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Vanguard, el gigante de la gestión pasiva, quiere plantar cara a BlackRock en España
- Ficha a Álvaro Hermoso como ejecutivo de ventas focalizado en el mercado ibérico
Ángel Alonso
Madrid,
Vanguard, uno de los gigantes globales de la gestión pasiva, quiere crecer en el mercado español y hacer frente a sus competidores. Para ello acaba de contratar a Álvaro Hermoso, según adelanta Funds People, como ejecutivo de ventas con el objetivo de focalizarse en España y Portugal, aunque trabajará desde la oficina de Milán. Es un primer paso para tratar de ofrecer un servicio más personalizado a sus clientes españoles en un momento en que todas las grandes gestoras están centrando sus esfuerzos en la distribución de productos indexados y ETF.
España no es una excepción y todos los grupos están tratando de arañar cuota de mercado en un segmento que, junto a los productos alternativos, se ha convertido en clave para el crecimiento de activos durante los próximos años.
BlackRock domina el mercado español, ya que de los más de 46.000 millones de euros que tiene la firma de Larry Fink de volumen gestionado en nuestro país, la mayor parte procede de sus vehículos pasivos. En Europa, también encabeza el ranking de gestoras por patrimonio bajo su marca especializada iShares, con 834.000 millones de euros, según los datos de Morningstar a cierre de julio.
En esta clasificación, Vanguard ocupa el quinto lugar, con 282.000 millones, pese a que en Estados Unidos ocupa el primer puesto, con 8,8 billones de dólares, seguida de Fidelity (que también cuenta con una gama pasiva), con 4,13 billones, e iShares, con 2,93 billones de dólares.
DWS y Amundi también cuentan con una parte importante de su volumen en fondos pasivos, una área que también están impulsando firmas como Fidelity o JP Morgan AM, líder en la distribución de ETF de gestión activa.
La cercanía a los clientes se ha convertido en un elemento esencial a la hora de desarrollar el negocio de las firmas internacionales. De ahí que Vanguard confíe en Hermoso, que cuenta con amplia experiencia en el gigante State Street Global Advisors, donde también llevaba la relación con clientes españoles, para tratar de alcanzar una cuota en el mercado ibérico que se corresponda con su tamaño global.