La hora de la plata: cinco valores con potencial explosivo

En un mundo que cada vez demanda más tecnología, más energía limpia y más conectividad, la plata ya no es solo un metal precioso: es un recurso estratégico. Su valor no depende únicamente de la escasez, sino de su utilidad. Y si a eso le sumamos un entorno de tipos bajos a medio plazo, una Reserva Federal que empieza a soltar lastre y un dólar que podría tomarse un respiro, el caldo de cultivo está servido para que el metal blanco vuelva a escribir titulares.

Y quizá por eso, la historia de la plata, siempre contada en segundo plano, empieza ahora a ocupar posiciones más centrales. Mientras el oro acapara los focos como símbolo de poder y refugio, la plata avanza en silencio, más humilde pero no menos poderosa. Es el metal de los avances, el que ha acompañado a la humanidad en sus revoluciones industriales y tecnológicas. El que se cuela en cada placa solar, en cada chip, en cada bisturí...

Por eso, cuando la plata se pone a correr, no es solo un movimiento técnico: es una señal. De que algo se mueve. De que el mercado empieza a descontar que el futuro va a necesitar más de este metal blanco. Y justo eso es lo que empieza a dibujar el gráfico, que está comenzando a romper resistencias como son los 35 dólares, que podrían abrir un rally de más del 40% hasta los altos históricos del entorno de 50 dólares por onza, no vistos desde 2011.

Y como en toda buena historia de resurrección, hay actores secundarios que están esperando su momento. Es verdad que para invertir en la plata uno puede optar por la vía directa, comprando el metal físico o a través de ETFs como el SLV o el PHAG, que replican su evolución casi al milímetro. Pero si me dan a elegir, yo prefiero siempre buscar compañías que se beneficien directamente de su subida. Porque ahí es donde uno encuentra el apalancamiento real, donde la subida del metal no se traslada uno a uno, sino que puede multiplicarse en la cuenta de resultados.

Aquí van cinco nombres que podrían dejar de ser figurantes para convertirse en protagonistas si, como todo parece indicar, la plata decide brillar de nuevo:

First Majestic Silver (AG)

Productora primaria con minas en México, es probablemente una de las más sensibles al precio de la plata del sector. Su estructura de costes hace que cada dólar adicional en la cotización del metal tenga un impacto amplificado en sus márgenes. No es una compañía para corazones frágiles, pero cuando la plata sube, First Majestic suele ir en cohete.

Técnicamente, me llama la atención el poderoso patrón triangular que acota la consolidación durante los últimos meses. Este tipo de pautas pueden funcionar en ocasiones como patrones de giro, por lo que si bate la zona de resistencia de los 8 dólares se abriría una clara ventana de compra que invitaría a buscar objetivos en los 12 y 16,30 dólares, que están a un 50 y 110% de distancia. El stop lo situaríamos en los 6 dólares.

Pan American Silver (PAAS)

Es uno de los gigantes del sector, con operaciones diversificadas en Canadá, México, Perú, Bolivia y Argentina. Aunque también produce oro, su corazón sigue latiendo al ritmo de la plata. Buena visibilidad de reservas, gestión prudente y una trayectoria de décadas en el sector hacen de Pan American una jugada sólida si el metal blanco entra en tendencia.

Con Pan American la idea es buscar un próximo ataque de la zona de resistencia horizontal e histórica de los 36-40 dólares, que se encuentra a un 35-40% de distancia. Su ruptura situaría al título en subida libre absoluta. El stop lo situaríamos en los 24 dólares.

Hecla Mining (HL)

Fundada en 1891, Hecla es una de las mineras más veteranas del mercado estadounidense. Su foco principal está en la plata, con minas clave como Lucky Friday y Greens Creek. Aunque en los últimos años ha ampliado algo su exposición al oro, sigue siendo una de las formas más directas de jugar una revalorización del metal blanco en EEUU.

La estrategia de comprar con Hecla Mining consiste en tomar posiciones buscando un contexto de ataque de la zona de resistencia de los 8 y 9,50 dólares, cuya ruptura es necesaria para dejar atrás la consolidación de los últimos tres lustros y valorar objetivos en los 12 y 16 dólares. El stop lo situaríamos en los 4,40 dólares.

Aya Gold & Silver (AYA)

Con sede en Canadá y operaciones en Marruecos, Aya es una de las pocas productoras puras de plata en África. Está en plena fase de expansión de producción en su activo estrella, Zgounder, que aspira a duplicar capacidad en los próximos trimestres. Su tamaño más contenido le permite ofrecer un perfil de crecimiento más explosivo que otros grandes players del sector. Para quien quiera exposición directa con sabor emergente.

En el caso de Aya Gold & Silver solamente sería una opción de compra si en próximas fechas opta por consolidar la última y fuerte subida, buscando apoyo en los 12-13 dólares. En caso contrario, prefiero otras opciones.

Wheaton Precious Metals (WPM)

Wheaton no es una minera, sino una empresa de streaming de metales preciosos. Eso significa que financia proyectos a cambio de recibir parte de la producción futura a precios fijos muy bajos. Su cartera está altamente expuesta a la plata, y ese modelo de negocio la convierte en una opción más diversificada y menos intensiva en costes operativos. Si la plata sube, Wheaton se beneficia, pero con menor volatilidad operativa que una minera tradicional.

Desde el punto de vista técnico, hablamos de comprar fortaleza en estado puro. Las acciones de Wheaton llevan meses en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe. Puede dar vértigo entrar tras una escalada tan sólida, pero no olvidemos que cuando un valor entra en subida libre, lo más habitual es que suba más. En este caso, cualquier consolidación sería más una oportunidad que una amenaza para quien busque incorporarse.