Bolsa, mercados y cotizaciones
EEUU pierde a su gran defensor en el peor momento: el recorte de rating de Moody's revive el sell America
- Ven una crisis de confianza tras los aranceles
- Los bonos a 30 años superan los máximos de la crisis del día de la Liberación
- EEUU ya paga más en intereses de deuda que en Defensa
Álvaro Moreno
Moody' recortó el pasado viernes, al cierre de Wall Street su calificación de Aaa a EEUU para dejarla en Aa1. Este cambio encierra profundas y duras implicaciones para un país asolado por una elevada deuda, uno de los mayores desafíos para la Casa Blanca. Pero no solo es eso, sino que inyecta de nuevo volatilidad cuando parecía que volvía un cierto equilibrio y calma. Tras cinco días de recuperación con la tregua comercial EEUU-China parece romperse la remontada, los bonos tiemblan ante la nueva realidad en cuanto a 'rating' y los futuros dudan.
El motivo es claro, si bien Fitch y S&P ya habían dado este paso en los últimos dos años, la realidad es que Moody's había aguantado todo este tiempo como un auténtico baluarte y defensor. Por mucho que la deuda fuese un problema cada vez más grave para la economía y finanzas de la Casa Blanca, su enorme consumo interno, el papel hegemónico del dólar y el vigor de la actividad norteamericana eran suficiente para compensar el problema. Sin embargo este problema ha acabado siendo decisivo.
Según los últimos datos del Departamento del Tesoro EEUU cuenta con una deuda nacional bruta de 36,2 billones de dólares, un 124% del PIB del país. Anualmente solo en intereses de deuda se deja 1,2 billones de dólares, el 16% del gasto federal. Para entender la importancia de esto recientemente ha superado al gasto en Defensa y ya es la segunda mayor partida del Gobierno Federal, solo superada por la seguridad social. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) esperan que los enormes déficits se mantengan y la deuda siga expandiéndose alcanzando para 2055 el 156% del PIB.
Ahora, a medida que esta montaña de deuda se acumula en Washington crece el peligro de un duro golpe económico, el golpe de la desconfianza. A medida que la carga sea más dura los inversores, alertados por las agencias de ratings y, por lo tanto, vendan sus bonos. Esto instituye un golpe directo en la actividad de EEUU pues una subida de los bonos eleva directamente el coste de la deuda para el gobierno y, al mismo tiempo, eleva las condiciones de financiación en el país.
Respecto a lo último, la GAO (oficina de responsabilidad Gubernamental por sus siglas en inglés) explica que el agosto de 2011, ante la posibilidad de un impago al alcanzar el límite del techo de deuda, Standard & Poor's rebajó la calificación del país por primera vez en toda su historia. Según la institución ese simple movimiento provocó un impacto directo de 1.300 millones de dólares en la economía de EEUU por aumentos en los intereses de deuda.
Vuelve la crisis de confianza
Desde Commerzbank dicen que la decisión de Moody's supone "una dura dosis de realidad". Según la firma alemana si bien "el movimiento de la agencia solo supone que se ponga al día con las otras, es un recordatorio viviente de los crecientes desafíos fiscales del país y podría exacerbar el sesgo de los bonos de EEUU".
Tal y como anunciaba esta firma, el movimiento no se ha hecho esperar en el mercado de bonos. Los títulos a 30 años ya han alcanzado un rendimiento del 5% entre ventas generalizadas tras subir seis puntos básicos. Los bonos a 10 años han superado el 4,52%. Si estos sigues subiendo podrían poner en riesgo ese 5% que se superó en 2023 y que no se veía desde 2008. Desde Wells Fargo creen que "los rendimientos aumentarán entre 5 y 10 puntos básicos en respuesta a la rebaja de calificación". Además han saltado las alarmas pues los bonos a 30 años con la subida de este lunes ya están por encima de donde se encontraban con la gran dislocación del mercado que supuso el Día de la Liberación. Es decir, máximos de 2023
"Un aumento en los rendimientos a largo plazo incrementará el coste neto de los intereses y los déficits del gobierno", comentaba el estratega de Société Générale, Subadra Rajappa en un informe para sus clientes este lunes. "A largo plazo, la erosión de la condición de refugio seguro de los bonos del Tesoro tiene implicaciones para el dólar y la demanda extranjera de bonos del Tesoro y otros activos estadounidenses".
