Bolsa, mercados y cotizaciones

¡Atención inversor! Asumir riesgo ya no compensa tanto

  • Una cartera pura de bolsa aspira a un 6,9%, frente al 3,8% de la de bonos
  • Las épocas en las que los activos de riesgo dan poca prima coinciden con crisis
Los gestores se muestran cautos con la bolsa en el segundo semestre. Fuente: iStock.

Cristina García

Un estudio demuestra que, a largo plazo, los activos de riesgo, como la bolsa, tienden a ofrecer de media 5 puntos más de rentabilidad que los más seguros, como los bonos. Hoy la prima de riesgo, que así es como se llama a la diferencia de rentabilidad entre ambos, es de solo 3 puntos. Los gestores mantienen una postura de prudencia con la bolsa en plena desaceleración del ciclo.

Asumir riesgo ya no está tan bien pagado como hace unos meses. Suponiendo que alguien invierta todo su dinero en renta variable opta a ganar un 6,9% al año si se tiene en cuenta la inversa del PER de la bolsa americana y europea del próximo ejercicio (esta ratio sirve para valorar la rentabilidad anual que se puede obtener con una inversión). Pero esta estimación puede sufrir cambios si se materializan los augurios de los gestores y bancos de inversión, que ven señales claras de desaceleración del ciclo económico, que hace que estén prudentes con la bolsa. En cambio, la rentabilidad a la que aspira un inversor conservador, con todo su dinero en renta fija, es solo 3 puntos inferior, del 3,8%, que es el rendimiento a vencimiento de una cartera de deuda global, según los índices de Bloomberg y Barclays.

Sobre el papel, la renta fija, sobre todo la pública, está en un escalón de riesgo inferior a la bolsa, aunque las últimas crisis han demostrado que su precio puede oscilar con la misma virulencia. Pero el escenario para los bonos ha mejorado en los últimos meses, y lo hará aún más a medida que se acerca la posibilidad de que los tipos de interés toquen techo, sobre todo en Estados Unidos.

Esos 3 puntos de diferencia en cuanto a rentabilidad entre la bolsa y la renta fija ha tendido a ser mayor a lo largo de la historia. Un estudio liderado por miembros de la Reserva Federal de San Francisco, el Bundesbank y las universidades de California y Bonn, publicado a finales de 2017 bajo el nombre The rate of return on everything 1870-2015, explica cómo suele comportarse la prima de riesgo entre ambos: "En los periodos en los que los activos de riesgo han ofrecido altas primas respecto a la tasa libre de riesgo han coincidido con épocas exentas de crisis sistémicas en el sector financiero (entre 1946 y 1973 no hay registradas ni una sola crisis bancaria en la muestra de 16 países analizados). Sin embargo, en las épocas donde los activos de riesgo han ofrecido poca prima sobre la tasa libre de riesgo han coincidido con severas crisis financieras".

Cautela con la bolsa

No es el caso. No estamos en una severa crisis financiera, pero el ciclo continúa desacelerándose, como muestran los índices de sorpresas económicas, que caen con fuerza, sobre todo en Europa, donde Alemania ya ha entrado en recesión técnica, al igual que la eurozona. "En este escenario de desaceleración cíclica y bancos centrales aún hawkish ante una inflación subyacente que se mantiene todavía alejada del 2%, mantenemos la cautela en unas bolsas que a pesar de todo se muestran resilientes", indica Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4.

Tras el buen comportamiento de la renta variable en la primera mitad del año y su escasa volatilidad, "apoyada principalmente en la resiliencia empleo-consumo, en la confianza en la desinflación y en la cercanía del fin de la subida de tipos, consideramos que las valoraciones (tanto en términos de PER como de dividend yield) están ajustadas", apuntan en Norbolsa. "Por ello, en nuestro entorno de moderación económica, recomendamos una cartera defensiva, con menor beta, con compañías de calidad, poco endeudada y primando al consumidor de rentas altas", detallan.

El escalado de rentabilidades entre ese 3,8% al que puede optar una cartera pura de bonos y el 6,9% de una que invierte todo en bolsa es muy amplio en función del porcentaje que se asigna a uno u otro activo (ver gráfico). Pero al margen de las expectativas futuras, el inversor también debe medir el pulso a su cartera en la primera mitad del año, para saber si lo que lleva está en la media del mercado o no. Una forma de hacerlo es comparar los rendimientos que consigue con los que obtiene la industria en cada perfil de riesgo.

Un año mucho más benévolo

Después de lo duro que fue 2022 en términos de mercado, con una renta fija que sufrió las mayores pérdidas en décadas, por la rapidez con la que los bancos centrales viraron sus políticas monetarias, en 2023 está siendo más fácil obtener retornos. Teóricamente todos los perfiles de inversor deberían ganar dinero. Las ganancias más altas las logran aquellos que asumen más riesgo. Los fondos mixtos agresivos se revalorizan de media un 7,98%, según datos de Morningstar; las carteras moderadas avanzan, de media, un 5,41%; las flexibles, un 5,5% y las conservadoras, un 2,78%.