se necesite a través de una emisión conjunta".
Sin un cambio no se puede competir con EEUU
Desde Peterson Institute comentan en un informe de este mes de mayo que "Europa necesita lograr autonomía estratégica. Esta autonomía tiene múltiples dimensiones. La más obvia hoy en día es la autonomía militar, que consiste en construir un sólido sistema de defensa europeo. Una menos obvia, pero igualmente importante, es lograr la autonomía financiera, creando un ecosistema financiero europeo que pueda competir con el de Estados Unidos".
Según estos expertos hasta ahora el motivo detrás de que no haya logrado hasta ahora son las preocupaciones sobre la transferencia de riesgo y la consiguiente falta de apoyo político. En resumen, los países menos endeudados y con una mejor calificación crediticia como Países Bajos o Alemania veían críticas en los eurobonos y unión de los mercados financieros de que se estaba diluyendo esa confianza conseguida por su sacrificio, para obtener mejor liquidez para aquellos países que no se habían ganado ese status en el mercado.
Sin embargo, Olivier Blanchard, experto de la firma, cree que esa barrera ha caído en buena medida ante la necesidad de una financiación conjunta y la oportunidad de "satisfacer la creciente demanda mundial (de activos alternativos a EEUU)", mientras el dinero huye de EEUU. "Ahora el problema son los mecanismos para crear ese gran mercado europeo".
"Si Europa va a ofrecer una alternativa a los inversores necesita aumentar drásticamente el tamaño de su mercado y eso no puede hacerse aumentando el gasto"
En resumen, "los inversores buscan alternativas a los treasuries de EEUU" y a día de hoy "no hay ninguna alternativa obvia, solo los bunds, cuyo valor es de solo 2,5 billones de euros frente a los 30 billones de dólares del Tesoro de EEUU". Por lo tanto "si Europa va a ofrecer una alternativa a los inversores necesita aumentar drásticamente el tamaño de su mercado y eso no puede hacerse aumentando el gasto". Así pues "la solución está clara, sustituir una proporción del stock de bonos nacionales por deuda conjunta, bluebonds". La distribución entre deuda 'azul' y deuda local ya solo dependería "de la preocupación por la distribución del riesgo".
Según Peterson Institute existe un punto óptimo entre la transmisión del riesgo y dar la liquidez necesaria para convertir Europa en un activo alternativo suficiente para captar el tsunami inversor que huye de EEUU. "Basándonos en conversaciones que hemos mantenido con agentes del mercado, intercambiar bonos nacionales por bonos 'azules' en un 25% del PIB de la eurozona podría ser suficiente para lograr la liquidez sin acabar con problemas de seguridad". Una cifra que considerar razonable dado el mayor gasto que va a haber en los próximos años en el rearme e infraestructuras.
Ahora queda por ver si realmente Europa podrá dar ese golpe encima de la mesa y dar un cambio clave. Si bien este proyecto sería el primer paso para mejorar la infraestructura europea e ir avanzando poco a poco hacia un mercado centralizado, los intentos han sido muchos y siempre han chocado con la cruda realidad de la política en Bruselas y los intereses de las capitales. Ahora miembros destacados de todas las instituciones como el mismo BCE dicen que un cambio en la estructura financiera es el único camino para aprovechar una oportunidad histórica, la debilidad de EEUU y ofrecer un puerto alternativo para todo esa capital varado en un limbo de diversificación. Lograrlo o no puede definir el rumbo de la economía europea durante décadas.