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El número de sociedades de capital riesgo se acerca ya al mismo de las sicavs

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    Ángel Alonso
    Madrid,

    El número de sociedades de capital riesgo (SCR) ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años hasta el punto de que ya están a punto de sobrepasar al de las sicavs. El cambio de normativa hace unos años de estas últimas para que pudieran mantener esta consideración y beneficiarse de la tributación de la que gozan los fondos de inversión colectiva, provocó un aluvión de cierre de sicavs, sobre todo las de origen familiar y que contaban con lo que se denominaba mariachis para completar el mínimo de cien accionistas requeridos que aportaban el capital mínimo a la sociedad.

    Muchos grupos familiares aprovecharon entonces para transformarlas en sociedades de capital riesgo, lo que llevó a un incremento de su registro, con crecimientos anuales de doble dígito en el último lustro. Según los últimos datos del regulador, su número se sitúa ya en 494 sociedades, al filo de las 495 en que se ha reducido el número de sicavs desde las más de 3.000 que llegó a haber, según datos de Inverco.

    Guillermo Santos, socio de la firma de asesoramiento independiente iCapital, comenta que, pese a mantener ventajas fiscales, las SCR imponen condicionantes respecto a la inversión, ya que "no caben activos financieros pues se tributaria al Impuesto de Sociedades normal. La subida de volumen de la industria del capital riesgo en España se debe a este fenómeno", subraya.

    Esta tendencia a lanzar SCR familiares tiene lugar en un momento en que la gestión alternativa ha ganado peso en las carteras de los inversores como una forma de descorrelacionarse de los activos tradicionales, bajo la promesa de obtener mayor rentabilidad a cambio de la iliquidez a la que obliga este tipo de vehículos y la asunción de más riesgo también. El coste de este tipo de sociedades, y de los fondos alternativos en general, incentiva a las firmas a promover su constitución, pese a que las clientes de alto nivel patrimonial que están detrás de las SCR normalmente se fijan, sobre todo, en la ventaja fiscal.

    Santos añade que en los últimos años muchos grupos familiares han invertido o se están planteando invertir en este tipo de entidades, siendo la tributación asociada a estas inversiones un aspecto a considerar. "En particular, reviste especial interés la posibilidad de aplicar los beneficios del régimen de empresa familiar por la tenencia indirecta de estas inversiones. Pero la SCR no debe considerarse entidad patrimonial pues en ese caso no tendrá beneficios fiscales", señala.

    Ventajas fiscales

    Cristina Mayo Rodríguez, socia de Fiscalidad Financiera de finReg360, explica que la doctrina de la Dirección General de Tributos reconoce que las SCR son sociedades de inversión aptas para aplicar los incentivos de la empresa familiar, lo que significa que son activos que podrían beneficiarse de la exención de empresa familiar prevista en el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, así como de una reducción del 95% en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, sobre la parte de la cartera que afecta, siempre que se cumplan una serie de condiciones.

    En concreto, sobre un 60% del activo, lo que se denomina técnicamente, el coeficiente obligatorio de inversión. "Se aplicarían directamente estos beneficios y, para el 40% restante, la norma exige que la SCR tome posiciones de al menos el 5% de los derechos de voto y que se dispongan de medios materiales y humanos para dirigir y gestionar la participación", explica la experta, quien recuerda que "existen ciertos aspectos controvertidos en relación con la aplicación de los incentivos de la empresa familiar para las SCR, como en quién recae la gestión real de la sociedad, si es necesario cumplir con los requisitos adicionales para el 40% del activo, si la totalidad de las inversiones se invierten conforme a las reglas del coeficiente de inversión o qué ocurre durante los primeros años, donde la normativa te permite un plazo para construir la cartera de inversión y cumplir las reglas del citado coeficiente".

    Es decir, muchos interrogantes que ha llevado a algunas firmas como Creand WM a advertir sobre la necesidad de recibir asesoramiento especializado antes de lanzarse a la constitución de una sociedad de capital riesgo, puesto que cualquier aspecto que pueda ser considerado por el regulador como técnicamente cuestionable podría derivar en que no se pueda beneficiar de las ventajas fiscales en una posible revisión por el regulador.

    De ahí que Jorge Ferrer, cofundador y socio de finReg360, apunte que las SCR deben estar gestionadas profesionalmente por sociedades gestoras autorizadas por la CNMV o constituirse como sociedades autogestionadas, que "deben cumplir con requisitos asimilables a las gestoras en términos de medios humanos y técnicos para la gestión de las inversiones", explica.

    "Lo que es crítico a la hora de canalizar las inversiones de un grupo familiar a través de una SCR es garantizar el cumplimiento de estos principios, asegurando una gestión activa y profesionalizada de la cartera y no desnaturalizando esta figura", concluye Ferrer.

    José Cloquell, director de inversiones ilíquidas de la firma de asesoramiento independiente Diaphanum, recalca la necesidad de tener en cuenta varios aspectos a la hora de constituir una SCR de tipo familiar, como la definición de la función y el peso que deben jugar las inversiones ilíquidas dentro del patrimonio familiar, "de manera que dicho vehículo se adecúe realmente a las necesidades familiares, y no a la inversa", para que la constitución de la SCR no condicione la tipología de inversiones a acometer.

    Santander, líder en sicavs

    Pese a la reducción del número de sicavs en los últimos años a menos de 500 sociedades, desde las más de 3.000 que llegó a haber, todavía quedan entidades que mantienen una cuota importante en la gestión de sociedades de inversión de capital variable.

    Es el caso de Santander, que se mantiene como líder de las firmas gestoras, con 120 sociedades de este tipo a su cargo (con 3.657 millones de euros de volumen patrimonial total).Le sigue Bankinter, con 90 sicavs (1.951 millones) y Andbank, con 61 sicavs (842 millones).