Bolsa, mercados y cotizaciones

Las empresas de EEUU siguen destrozando previsiones... pero se encienden dos alarmas clave

  • Los ingresos no mantienen el ritmo, el crecimiento viene de recortes
  • Las megacapitalizadas consagran su 'cansancio' y la gran rotación se vuelve real
  • Los resultados son el 'canario en la mina' para mantener el aterrizaje suave de EEUU

Álvaro Moreno

Estamos ante una de las semanas más importantes para los mercados y la economía de EEUU (y del mundo) que se recuerdan. Por un lado, las elecciones de EEUU de este martes tienen enormes implicaciones, desde gravámenes, a inflación, pasando por déficit... dos modelos totalmente diferentes chocarán en las urnas y decidirán el rumbo de la economía mundial. Por otra parte, la Fed tiene este jueves su reunión en la que, pese a que todo parece atado con un recorte de 25 puntos básicos asegurados, se definirán los futuros pasos del banco central. Sin embargo, mientras todo esto ocurre, sigue una de las tendencias más importantes de todas: los resultados empresariales.

La fuerte resiliencia de los ingresos y beneficios de las empresas son uno de los pilares sobre los que se han construido el aterrizaje suave de EEUU o incluso el no aterrizaje. Unas empresas con su actividad inalterada están pudiendo mantener un mercado laboral en pleno empleo sin despidos y la actividad económica en pleno funcionamiento. De hecho, cuando existían dudas sobre una posible recesión eran en las cuentas de las principales empresas del país donde los analistas veían el 'canario en la mina'.

En ese sentido, esta semana ya se han atado una buena parte de las cuentas de la compañía. Este lunes ya el 70% de las mismas han salido a la palestra. A falta de algunos titanes como Cisco, Disney, AstraZeneca, Home Depot o Qualcomm poco más queda. El gran ausente es Nvidia, el gigante de los chips que presentará ya cerrada la temporada, el 20 de noviembre. A pesar de todo, los mercados ya están sacando conclusiones de lo que parecía una prueba de fuego en la que sí podría esperarse un debilitamiento. La conclusión es que las empresas de Wall Street han vuelto a cumplir su parte.

Según datos de Factsec, cerca del 75% de todas las firmas que han presentado han logrado unos beneficios superiores a lo esperado, exactamente lo mismo que el promedio de los últimos diez años y ligeramente por debajo del último lustro. Por su parte, los beneficios han aumentado en conjunto un 8,4% respecto al año anterior y un 4,6% por encima de las estimaciones. Algo por debajo del promedio del último lustro pero manteniendo la salud del sector. Todo esto a pesar de que saltaran las alarmas en un primer momento, pues, tras la presentación del primer tercio, parecía que se quedarían muy por debajo de su media histórica.

Sin embargo, a pesar de que están cumpliendo en cuanto a beneficios, crece la preocupación de que estos beneficios estén sostenidos por motivos erróneos. Algunos analistas están advirtiendo de que si bien se están consiguiendo mantener los beneficios en alza con recortes, la amenaza está en los ingresos, donde sí se está notando un cansancio.

Los expertos de Charles Schwab definen la temporada actual como "fuerte". La analista Liz Ann Sonders comenta que "las empresas realmente están impresionando con sus resultados". Sin embargo, la firma señala que hay que matizar bien los motivos por los que se está logrando este éxito. No es que las empresas estén viendo como sus ingresos son claramente mejores de lo anticipado, sino que están encontrando formas de mantener la rentabilidad en un entorno que es más complicado de lo que dicen los números a primera vista.

Según Charles Schwab en ingresos brutos, la tasa de superación solo ha pasado del 59%, mucho menos que lo conseguido en los beneficios. De hecho esta tasa es la más baja desde el primer trimestre de 2020, cuando la pandemia paró el mundo y la actividad de las empresas de Wall Street se hundió. En ese sentido, los expertos advierten de que deben leerse estos resultados con mucho cuidado. "Creemos que el foco del mercado se ha desplazado (y seguirá desplazándose) hacia lo que está sucediendo en los ingresos brutos. Los recortes de costes solo pueden impulsar unos beneficios más sólidos durante un tiempo, hasta que las empresas ya no puedan cubrir la débil demanda".

Yendo a nivel sectorial, prácticamente todos han logrado batir las previsiones excepto tres claros ejemplos, la energía, destrozada por la caída de los precios del petróleo, que está en negativo frente a las estimaciones con una caída del 28,5% en sus ganancias. Por su parte, también han experimentado retrocesos las firmas industriales (-9,6%) y los materiales (-2%).

Sin embargo, la gran duda que recorría los mercados era sobre las grandes tecnológicas. Un lugar donde sí está habiendo una gran desaceleración. Las Siete Magníficas han visto cómo este crecimiento estelar del 50% en sus beneficios se ha diluido hasta el 20% en esta temporada (a la espera de Nvidia). Todo ello a pesar de que estos valores sí que han ido cumpliendo en esta temporada respecto a las previsiones. Alphabet comenzó la semana pasada con una subida del 4,64% gracias a un incremento interanual del 35% en los resultados de su división de nube, lo que supone un rendimiento 600 puntos básicos superior a las expectativas del consenso. Microsoft (+1,39%) confirmó la tendencia con una subida del 34% en su oferta en la nube Azure. Apple sí salió derrotada de sus resultados, batiendo beneficios, pero con unas peores perspectivas para el último trimestre.

Desde Charles Schwab creen que el crecimiento del beneficio de las megacapitalizadas seguirá estancándose. "Se mantendrá en esta tendencia hasta el tercer trimestre de 2025". En ese sentido sentencian que "esto contrasta con un contexto de mejora general para las ganancias de las acciones que no pertenecen a este grupo". Esto "sigue siendo un pilar fundamental, una rotación en el liderazgo que comenzó a funcionar a mediados del verano" y que desde la firma ven consolidándose con el paso de los meses.

En cualquier caso, desde Bank of America creen que el incremento de los beneficios, más allá de que venga de recortes o de aumentos de ingresos, supone una gran señal para los mercados y la economía. Savita Subramanian, estratega del banco, comentaba en un informe publicado este lunes que esto puede no ser una tendencia, sino un paso exitoso por un contexto complicado. "Las empresas llevan casi dos años operando en un entorno de demanda débil debido a la debilidad de los bienes y la manufactura, pero vemos señales de que lo peor puede haber quedado atrás", defendía Subramanian.

En ese sentido, la firma norteamericana insistía en que esperan que a partir de ahora veamos un aumento incluso más potente de los beneficios. "Las pistas que se han ido dejando en las conferencias de resultados de este tercer trimestre sugieren que veremos un aumento de las ganancias notable en 2025". BofA espera que esto venga especialmente de la industria con una "clara recuperación de la actividad manufacturera en la primera mitad del año gracias al final de la incertidumbre sobre las elecciones y una Fed que continúe recortando tipos".