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Ucrania asesta un doble golpe a Rusia con ataques simultáneos al petróleo y la electricidad
- Al tiempo que Putin elige a un tecnócrata como nuevo ministro de Defensa
- El presidente ruso buscaría un mayor control de la 'economía de guerra'
- Existen dudas sobre si la ayuda americana a Ucrania será un mero "parche"
Mario Becedas, Vicente Nieves
Ucrania sigue buscando las 'cosquillas' a Rusia con ataques medidos y controlados sobre instalaciones energéticas clave, que están poniendo a Moscú en aprietos para mantener el normal funcionamiento de su industria y seguir financiando una guerra que por ahora no tiene ganador claro pese al avance de las tropas rusas en el frente. En las últimas horas, Ucrania ha asestado un doble golpe a la industria energética rusa con un ataque sobre un depósito de petróleo y otro a una subestación eléctrica que alimenta una línea de ferrocarril.
Esta ha sido la forma de Kiev de dar la bienvenida al nuevo ministro de Defensa ruso, Andrey Belousov, una persona muy cercana a Vladímir Putin y que es economista de profesión. Putin ha propuesto para este caro a su ex asistente de economía y primer viceprimer ministro, Andrey Belousov, para reemplazar a Sergei Shoigu quien se le ha degradado suavemente tras ponerle a cargo del consejo de seguridad.
Ataques con drones al petróleo y electricidad
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha llevado a cabo en las últimas horas un audaz ataque con drones sobre un depósito de petróleo y una subestación eléctrica en las regiones rusas de Lípetsk y Bélgorod, en el oeste del país. Este incidente resalta la escalada de los ataques de Kiev en territorio ruso y subraya la determinación de Ucrania en encontrar y explotar las debilidades en la infraestructura energética de Rusia. En la actualidad, Moscú se enfrenta a varios retos como la falta de trabajadores para su industria de petróleo.
Según fuentes del propio SBU, el objetivo de estos ataques era desestabilizar el potencial militar del Rusia, evidenciando así la estrategia de Ucrania de emplear tácticas disruptivas para debilitar a Rusia. Los blancos seleccionados, el depósito de petróleo cerca de la ciudad de Stari Oskol y la subestación eléctrica de Yeléts, son puntos neurálgicos en el suministro de energía para el sistema ferroviario ruso y otras instalaciones petroleras de la región.
Además, el pasado viernes, el ataque de un dron ucraniano provocó un incendio en una refinería de la región de Kaluga, a unos 200 kilómetros al suroeste de Moscú, según informó el gobernador, Vladislav Shapsha. Según informaba el canal de Telegram Astra, los operarios de la planta tuvieron que ser evacuados urgentemente. Shapsha ha explicado en la misma red social que el fuego fue sofocado rápidamente y que los equipos de emergencia valoran como graves los daños causados a las infraestructuras de la planta, aunque no se han registrado heridos.
Por otra parte, este domingo, el Ministerio de Defensa de Rusia había informado sobre el derribo de dos misiles Tochka-U ucranianos y otros dos drones sobre la región de Bélgorod, la más afectada por ataques enemigos desde el inicio de la guerra.
Putin busca mejorar su economía de guerra
La sorpresiva reorganización de su equipo de defensa y seguridad llevada a cabo por Putin a última hora de la noche indica su determinación de movilizar la economía de guerra de Rusia para un conflicto prolongado e intensificado en Ucrania contra Occidente. El nombramiento de Belousov, que desde hace tiempo aboga por un mayor control estatal de la economía, "no tiene que ver con el liderazgo militar", señala en Telegram, tal y como recoge Bloomberg, Tatyana Stanovaya, fundadora de la consultora política R.Politik.
La destitución por Putin de Shoigu, uno de sus aliados más cercanos, puede reflejar la frustración por el fracaso a la hora de derrotar a Ucrania en una guerra que debía durar días y que ya va por su tercer año con cientos de miles de tropas rusas muertas o heridas. El ministro de Defensa fue el blanco el año pasado del motín abortado del líder de los mercenarios Wagner, Yevgeny Prighozin, que le acusó de repetidos fracasos en el campo de batalla.
