El 60% de los partícipes mantiene a Cobas y Azvalor su fidelidad inicial

Contar con una base estable de inversores es el sueño de todas las gestoras, no solo para facilitar el manejo de los fondos, sino para que el éxito a largo plazo por rentabilidad beneficie a una amplia mayoría. Es conocido el axioma de que para lograr un buen rendimiento es necesario contar con un horizonte de largo plazo, para que la magia del interés compuesto -que consiste en lograr de media un 7% anualizado- haga su efecto. En los fondos de estilo valor, esta afirmación cobra más sentido, porque pueden pasar muchos trimestres hasta que una idea de inversión fructifica. Pero la impaciencia de los inversores ante varios ejercicios adversos puede terminar pasándole factura.

Pero hay gestoras que cuentan con una mayor fidelidad de sus partícipes, que se benefician así del buenhacer de los gestores o permanecen leales a sus ideas de inversión pese a que el rendimiento todavía no sea el esperado. En el caso de Azvalor y Cobas, las gestoras que nacieron tras la salida de sus responsables de Bestinver, se puede afirmar que la mayoría de sus clientes han aprovechado el recorrido de sus principales fondos, que en el caso de la firma de Álvaro Guzmán y Fernando Bernard les ha llevado a ofrecer un 10,5% anualizado en el Azvalor Internacional, desde su creación, y casi un 46% el año pasado, un porcentaje que les valió para ganar la Liga Global de la gestión activa de elEconomista.es.

Y una gran parte de sus clientes han obtenido este rendimiento. Según datos de la firma, el 58% de sus partícipes tienen un tiempo de permanencia en este fondo superior a los cinco años, teniendo en cuenta que la gestora tiene menos de ocho años de vida. Más fidelidad muestran los partícipes del Azvalor Iberia, ya que el porcentaje se eleva hasta el 72%.

Rebaja de comisiones

En la gestora de Paramés hace tiempo que decidieron premiar a sus clientes más fieles mediante una rebaja de la comisión de gestión gradual al cumplir un determinado período de tiempo, lo que se hace de manera automática mediante un traspaso entre distintas clases de los fondos. De esta manera, aquellos inversores que lleguen a los siete años de permanencia solo pagarán un 1% a partir de entonces. Y, según cifras de la firma, más de 16.000 partícipes se benefician de la clase B, aquellos que a 3 de febrero del año pasado tenían una antigüedad de al menos 5 años, que cobra un 1,25% de comisión, una rebaja de 50 puntos básicos de lo que pagan los nuevos inversores.

Esto significa que el 58% de los partícipes de Cobas han permanecido fieles a las tesis de Paramés y su equipo, que cuenta en la actualidad con 27.773 clientes. "Hay un grueso de inversores que seguirán entrando en la clase barata a lo largo de este año, por lo que a finales de año podemos estar cerca del 75%", subrayan.

En Bestinver, una de las gestoras más veteranas de la industria de inversión española y que ha pasado por varias etapas desde la creación de sus fondos, explican la dificultad de establecer un baremo sobre la fidelidad de los inversores en función del número de partícipes, por las fluctuaciones que se pueden producir en momentos determinados de mercado. No obstante, según sus cálculos en el Bestinver Internacional hay un 50% de inversores que llevan más de diez años en la estrategia, un porcentaje que se eleva al 75% en el caso del Bestinver Bolsa, su fondo de renta variable ibérica.

En otra de las firmas con más solera, Cartesio, caracterizada por sus estrategias conservadoras, apuntan que el porcentaje de clientes con más de 10 años de antigüedad en el Cartesio X es del 18,62%, mientras que en el Cartesio Y, que puede llevar a invertir una parte en renta variable, el porcentaje se eleva al 23,44%, que aglutina casi un 33% del patrimonio. "Las cifras serían más altas pues no son infrecuentes los casos de clientes que han fallecido y que los herederos mantienen la posición total o parcialmente. Sin embargo, no computan en los números anteriores pues legalmente la fecha de suscripción que corresponde a los herederos es la fecha de fallecimiento del causante", explican en la gestora.

En Buy & Hold, otra de las firmas que destacan por la rentabilidad de sus fondos de renta fija, destacan que, desde el nacimiento de sus fondos hace seis años, "más de un 48% lleva con nosotros desde entonces, en 2017. De los fondos luxemburgueses, al ser cuentas agregadas, no disponemos de información sobre cliente final".

En Valentum, más del 40% de los inversores lleva cinco años o más. "Estamos muy contentos con nuestros partícipes, ya que es un perfil de cliente que entiende donde está y que entiende el largo plazo. 2022 fue un año muy duro para el mercado y para nuestro fondo, y no tuvimos salidas significativas. Esto es lo que nos da confianza, haber construido a lo largo de los años, una base inversora estable", subrayan en la firma.

Y en Olea Gestión, la boutique fundada por Hernán Cortés y Rafael Peña, comentan que el 25% de los 67 millones del Olea Neutral pertenece a partícipes que llevan desde el inicio en la firma, "y un 70% son clientes que llevan más de 5 años con nosotros", aclaran.

Perder los mejores días

No se trata solo de fidelidad para aprovechar el rendimiento de un fondo, sino que estar realizando entradas y salidas de dinero en función de los movimientos del mercado puede significar perder los mejores momentos de rentabilidad. Luis Urquijo, responsable de la histórica sicav La Muza, explica que si un inversor se pierde los diez mejores días de los 23 años que van entre 1999-2022, baja la rentabilidad acumulada del 758% al 557%, es decir, que perdería un 1,2% de rentabilidad anualizada. "Si te pierdes los 20 mejores días, pasas de un 758% de rentabilidad a un 401%, (prácticamente pierdes la mitad de la rentabilidad) y si esto lo llevas a los 40 mejores días de rentabilidad, perderías más del 80% de la rentabilidad que ha generado el fondo en esos 23 años", subraya.