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¿El principio del fin de los CoCos? Australia propone que la banca los elimine tras el colapso de Credit Suisse

Los CoCos son un instrumento muy utilizado por la banca. Foto: Dreamstime.

Isabel Blanco

Hay un país que se ha propuesto que la banca deje de utilizar los instrumentos de deuda conocidos como CoCos (contigentes convertibles) como colchón de capital, después del terremoto que causaron el año pasado en la entidad suiza Credit Suisse. Australia se ha puesto manos a la obra para que los bancos los entierren poco a poco en los próximos años. Esta deuda, compleja y de alto riesgo, surgió a raíz de la crisis de 2008 y generó gran desconfianza en 2023. ¿Por qué da este paso ahora Australia? Y, sobre todo, ¿es posible que otros países o regiones se planteen algo semejante?

El regulador australiano (APRA) ha propuesto que la banca elimine gradualmente el uso de estos bonos llamados también AT1 (al ser capital adicional de nivel 1, los de más riesgo para el inversor, que se introdujeron después de la crisis financiera mundial de 2008 para evitar que los contribuyentes asumieran las pérdidas en caso de quiebra de un banco). En su lugar, sugiere que se empleen "formas de capital más baratas y confiables". El organismo ha abierto una consulta en la que plantea un periodo de transición que comience a partir del 1 de enero de 2027, de modo que todos los bonos AT1 emitidos actualmente sean reemplazados para 2032. Esta propuesta llega después de un documento de consulta del año pasado que buscaba comentarios sobre cómo mejorar la estructura AT1 a la luz de lo ocurrido con Credit Suisse.

A grandes rasgos, la idea es cambiar estos AT1 por bonos Tier 2 (T2), que se sitúan un peldaño por encima en el orden de prelación de cobro en casos de quiebras. ¿Por qué cambiar uno por otro? "El AT1 sirve como going concern. Si el banco empieza a perder capital, entonces el AT1 se convierte en equity, en capital (o se hace un write off del bono), para que el banco pueda seguir siendo viable. Mientras que el T2 se utiliza como gone concern, es decir, que una vez que el banco ya se ha considerado que no puede ser viable, entonces el T2 sirve como colchón para que los acreedores más senior tengan menos pérdidas", explica el experto de un banco que prefiere no ser citado. En las últimas crisis (incluido Popular o Credit Suisse) se ha visto que el AT1 al final "está funcionando también como gone concern y que por tanto es similar que un T2 (una vez que el banco se considera que no es viable entonces se usa como colchón), así que el regulador australiano ha pensado que a lo mejor los bancos pueden sustituir el AT1 que es caro por T2 que es más barato", apunta.

"La propuesta de APRA es: remplazar el requisito del 1,5% de AT1 por 1,25% de Tier 2 y 0,25% de CET1 para los bancos australianos internacionales activos y que los bancos pequeños puedan reemplazar su AT1 con T2, quitando su requisito de AT1 y sin cambios propuesto en términos de capital total", desarrolla Carlos Cortezo, Responsable de Mercado de Capitales para Instituciones Financieras de Société Générale.

El presidente de APRA, John Lonsdale, dijo este martes que los CoCos no cumplen con su "función de estabilizar un banco durante períodos de estrés debido a su complejidad, el potencial de desafíos legales y el riesgo de contagio", según recogía Bloomberg. En Australia, apuntaba, esos riesgos aumentan porque una "proporción inusualmente alta" está en manos de inversores minoristas.

En España, en general, la deuda subordinada (tanto AT1 como T2) no es un instrumento financiero apto para cualquier inversor, de hecho, las emisiones de estos títulos están reservadas a grandes inversores, pero puede incluirse en una cartera diversificada con fondos de inversión para quienes estén dispuestos a asumir sus riesgos a cambio de rentabilidades que suelen ser más elevadas que otros activos de renta fija.

Los expertos consultados por este medio consideran que, de momento, no habrá otros mercados que se planteen retirar los CoCos como propone Australia. "No creemos que otros países sigan los pasos del regulador australiano, ya que esta situación es muy específica de ese mercado", valoran desde Société Générale. "Otros países no han comentado nada todavía. Cualquier cosa que se quisiera hacer en Europa tardaría bastantes años en aprobarse", advierte el experto de otro banco de inversión.

Recuperación del mercado

Según apuntan en Bloomberg, Australia es "la primera jurisdicción en eliminar gradualmente" estos instrumentos que durante unos meses dejaron de utilizarse el año pasado tras el colapso de Credit Suisse. En aquel momento, Suiza se saltó las normas de juego y se decidió que fueran los tenedores de unos CoCos del banco los que absorbieran pérdidas antes que los accionistas de la entidad, que están por debajo en el orden natural de cobro, valorando esos bonos a cero.

Esto desató una gran preocupación en el resto de Europa y una clara huida de los inversores, y el propio Banco Central Europeo (BCE) tuvo que salir en defensa de esta deuda asegurando que esto no sucedería en el área del euro. Pero las aguas tardaron unos meses en calmarse, y los precios de muchos bonos se derrumbaron paralizando también las emisiones. Según datos de AFME, 2023 fue el año de menos de emisiones de CoCos en Europa de la última década. Fue una entidad española, BBVA, la primera que se atrevió en Europa a retomar las colocaciones de CoCos tres meses después. Este mercado se ha ido normalizando poco a poco. Los precios se han recuperado y, de hecho, uno de los índices de CoCos bancarios que recoge Bloomberg cotiza en máximos no vistos desde 2021.