Bolsa, mercados y cotizaciones

El semáforo de Wall Street promete una travesía en el desierto de 16 meses y rentabilidad nula

  • El Modelo de régimen de mercado de Bloomberg da su peor señal por primera vez en dos años
  • En el pasado, cuando el 'semáforo' se pone rojo sólo se gana un 0,12% cada seis meses
  • De media, el mercado se mantiene en esta situación durante casi un año y medio
Wall Street acaba de encender la luz roja del semáforo. Foto: Dreamstime

Víctor Blanco Moro
Madrid,

Nadie sabe qué va a hacer Wall Street en los próximos 18 meses, y más teniendo en cuenta la incertidumbre geopolítica que ahora rodea a los mercados financieros, en medio de unas negociaciones arancelarias que pueden reconfigurar el comercio mundial y crear un nuevo contexto económico sin precedentes. Sin embargo, el trabajo de muchos economistas es tratar de anticipar cómo serán los próximos meses en los mercados financieros, y desde la agencia Bloomberg el equipo de analistas utiliza un modelo adelantado que cruza seis variables micro y macro para intentar anticipar si los retornos serán altos, moderados o bajos en los siguientes meses. El 'semáforo' de la agencia (se llama Modelo de régimen de mercado de Bloomberg Intelligence) ahora acaba de dar una mala señal para los inversores en el S&P 500: la herramienta acaba de entrar en 'zona roja', un hito que, desde 1996, ha promediado retornos del 0,12% cada seis meses. De media, el 'régimen rojo' dura 16 meses en Wall Street, un periodo que, de encajar con lo que ha ocurrido en el pasado, supondrá una travesía en el desierto de rentabilidades que no cubrirán siquiera el aumento de la inflación.

Aunque las negociaciones entre Estados Unidos y China para llegar a un acuerdo y evitar la guerra arancelaria total están progresando, todavía es pronto para saber si llegarán a buen puerto, e incluso es posible que un acuerdo no tenga la capacidad de arreglar el daño económico que ya ha hecho el conflicto. Al margen de las negociaciones comerciales, los inversores siguen con un ojo puesto en los fundamentales para intentar anticipar hacia dónde se va a mover el mercado en los próximos meses y en este sentido, las señales no son positivas en este momento para Wall Street.

El Modelo de régimen de mercado de Bloomberg Intelligence cruza seis variables microeconómicas y macroeconómicas, y desde 1996 se ha utilizado para proyectar el entorno de rentabilidades que se pueden esperar para el S&P 500. Los resultados han demostrado que el modelo es válido, ya que los avisos que ha dado este semáforo en los últimos 30 años han encajado con las rentabilidades que han conseguido los inversores. Desde 1996, en los periodos en los que el semáforo ha tenido la luz verde, se han cosechado rentabilidades del 8,5% en el índice cada seis meses; en los periodos de luz amarilla, los retornos han sido menores, del 5,9% en el mismo periodo, mientras que cuando la herramienta daba la peor señal posible, la roja, apenas se ha ganado un 0,12% con el S&P 500 cada medio año.

Así, el cambio que acaba de mostrar el semáforo es una advertencia que apunta a que los próximos meses no serán nada buenos para la bolsa. Por primera vez en dos años en los que se ha mantenido en amarillo, el modelo de Bloomberg muestra una luz roja, una advertencia clara para los inversores en el S&P 500, que promete un retorno menor al 0,4% y con una duración media de 16 meses, lo que, desde 1996, han durado de media los periodos de luz roja.

Las seis variables que utiliza el modelo

El semáforo de Bloomberg para Wall Street cruza seis variables, tanto macroeconómicas como microeconómicas, y también de análisis técnico, que ayudan a construir una fotografía relativamente completa sobre la situación en la que se encuentra el mercado. Se trata de la volatilidad implícita a seis meses del S&P 500; el porcentaje de compañías del índice que cotizan por encima de su media móvil de los últimos 200 días; los cambios que se producen en la ratio de precio / valor en libros; la evolución de las previsiones de beneficio de las empresas del índice para los próximos 12 meses, los spreads de crédito con calificación Baa y, por último, la oferta monetaria M2.

Las variables que se utilizan ayudan a medir el pulso de los mercados. El aumento de volatilidad se considera una señal de nerviosismo por parte de los inversores, igual que un alto porcentaje de compañías del S&P cayendo por debajo de su media de los últimos 200 días, es una señal técnica que refleja debilidad para el índice bursátil. Un descenso en el precio / valor en libros indica un abaratamiento de las empresas cotizadas, mientras que los cambios en las previsiones de beneficio a 12 meses son uno de los indicadores más claros de problemas para las bolsas, cuando estos se deterioran.

Por último, los spreads de crédito Baa permiten conocer cómo ven la situación de las empresas los inversores en renta fija, y no solo los que se suelen centrar en bolsa, mientras que la oferta monetaria M2, si aumenta, se considera, en el modelo, como una señal de debilidad, ya que suele estar asociada con inyecciones de estímulos por parte de los bancos centrales en momentos de debilidad económica, negativos para las bolsas.

Gina Martin Adams, directora de estrategia de Capital de Bloomberg Intelligence, y Gillian Wolff, economista de su equipo, explican qué variables han dado ya la señal 'roja', y cómo el resto, aunque no hayan llegado al nivel crítico, también están en un proceso de deterioro en los últimos meses. "Los spreads de crédito Baa, la volatilidad del S&P 500 y el crecimiento de la oferta monetaria M2 se mantiene por debajo de la media que se ha visto en los periodos pasados en los que se ha entrado en luz roja, lo que sugiere que el techo en las condiciones negativas para los mercados puede estar todavía a meses de distancia", explican las dos expertas.

Al mismo tiempo, destacan cómo "el cambio en las previsiones de beneficio es todavía mejor de la media de los últimos cinco años, pero está ya cerca de dar una señal roja", señalan, y consideran que los problemas todavía parece que continuarán en el S&P, ya que el aumento de la oferta monetaria M2, aunque está acelerando, "sigue por debajo de los niveles en los que la Fed tuvo que intervenir, lo que implica que todavía pueden estar más preocupados por la salud económica", explican.