Bolsa, mercados y cotizaciones
El castigo en bolsa a Grifols no frena: las claves de por qué se prolonga la caída
- El mercado espera un segundo informe de Gotham
- La empresa publicará resultados de todo 2023 el 29 de febrero
Isabel Blanco
Grifols ha vivido la peor semana en bolsa desde que salió a cotizar en 2006. En cuatro días ha perdido cerca de un 40%. El mercado apenas le dio una sesión de tregua desde el informe que publicó el martes una firma de inversión estadounidense, Gotham City Research, conocida por sus polémicas investigaciones sobre compañías de todo el mundo con las que consigue beneficios gracias a sus posiciones bajistas. La farmacéutica española, líder en Europa en el sector de hemoderivados, ha tratado de contener la sangría en el parqué con varios comunicados y explicaciones ante inversores y analistas. Pero no ha sido suficiente.
Una de las fechas claves será la de la presentación de resultados del conjunto de 2023, prevista para el 29 de febrero. Hasta entonces, aunque el miedo es irracional y los analistas esperan volatilidad, hay algunos puntos que explicarían el por qué la caída no se frena pese a que estos días se han cerrado las posiciones cortas del fondo bajista ligado a Gotham y ya no hay ninguna inversión a la baja de relevancia.
1. La desconfianza es el enemigo
La incertidumbre es el peor enemigo al que una empresa se puede enfrentar en los mercados, donde la confianza es básica. "El daño reputacional ya está hecho y la simple sospecha de existencia de irregularidades podría seguir generando volatilidad en la cotización, sobre todo teniendo en cuenta que el resultado de la investigación de la CNMV y de las acciones legales emprendidas por Grifols probablemente se extenderá en el tiempo", apuntan en Renta 4, donde creen que la clave para recuperar la confianza está en que siga "haciendo delivery a nivel operativo, generación de caja y reducción del endeudamiento, tanto orgánica como inorgánica".
La desconfianza ya ha castigado mucho a Grifols en el pasado, sobre todo por temas de gobierno corporativo. Su evolución en bolsa ha sido una montaña rusa en los últimos meses. En 2023 subió un 43%, pero entre febrero y marzo de ese año llegó a perder un 40%. En los tres años previos se dejó entre un 24% y un 36%, tras subir un 37% en 2019
2. El ataque aún no ha acabado
Otro de los miedos que hay en mercado es la alta probabilidad de que se publique un segundo informe por parte de Gotham. Así ha actuado en otras ocasiones en las que ha investigado en profundidad a una compañía. Su modo de actuar es asestar el primer golpe, aprovechar la caída para deshacer posiciones bajistas y después esperar a la defensa de la empresa para publicar un nuevo informe con otras acusaciones. Este documento podría llegar la próxima semana, según apuntan fuentes consultadas. El historial de Gotham tampoco juega a favor de Grifols. Hasta la fecha solo hay tres claras supervivientes de los doce ataques conocidos en los últimos años.
3. Grandes inversores venden
La percepción de riesgo de los inversores ha crecido indudablemente. Incluso algunos de los grandes institucionales están vendido. Es el caso de Capital Group, que ha bajado su participación del 5,659% al 5,104%, según recoge la CNMV -un 0,469% aparece ahora en instrumentos derivados-. También una de las diez grandes firmas de banca privada en España habría ordenado la venta de toda su participación el viernes, según ha podido saber este medio. Son muchas las gestores que tienen el título en algunos de sus fondos, como las de CaixaBank, BBVA, Ibercaja o Santander. También las internacionales, sobre todo por replicar a los valores del Ibex 35, al que pertenece la empresa. Y son numerosas las entidades que las tenían en cartera al considerar que se encontraba en niveles atractivos. Es el caso de fondos de inversión de firmas reconocidas de la industria como Bestinver, AzValor, Cobas o Metagestión. Lo que no es público es el número de minoritarios en la empresa.
4. El elevado peso de su deuda
El mercado ya había estado penalizando a Grifols por su elevado endeudamiento en un entorno de subidas de tipos con costes cada vez mayores. Sobre su alto apalancamiento -de entre 9,6 y 13,2 veces según Gotham y de 6,7 veces según las últimas cuentas semestrales de Grifols-, la compañía ha ratificado su plan al asegurar que no espera ningún contratiempo en el cierre de la venta del 20% de Shangai SRAAS en el primer semestre de 2024 y que la cantidad obtenida (1.800 millones de dólares) irá íntegramente a reducir la deuda. Aunque el mercado teme que la reputación pueda llegar a afectar a esta operación. Grifols también prevé que el ebitda y la generación de flujo de caja continúen avanzando para bajar la ratio de deuda.
Todo era ya conocido, y uno de los grandes riesgos está en que, si no lograse refinanciar los siguientes vencimientos o no generase cash flow positivo, la compañía podría verse obligada a vender algunos negocios (o participaciones o activos de ellos) para repagar su deuda, como apuntan algunos analistas. Por otro lado, el coste de acudir mercado está creciendo mucho. Para los bonos que vencen en 2025 los inversores exigen ya casi un 8%. La incertidumbre se suma a que Grifols es bono basura para las agencias de rating -Moody's y Fitch le dan, además, un panorama "negativo"-.
5. Falta claridad sobre Scranton
Grifols celebró el jueves una conferencia para defenderse de las acusaciones de Gotham. En ella debía aclarar una cuestión contable después de que la firma americana la señalase por consolidar el ebitda de dos sociedades (Haema y BPC) que vendió a Scranton Enterprises en 2018. Aquí la farmacéutica negó irregularidades, y que estas solo aportan unos 30 millones al ebitda consolidado. Pero precisamente uno de los nubarrones que no acaba de despejarse es la relación entre la compañía y Scranton, sobre la que solo se aclaró que no es propiedad de la familia, que controlaría un 20%, representando solo a 3 de los 22 inversores del holding. La única vinculación, dicen, sería el alquiler de la sede y un préstamo de 95 millones de dólares.
"El mercado esperaba unas explicaciones más clarificadoras; apenas ha aportado novedades. Es bueno que la compañía desmonte parte del argumentario de Gotham, pero la composición y relaciones del grupo nos siguen pareciendo confusas", opinan desde el departamento de análisis de Bankinter.