Bolsa, mercados y cotizaciones
La 'paliza' al bono americano deja a Wall Street todavía más en territorio burbuja
- El retorno esperado del S&P 500 es ya 56 puntos básicos menor que el del bono
- El rendimiento del beneficio del índice cae al 3,9% tras la última subida
- El cruce de la muerte del bono y la bolsa anticipa un accidente grave del mercado
Víctor Blanco Moro
Madrid,
La corrección que sufrió la bolsa estadounidense en abril, tras el anuncio de la nueva ofensiva arancelaria que imponía Donald Trump, hizo que la bolsa estadounidense, por primera vez en meses, volviese a ofrecer mayores retornos que el bono del país. Sin embargo, la recuperación que ha experimentado el S&P 500 en las últimas semanas, a medida que desescalaba la guerra comercial, ha coincido con una tendencia fuerte de ventas en el bono estadounidense y estas dos circunstancias han vuelto a dejar la rentabilidad del bono por encima de la que ofrece la bolsa, a pesar de que a esta última se la presupone un riesgo más alto. De nuevo, el S&P 500 vuelve a estar en 'territorio burbuja' si se le compara con el bono, una situación que anticipa posibles ventas en Wall Street, una fuerte entrada de dinero en los bonos, o ambas cosas a la vez.
"O los rendimientos reales (el interés del bono americano) en EEUU son demasiado altos, o las valoraciones de la bolsa están muy por encima de su valor razonable", explicaba Robert Almeida, estratega de inversión global de MFS Investment Managers, a finales de 2023, para definir el hito de unos retornos más elevados en la renta fija, que en la renta variable. Desde entonces, el mercado no ha conseguido revertir esta situación salvo en momentos puntuales.
El diferencial que ofrece el bono estadounidense frente a la bolsa ha vuelto a escalar hasta los 56 puntos básicos. El título de deuda pública ha incrementado su rentabilidad en el mes de mayo, desde el 4,18% hasta el 4,49% (este lunes, aumentando por el deterioro de la calificación de la deuda estadounidense que ha confirmado Moody's) al mismo tiempo que el índice S&P 500 recuperaba lo perdido en las semanas previas. Esta subida de la cotización de la bolsa hace que se paguen más caros los beneficios que ofrece el índice, y su rentabilidad se reduce: al cierre de abril el S&P 500 ofrecía un rendimiento del 4,2%, y este lunes se ha recortado hasta el 3,92%.
En el pasado, cuando la rentabilidad del bono batía de forma sostenida a la de la bolsa, el tiempo terminó demostrando que las valoraciones de la renta variable habían ido demasiado lejos. Durante la formación de la burbuja puntocom, por ejemplo, en los años previos al estallido que se produjo en el inicio del milenio, el bono fue más rentable que la bolsa; los inversores se amontonaban para comprar acciones de las firmas tecnológicas y las subidas de los precios que se produjeron presionaban constantemente a la baja a la rentabilidad que prometían los índices.
Ahora, el mercado ha vuelto a caer en esta situación: a finales de 2023 el bono volvió a superar a los retornos de la bolsa por primera vez en más de dos décadas, una situación que se fue consolidando y que, salvo momentos puntuales, ha sido una constante durante casi todo 2024.
Con un bono que supera la rentabilidad que ofrece la bolsa, para muchos inversores tiene sentido rotar parte de su cartera, desde esta última, hacia el título de deuda, algo que puede contribuir a generar un desplome de los índices bursátiles, en favor de la renta fija.
El temor por la sostenibilidad de la deuda castiga al bono
El último catalizador que ha hundido la rentabilidad de la bolsa por las subidas que ha experimentado su cotización (al encarecerse el precio, la rentabilidad del beneficio previsto se reduce) está relacionado con la recuperación que ha experimentado la renta variable, a medida que mejoraban las perspectivas de que se termine cerrando un acuerdo definitivo entre China y Estados Unidos, una posibilidad que en las últimas semanas ha ido ganando peso.
Al mismo tiempo, el bono estadounidense no se ha beneficiado de las buenas noticias. Por un lado, las perspectivas de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés no han aumentado desde que se conoció el pacto de Estados Unidos con China, y ya sólo se esperan dos recortes de tipos de 25 puntos básicos antes de 2026, cuando, el viernes previo al pacto, eran tres recortes los que se ponían en precio. Los recortes de tipos son uno de los motivos principales que convencen a los inversores de comprar bonos, y a medida que estos recortes se diluyen, las ventas de bonos aumentan la rentabilidad a vencimiento de los bonos.
Por otro lado, que se esté poniendo en duda la condición que mantiene el bono estadounidense como el activo libre de referencia en el mundo es otro motivo que castiga los precios de los bonos y que, en consecuencia, aumenta su rentabilidad a vencimiento. El problema de la economía estadounidense es el enorme endeudamiento que acumula, y el hecho de que se esté poniendo en duda la sostenibilidad de la deuda en el gigante norteamericano también está llevando a los mercados a exigir una mayor rentabilidad al bono.
"La pila de deuda de EEUU ha aumentado hasta superar el 120% del PIB, y los déficits continuos, además de las ratios de pagos de intereses, han sido señaladas como cuestiones negativas para el crédito desde hace bastante tiempo. Además, las perspectivas de ver una consolidación fiscal son muy inciertas, y eso se ve reflejado en las negociaciones presupuestarias", explica Dario Messi, director de análisis de renta fija de Julius Baer.