De hecho, vuelve a traer ese sentimiento que arrancó con los aranceles de EEUU y el día de la Liberación. En aquel momento la confianza en el país se quebró y en consecuencia el dólar se hundió y los bonos repuntaron sus rendimientos, acompañando esto de hundimientos en la renta variable. El motivo es que, con una menor confianza, los inversores extranjeros huían del país para diversificar sus activos. Tal y como indica Société Générale, el recorte de Moody 's trae de nuevo esta tendencia a menor escala tras la distensión de la última semana y es un duro recordatorio. Es por ello que los futuros de Wall Street ya muestran claras bajadas. Los tres principales índices, el S&P 500, el Dow Jones y el Nasdaq 100, se dejaban más de un 1% en la mañana del lunes.
"Los grandes inversores, tanto soberanos como institucionales, comienzan gradualmente a cambiar sus bonos del Tesoro por otros activos refugio"
Desde Capital Economics indican que si bien las rebajas de S&P en 2011 y del Fitch en 2023 no provocaron movimiento enormes en el mercado, ve una gran diferencia. En 2011 "los bonos del tesoro se recuperaron rápidamente ante la crisis de deuda en la zona euro, que reforzó la deuda de EEUU como activo refugio". Sin embargo ahora llega "en un momento mucho más frágil, donde la confianza sobre su papel de refugio se ha debilitado últimamente. El mercado aún no se ha recuperado de su dislocación de abril".
ING pone el foco en cómo esta semana Trump ha propuesto un paquete de rebajas de impuestos "que añadirá entre 3 y 5 billones adicionales al stock de deuda de EEUU durante la próxima década". Esto señalaría claramente "que las sucesivas administraciones tienen una gran incapacidad para abordar el deterioro de sus métricas fiscales y de deuda", algo que daría argumentos de sobra a Moody's. Y que explicaría no solo la ya mencionada debilidad de los bonos y las acciones tras la noticia, sino un golpe paralelo en el dólar. El billete verde se deja un 0,76% en su cambio con el euro este lunes.
Desde Julius Baer explica que por sí misma "es poco probable que la rebaja tenga un efecto significativo". Pero coincide en que devuelve las malas sensaciones en un momento delicado. "Se produce en un entorno ya de por sí delicado y recuerda a la comunidad inversora una vez más que la dinámica fiscal actual no es sostenible a largo plazo". Si bien no es la razón principal, "la rebaja se suma a la lista de argumentos por los que los inversores no deberían entusiasmarse demasiado con la exposición a la duración en este momento".
Las grandes crisis de deuda no se desencadenan por el tamaño de la misma, sino por la pérdida de credibilidad. Y eso es exactamente lo que Moody's acaba de señalar en su informe".
Coinciden desde Franklin Templeton , que explican que "no se trata de una rebaja sorprendente" dado que "estamos viviendo una implacable generosidad fiscal que no parará de acelerarse". En ese sentido Max Gokhman, analista de la firma dice que la consecuencia será más a largo plazo y será que "los costes del servicio de la deuda seguirán aumentando a medida que los grandes inversores, tanto soberanos como institucionales, comienzan gradualmente a cambiar sus bonos del Tesoro por otros activos refugio". Gokhman prosigue alegando que "esto, lamentablemente, puede generar una peligrosa espiral bajista para los rendimientos estadounidenses, una mayor presión a la baja sobre el dólar y reducir el atractivo de la renta variable estadounidense".
Desde Mirabaud van un paso más allá y hablan abiertamente de una crisis de deuda. "Teniendo en cuenta que desde 2021 los rendimientos se han duplicado y que necesitarán un tercio de su presupuesto para pagar los intereses de la deuda las alarmas suenan con fuerza. El gasto se acelera y no vemos una impago repentido, pero sí un gradual rechazo de los bonos por parte de los inversores. Un escenario que traerá un círculo vicioso de déficit porque la deuda costará más".
La firma alega que "la historia ha demostrado que las grandes crisis de deuda no se desencadenan por el tamaño de la misma, sino por la pérdida de credibilidad. Y eso es exactamente lo que Moody's acaba de señalar en su informe".
Si bien la agencia de calificuación no cambia por completo la realidad de EEUU se convierte en un indicador viviente de los grandes riesgos que atenazan al país y aumentan el gran problema que lleva vivo meses en el parqué de Nueva York. Un nuevo ciclo se abre para EEUU donde los inversores ya muestran abiertamente sus dudas donda antes había confianza plena. Ahora la resistencia de la economía del país será clave y el match point serán las negociaciones arancelarias con todo el planeta.