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Hito para la industria de inversión española: ya supera el medio billón de euros de patrimonio
- Entre fondos de inversión y planes de pensiones, acumulan 516.000 millones de euros
- Con los fondos de inversión internacionales, la cifra llega a los 820.000 millones
- El sector aboga por mejorar la fiscalidad de los productos de ahorro e inversión
Ángel Alonso
Madrid,
La industria de inversión española acaba de cumplir un hito en su largo recorrido desde los primeros años noventa en que echó a andar: ha rebasado ya el medio billón de euros en activos bajo gestión, contabilizando el volumen patrimonial que aglutina entre fondos de inversión y planes de pensiones. Con datos de Inverco de finales de septiembre, acumula casi 516.000 millones de euros. Esa cifra, que representa más del 52% del PIB español, significa el 16% del ahorro de las familias españolas en activos financieros en unos productos que, en el caso de los fondos de inversión, se han consolidado como una de las preferencias de los ahorradores.
La larga década de tipos de interés en cero e incluso en negativo y la entrada en vigor de la normativa europea Mifid II, que alentaba la implantación del asesoramiento financiero, llevaron a las entidades financieras a comercializar masivamente los fondos como una alternativa a los depósitos, y la gestión discrecional de carteras, que facilita una mayor fidelización de los clientes, ha ayudado a consolidar un modelo que ya supone el 25% de la distribución de fondos en España, que se eleva a casi el 73% si se incluye el asesoramiento.
Si a este medio billón de euros se le añade el volumen que tienen los españoles en fondos de inversión internacionales, la cifra se incrementaría hasta los 820.000 millones de euros.
Pese a este elevado patrimonio en instituciones de inversión colectiva (denominación con la que se agrupan los fondos y las sociedades de inversión y los planes de pensiones), España se encuentra por debajo de la media europea en relación al nivel de activos financieros per cápita, pese a que desde 2012 se ha más que triplicado la inversión de los españoles en fondos, en un mercado dominado todavía por la inversión minorista, es decir, por los particulares. En concreto, un 62% frente al 25% de media en Europa. De ahí que desde el sector consideren que todavía queda mucho margen de mejora para un negocio que implica el desarrollo de la economía en los próximos años.
El medio billón de euros es "una cifra relevante, aunque los retos a los que se enfrentan las economías europeas sobre transformación digital y sostenible, a los que los informes Draghi, Letta o Noyer ya le ponen cifras, va a hacer necesario un impulso decidido a los vehículos de ahorro colectivo, como fuente de financiación de las iniciativas que será necesario llevar a cabo.", subraya Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, la asociación que agrupa a las gestoras de fondos y planes de pensiones en España.
Mejorar la fiscalidad del ahorro en España e introducir cambios en la normativa sobre los planes de empleo, aprobada hace dos años por el entonces ministro de la Seguridad Social y actual presidente del Banco de España, José Luis Escrivá, serían las medidas más necesarias para impulsar unos vehículos que han servido para financiar la economía nacional con casi 150.000 millones de euros (el 10% del PIB) y que, en el caso de los planes de pensiones, sirven para complementar la pensión pública con 4.000 millones de euros aproximadamente, según la Memoria Social de Inverco.
Martínez-Aldama insiste en que sería importante la puesta en marcha de un marco fiscal "mucho más estimulante" para el desarrollo del ahorro colectivo. Entre las medidas más importantes, destaca la recuperación de los límites de aportación a planes de pensiones individuales, limitados desde 2022 en 1.500 euros anuales, y un nuevo impulso de los fondos de pensiones en las empresas, "con estímulos fiscales y no fiscales, para que sean un complemento real al sistema de reparto", subraya.
Desde la CNMV se han mostrado a favor de adoptar fórmulas fiscales que favorezcan el ahorro financiero, y no solo mediante fondos de inversión, sino mediante cuentas de ahorro al estilo de las existentes en Estados Unidos y que ya han aplicado países como Italia o Suecia, para incentivar un horizonte de inversión a largo plazo, teniendo en cuenta que el ahorro medio en planes de jubilación de los españoles es incapaz de cubrir ni un año de pensión.
Desde Unespa, la organización de las compañías aseguradoras, firmas que canalizan una cifra importante del ahorro en España, son más incisivos. Carlos Esquivias, director del área de seguros personales de Unespa, subraya que, "lamentablemente, los pilares de empleo y ahorro individual se encuentran infradesarrollados" porque "los recurrentes cambios en el tratamiento fiscal del ahorro complementario han afectado a la estabilidad que necesita la previsión social para adquirir velocidad de crucero y crecer adecuadamente en España".
Planes de empleo, encallados
Las cifras corroboran los comentarios del sector. Dos años después de que haya entrado en vigor la reforma de Escrivá, los planes de empleo de promoción pública siguen encallados por cuestiones técnicas, y aún así, como recuerda Esquivias, "se tardarán todavía varios años más en ir constituyendo y alimentando estos productos de ahorro", todavía en fase embrionaria.
Esta es una de las razones por las que desde Unespa abogan por un sistema transitorio que permitiera que los trabajadores que no disponen todavía de un sistema de empleo en su empresa puedan realizar aportaciones transitorias a un sistema individual, con los límites de los sistemas de empleo, y la obligación de traspasar los derechos consolidados al sistema de empleo cuando el mismo se constituya en su empresa, teniendo en cuenta que hasta la fecha, sólo se han creado 34 planes de pensiones de empleo simplificados (PPES), que acumulan aproximadamente 232 millones de euros, y que sólo uno es sectorial, el de la construcción).
Frente al escaso desarrollo de los PPES, que representan solo el 0,61% del total del ahorro acumulado en planes de pensiones de empleo, "el recorte del límite de aportación a sistemas de previsión social individuales a 1.500 euros anuales ha reducido las aportaciones a estos sistemas en 7.100 millones de euros en los últimos tres años. Y de de no revertirse, serán 2.700 millones anuales recurrentes", advierte Esquivias.
Fernando Alonso de la Fuente, socio de Estrategia y Operaciones de la consultora finReg360, considera importante también una mayor armonización de la regulación de la inversión colectiva en España de forma que se reduzca la brecha existente con el resto de Europa, que genera, a su juicio, un "efecto pernicioso" de salida o deslocalización de capitales desde España hacia jurisdicciones más favorables.
La modificación del régimen de las sicav, la reducción del límite exento en productos de pensiones, retrasos en la transposición o desarrollos legislativos europeos y mayores exigencias en la interpretación de la norma, como fue el caso de Mifid II, la aplicación del régimen de diferimiento fiscal a traspasos entre vehículos de inversión alternativa o las sociedades de inversión libre y otros vehículos de reciente creación como los Filpe, o la adopción de facilidades para la circulación de activos digitales son algunos ejemplos que enumera el experto sobre "decisiones que se han tomado desde los gobiernos españoles" perjudiciales, a su juicio, para el desarrollo de la inversión colectiva.