"Se trata del 'Gosplan' del complejo militar-industrial", explica, en referencia al sistema de planificación estatal de la era soviética. "El nombramiento de Belousov es una señal de que la economía rusa se está transformando en una economía de guerra", constata Andrei Kolesnikov, miembro del Carnegie Endowment for International Peace en Moscú.
Las tropas rusas avanzan en la región ucraniana de Kharkiv, al noreste del país, en una nueva ofensiva. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró a última hora del domingo que las fuerzas de defensa mantenían sus posiciones en encarnizados combates, y calificó la situación de "extremadamente difícil".
Al igual que Shoigu, Belousov llega al Ministerio de Defensa sin formación militar. Con Ucrania empezando a recibir decenas de miles de millones de dólares en nueva ayuda militar de sus aliados estadounidenses y europeos, Rusia se enfrenta al reto de maximizar el impacto de su propio gasto en defensa, que está aumentando hasta niveles históricamente altos.
La ayuda de EEUU a Ucrania
Al otro lado del frente, no obstante, la cuantiosa ayuda de EEUU recibida por Ucrania puede ser más un "parche" que una solución, avisan algunos analistas. "El paquete de ayuda estadounidense de 61.000 millones de dólares para Ucrania aprobado a finales de abril supondrá un impulso muy necesario para los esfuerzos de Ucrania en el campo de batalla, pero los retrasos que ha sufrido la financiación en los últimos meses ensombrecen las esperanzas del país de alcanzar finalmente el éxito militar y su estabilidad macrofinanciera a medio plazo", escriben Nicholas Farr y Liam Peach, de Capital Economics.
Los analistas de Capital Economics alertan de que "el panorama general es que Ucrania seguirá dependiendo en gran medida del apoyo occidental en los próximos años, y la oposición a la que se ha enfrentado la financiación en el Congreso en los últimos meses es preocupante. Una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU supone un riesgo a la baja para la continuidad del apoyo financiero y la estabilidad macroeconómica de Ucrania". Mientras tanto, la ayuda financiera está impulsando los ataques de Ucrania, cada vez un poco más sofisticados y certeros.
Ataques a refinerías de petróleo
Con drones de ala fija, Ucrania ha causado en los últimos meses cuantiosos daños en refinerías a lo largo de toda la Rusia europea en un intento de impedir que suministren combustible a las tropas que combaten en el país vecino. Sólo en los últimos meses, Kiev atacó con mayor o menor éxito refinerías en Nizhni Nóvgorod -una de las más grandes de Rusia-, Rostov, Samara o Krasnodar.
Estos ataques son solo el último episodio de una serie de acciones llevadas a cabo por Ucrania contra objetivos estratégicos en territorio ruso. A pesar de las preocupaciones expresadas por sus aliados occidentales sobre una potencial escalada del conflicto, Ucrania ha intensificado sus operaciones, demostrando una determinación implacable en su enfrentamiento con Rusia.
El petróleo de Rusia
El petróleo de Rusia desempeña un papel crucial en el mercado energético global, siendo uno de los principales pilares de la economía del país y un importante actor en la estabilidad del mercado internacional. Con una producción diaria que supera los nueve millones de barriles, Rusia tiene una influencia significativa en los precios del crudo y en la dinámica geopolítica del sector energético.
La interrupción del suministro de petróleo ruso tendría consecuencias de gran alcance, no solo para la economía rusa, sino también para el mercado global. Esto podría desencadenar aumentos en los precios del petróleo y perturbar el equilibrio de poder en el panorama energético mundial. En este contexto, la capacidad de Ucrania para identificar y atacar los puntos débiles de la infraestructura energética rusa adquiere una importancia estratégica considerable, ya que busca no solo debilitar a su adversario, sino también ejercer presión sobre el mercado energético internacional.