Bolsa, mercados y cotizaciones
Grifols: confianza tras una trampa de valor
Cristina Cándido, Cecilia Moya
Grifols ha estado en los últimos meses en el punto de mira de los inversores ante las dudas de si el desplome que acumula en bolsa responde a un error de entrada o a un deterioro injustificable de valoración. La posibilidad de que la compañía acometa una ampliación de capital para rebajar su abultada deuda ha planeado durante buena parte del año sobre su cotización, que pierde alrededor de un 37% en 2022.
La multinacional farmacéutica es una de las firmas más penalizadas este ejercicio por su elevado apalancamiento en un momento en el que los costes financieros se han incrementado por el alza de tipos y en el que su negocio ha sufrido un pequeño shock por la falta de donantes de plasma en EEUU (esto está en vías de solucionarse y volver a niveles prepandemia).
Ahora, tras rebotar cerca de un 30% desde los mínimos de 2012 que tocó en octubre (coincidiendo con la presentación de sus últimas cuentas), el grupo se reafirma en el Eco10 con un peso del 4,54% en la Cartera de Consenso como uno de los valores indiscutibles, sólo por detrás de Repsol, Inditex y CaixaBank.
¿Qué ha llevado a analistas y gestores a posicionarse positivamente sobre este valor de cara a este nuevo trimestre? "Incluimos a Grifols después de este año tan débil, presionada por los elevados niveles de endeudamiento y por el giro dado por la compañía recientemente, aumentando la transparencia y mostrando su determinación más clara por reducir los actuales niveles de endeudamiento", razona Jaime Espejo, gestor de fondos en Imantia Capital. "En paralelo", añade, "la progresiva mejora operativa debería también tener su reflejo en la cotización en los próximos meses".
Para José Ramón Ocina, analista que cubre a Grifols en Mirabaud Equity Research, "se observa una mejora secuencial en las métricas operativas del grupo que aún están muy por debajo de su velocidad de crucero. Esta dinámica restaurará su capacidad de generación de caja y sus ratios financieros".
Y desde el punto de vista de Luis Ruiz, analista de CMC Markets, "Grifols va a tener ingresos récord en 2023 y está haciendo un importante esfuerzo para mejorar su salud financiera. Sus acciones cotizan con fuerte descuento frente a fair value y son de las que están desarrollando un rebote más fuerte y con más recorrido acorde con nuestros criterios cuantitativos", justifica este experto.
Con una recomendación de mantener, sus títulos cuentan con un potencial alcista para avanzar un 67% los próximos 12 meses hasta los 17,45 euros en los que la valora el consenso que recoge FactSet. Por otro lado, se espera que la compañía incremente su beneficio neto un 129% en el trienio hasta superar los 700 millones de euros en 2024, aunque el objetivo de batir la barrera de los 1.000 millones de ganancias se aplaza, de acuerdo a las previsiones, hasta 2025.
Reducir el apalancamiento, clave
Con todo, el foco continúa puesto en el apalancamiento de la compañía. Si se cumple lo estimado, el fabricante de hemoderivados cerrará el presente ejercicio con una ratio de 7,4 veces deuda/ebitda, si bien logrará reducirlo hasta las 5,5 veces de cara a 2023 y a 4,5 veces para el año siguiente. "Seguimos viendo en Grifols una ecuación rentabilidad-riesgo atractiva y un margen de re-rating significativo en los próximos meses a medida que se materialice la recuperación y se reduzca el endeudamiento", apuntaban desde Banco Sabadell tras últimos los resultados.
En este sentido, Citi es una de las casas más optimistas. En opinión de sus estrategas, "la compañía tiene varias formas de acelerar el desapalancamiento, como eliminar la dualidad de sus acciones clase B [cotizan sin derecho de voto], algo que le podría hacer ingresar unos 700 millones de euros, además de la venta total o parcial de su posición del 26% en Shanghai RAAS [la cual capitaliza 5.000 millones de euros actualmente] o buscar alguna operación en torno a su negocio de diagnóstico".
La cartera de Auriga es la más rentable: gana un 31,7%
En un complejo año para los mercados por las consecuencias de la elevada inflación, los intentos de los bancos centrales por combatirla subiendo tipos y la inestabilidad geopolítica, la cartera de Auriga para el Eco10 cierra el último trimestre como la más rentable de 2022, con una rentabilidad del 31,75% hasta el 30 de noviembre. Este buen rendimiento lo ha logrado con un portfolio conformado por Repsol y Acciona Energía, que suman un 42% y un 14,%, respectivamente, en el año, además de Solaria, Viscofan y Azkoyen.De cara a la nueva revisión han seguido apostando por la filial de Acciona y el fabricante de envoltorios cárnicos ha incorporado y a PharmaMar, IAG y Siemens Gamesa, que dejará de cotizar próximamente. El segundo lugar ha sido, con un 24,29%, para la cartera de CMC Markets (Sabadell, Siemens Gamesa, Santander, ArcelorMittal e IAG), seguida de Azvalor (Tubacex, Técnicas, Elecnor, Logista y Prosegur Cash).