Bolsa, mercados y cotizaciones

La historia enfría la posibilidad de ver una reunión de emergencia de la Fed en agosto

Jerome Powell, presidente de la Fed. Foto: Reuters

Carlos Simón García
Madrid,

Este lunes saltaron todas las alarmas en los mercados después de que un mal dato de empleo en Estados Unidos publicado el viernes trajera de nuevos los no tan viejos fantasmas de la recesión en la que todavía es la primera economía del mundo.

Una reacción en cadena, esta, que provocó el desplome de la bolsa japonesa a primera hora de la mañana y fuertes caídas a posteriori de los índices europeos y de Wall Street, además de salidas de dinero en algunas materias primas, como el petróleo, y fuertes flujos hacia la renta fija, ante la perspectiva de que los bancos centrales van a tener que pisar el acelerador de las bajadas de tipos en los próximos meses para controlar este deterioro de la economía.

El foco, sobre todo, se puso sobre los dirigentes de la Reserva Federal, que ahora se encuentran de vacaciones pero que podrían ser llamados a filas antes de tiempo, según algunos rumores que surgieron a lo largo del lunes. De hecho, los mercados comenzaron a descontar esta posibilidad y los CDS sobre los tipos de interés en EEUU llegaron a darle una probabilidad del 30% a la opción de que la Fed tuviera que reunirse este mes de agosto, incluso antes de Jackson Hole, para recortar los tipos de interés.

Y, aunque este martes las bolsas y el resto de los mercados abiertos se han calmado, recuperando una cierta sensación de normalidad y de una pasada de frenada excesiva, lo que de verdad enfría la posibilidad de una reunión extra este mes en Washington es la propia historia. Y es que en los últimos 30 años solo ha habido nueve reuniones de emergencia al otro lado del Atlántico y todas ellas bajo circunstancias mucho más acuciantes que la actual.

"La decisión de la Fed de esperar a septiembre nos parece lo más razonable puesto que recortar los tipos entre reunión y reunión podría provocar una sensación de pánico absoluta en los mercados, debilitando aún más al dólar, lo cual podría provocar que un mayor número de inversores se vean obligados a vender posiciones generadas a través del carry trade con el yen", explica Manuel Pinto, analista de mercados. "El gran anuncio podría llegar el 23 de agosto en Jackson Hole, pero es algo que el mercado sí está anticipando", agrega.

Desde BlackRock también apuntan a que "el mercado está descontando más recortes de los necesarios, ya que pensamos que no habrá tal recesión". "El trasfondo macroeconómico no es tan nefasto como indican los mercados ya que el fuerte crecimiento de la oferta de mano de obra en los últimos años ha contribuido a enfriar el mercado laboral, por lo que esperamos que la Fed empiece a relajar su política monetaria en septiembre", aportan en Abrdn.

Sin ir más lejos, la última vez que esto sucedió fue hace ya cuatro años, cuando en marzo primero y en mayo después el propio Jerome Powell tuvo que rebajar en 50 y 100 puntos básicos, respectivamente, el precio del dinero en Estados Unidos a causa de una crisis sobrevenida por la pandemia de Covid y el parón de la actividad económica que tuvo que realizarse para controlarla.

Durante la primera década de este siglo también hubo momentos de tal tensión que obligaron a romper el calendario establecido. En 2001, el estallido de la burbuja puntocom hizo que Alan Greenspan reuniera a los suyos para rebajar los tipos 50 puntos básicos un 3 de enero y, solo tres meses más tarde, otros 50 puntos. Solo en ese año la referencia pasó del 6,5% al 1,75%, celebrándose también un encuentro urgente tras los atentados del 11S para rebajar en otro medio punto porcentual los tipos.

Por supuesto, la crisis de 2008 también puso contra la espada y la pared al que por entonces era el presidente, Ben Bernanke, el cual bajó los tipos en 75 puntos durante el mes de enero con los primeros síntomas de la crisis de las hipotecas subprime, para después hacerlo en otros 50 puntos en octubre, ya después del colapso final de Lehman Brothers. Ese mes de diciembre se alcanzó por primera vez el tipo cero y apareció una política monetaria nueva, como es el QE (quantitative easing), que fue la compra masiva de bonos para apoyar la economía, llevando al balance de la Fed a superar los 4 billones de dólares.

En la década de los noventa la fotografía es distinta, pues Greenspan solo tuvo que realizar reuniones de emergencia en dos ocasiones. La primera de ellas en el 94 para subir los tipos en 25 puntos como medida extraordinaria para combatir un repunte de la inflación y, la segunda, en el 98, tras una crisis de los emergentes con Rusia en el centro.

Un recorte de 50 puntos no sería extraño

Más allá de que esto pueda suceder en los próximos días, lo que sí nos concede la hemeroteca es que el recorte de 50 puntos que sí se descuenta para la reunión ordinaria de septiembre no está fuera de lo común ya que en estos 30 años ha pasado en 17 ocasiones, la última de ellas, eso sí, precisamente en la reunión de emergencia del 3 de marzo de 2020.

De hecho, ha habido recortes mayores, como ya se han mencionado. En dos ocasiones, durante 2008, Bernanke rebajó el tipo de interés en 3 cuartos de punto antes del gran recorte del punto entero de diciembre. En 2020, por su parte, Powell también se vio obligado a sacar la motosierra y volver a los tipos de interés cero con un descenso de 100 puntos básicos.

Los analistas de Goldman Sachs ya le dan una probabilidad de recesión del 25% a la economía estadounidense, mientras que en JP Morgan suben la apuesta hasta el 50%. En cuanto a los recortes, los primeros piensan en tres bajadas de 25 puntos frente a las dos de 50 puntos que prevén los segundos.