Bolsa, mercados y cotizaciones

Irán al borde del conflicto total: tres escenarios que podrían sacudir al petróleo y las bolsas

El ayatolá, Alí Jamenei, durante una comparecencia.

Javier Luengo

Irán tiene en su mano escribir la Historia de aquí en adelante. Tras la decisión del pasado fin de semana de Estados Unidos de sumarse a la guerra de los persas contra Israel -iniciada tras una serie de ataques aéreos y de drones de Tel Aviv contra instalaciones nucleares y militares iraníes-, el régimen del ayatolá Alí Jamenei dice reservarse "todas las opciones" para responder a la "guerra peligrosa" iniciada por Washington. De momento, el mercado está tranquilo con vaivenes en los precios del crudo de apenas un 1% y unas bolsas que, tras la apertura del lunes, se mueven unas décimas porcentuales abajo. ¿Qué posibles escenarios se abren a partir de ahora?

Lo que Donald Trump espera es que Irán admita la derrota, implícita o explícitamente. Este sería el mejor de los escenarios para Occidente ya que desembocaría en una relativa clama geopolítica que aliviaría la presión sobre los precios del petróleo y permitiría que las compras se mantuvieran en las bolsas mundiales. En su declaración institucional desde la Casa Blanca en la medianoche del sábado, Trump dejó la pelota en el tejado de Teherán al asegurar: "habrá paz o habrá tragedia para Irán". El objetivo de las Fuerzas Armadas de EEUU no es más que eliminar la amenaza nuclear que supone Irán en estos momentos para el mundo.

Una posibilidad que, en vista de las declaraciones cruzadas entre los dirigentes políticos de cada país, se antoja complicada de alcanzar. Sea como fuere, este escenario sería muy parecido al final de la guerra entre Irán e Iraq en 1988 cuando el líder supremo de los persas aceptó claudicar para poder volver al ataque en un futuro próximo.

Según las proyecciones de Yardeni Research, en este escenario el oro caería, la renta variable seguiría subiendo ante un Oriente Medio "más pacífico" y los precios del petróleo contendrían los avances recientes. En algo menos de dos meses, el crudo se ha encarecido cerca de un 30%.

Según explica el economista de AXA IM, "A corto plazo, la magnitud de la reacción del mercado al ataque estadounidense sobre las instalaciones nucleares iraníes dependerá de hasta qué punto Irán decida contraatacar", exponen desde AXA IM donde advierten de que un plausible cierre del Estrecho de Ormuz sería contraproducente para Irán: "más allá de la respuesta militar que provocaría, reduciría drásticamente su capacidad financiera y tensionaría su relación con China, que depende en gran medida del petróleo del Golfo. En un cálculo racional, Teherán debería optar por la cautela".

La alternativa: Irán va al ataque

Aunque no es lo deseado, el régimen iraní podría cumplir con las amenazas a "infligir daño" a Estados Unidos e Israel como ha prometido. "Ningún régimen, ningún gobierno, sobreviviría a eso en Irán a largo plazo", alegan expertos consultados por Bloomberg quienes creen que Teherán prepara un ataque a gran escalada desde varios frentes.

El ayatolá cuenta con milicias paramilitares aliadas en Iraq y varios puntos de Oriente Próximo. Atacar los oleoductos que cruzan la región es una de las opciones que tiene Jamenei sobre la mesa. Algo que, a corto plazo, podría retirar del mercado de crudo hasta cinco millones de barriles diarios de suministro de petróleo, lo que dispararía los precios por encima de los 100 dólares. Es el escenario extremo que valoran, por ejemplo, los analistas de Goldman Sachs o Deutsche Bank.

Además, Irán es una potencia nuclear (no oficial) con un arsenal de uranio enriquecido que podría emplear en la fabricación de un arma nuclear. Su paradero se desconoce y según Rafael Grossi, responsable de Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA, por sus siglas en inglés), el país oriental estaría dispuesto a usar esa hipotética arma contra Estados Unidos o Israel.

De hacerlo, sería la primera vez que se emplea un arma nuclear en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial, lo que tendría consecuencias directas en los mercados con los inversores vendiendo en masa para mitigar las posibles pérdidas y buscando refugio en activos seguros como la deuda o el oro. "Todos estos factores animan a los inversores a ser cautelosamente optimistas sobre el desenlace", aclaran desde Edmond de Rothschild AM.

¿Y si Irán colapsa?

Es una alternativa que está sobre la mesa. El ayatolá tiene 86 años, la economía iraní debilitada y el descontento en las calles contra el Gobierno, pero ahora también contra la guerra, es generalizado. Trump dijo la semana pasada que Estados Unidos conoce el paradero del líder supremo y que "podría matarlo".

Por lo que pudiera pasar, el máximo representante político iraní nombró esta fin de semana, según The New York Times, a tres tres posibles sucesores en caso de morir en un ataque israelí o estadounidense. Existe la alternativa de un golpe de Estado, aunque muy remota, según los expertos.

Aquí, la evolución de los mercados podría variar. Sería positiva si el cambio de régimen opta por la vía democrática, pero también podría ser extremadamente negativa si el conflicto sigue contra un Irán descabezado y otras potencias mundiales -además de EEUU- deciden tomar parte activa en la guerra.

"Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo", aseguró en redes sociales el ministro de Asuntos Exteriores, Seyed Abbas Araghchi, este pasado domingo. Por ahora, ni el petróleo ni las bolsas cotizan esta "prima geopolítica" que mantiene en vilo a todos.