Bolsa, mercados y cotizaciones

El S&P tarda 30 meses en recuperarse en periodos de caída con recesión

    El interior de la bolsa de Nueva York. Foto: Getty

    Cecilia Moya

    Cuando suenan cañones, el pánico no solo conquista los cuerpos de los ciudadanos, sino también el pulso de los mercados bursátiles. El estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, que coloca a Europa a las puertas del mayor conflicto bélico desde la II Guerra Mundial, vuelve a poner contra las cuerdas a la economía internacional, que ya viene herida tras dos años de crisis sanitaria. Después de la ofensiva militar de Rusia contra los territorios de Donetsk y Lugansk, el pasado jueves, el Moex, el principal índice de referencia en rublos del mercado de valores ruso, cayó hasta un 33%, y las bolsas europeas llegaron a ceder hasta un 5% a lo largo de la jornada.

    Pero, ¿estamos, entonces, ante una posible crisis económica? Stefan Kreuzkamp, Chief Investment Officer de DWS, cree que "los riesgos de una recesión en Europa han aumentado, por lo que nuestras previsiones estratégicas están siendo revisadas". Así, el experto considera que, aunque para Rusia, "el mayor impacto se producirá en el sector financiero, incluido el mercado de valores", Occidente, y sobre todo Europa, es más vulnerable en lo que respecta a las importaciones de materias primas. "Creemos que la energía conllevará una prima de riesgo durante un tiempo prolongado. Esto, a su vez, hace que la reacción de los bancos centrales sea más difícil de predecir. Si bien se verán tentados a estimular la economía si es necesario, o al menos no endurecer las condiciones financieras demasiado rápido, es posible que se enfrenten a tasas de inflación potencialmente más altas durante un período más largo de lo previsto", desarrolla Kreuzkamp.

    Con este panorama sobrevolando, y echando la vista atrás para aprender del pasado, ¿cuánto tardaría la bolsa en recuperarse de las caídas en un escenario de recesión, si finalmente fuera ésta la situación derivada del conflicto bélico actual? Si tomamos como termómetro el S&P 500, uno de los índices bursátiles más importantes del mundo, la respuesta estaría en los 30 meses de media que ha tardado en borrar las fuertes caídas. Así se observa si analizamos el promedio de recuperación de las grandes debacles económicas, desde la Crisis de Suez, en 1956, hasta la última –y todavía presente en muchos lugares–, la pandemia del coronavirus, que estalló en 2020 (ver gráfico).

    En el caso de la guerra de Suez, que tomó forma como una contienda militar librada sobre territorio egipcio, el índice americano cayó hasta un 22%. Aquí, los compases bajistas del mercado se alargaron 14 meses, pero la recuperación no fue tan dilatada, y en menos de un año consiguieron remontar los niveles.

    La recesión que se vivió entre 1969 y 1970 tardó algo más en solventarse, hasta 17 meses, pero fue en el año 1973, con la crisis del petróleo, cuando más le costó levantar cabeza al termómetro estadounidense. Esta crisis comenzó tras la decisión de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) de no exportar crudo a los países que habían apoyado a Israel durante la Guerra del Yom Kipur, lo que llegó a hundir al índice norteamericano un 48%. Recuperarse de este mercado bajista llevó la friolera de 69 meses, el periodo más largo de la historia.

    La crisis producida por la burbuja puntocom –que, concretamente, se refiere a un período de crecimiento en los valores económicos de empresas vinculadas a Internet– es la siguiente que más tiempo se prolongó, ya que el S&P 500 tardó 56 meses en reponerse del suelo que tocó en octubre de 2002.

    El tercer periodo donde el índice norteamericano estuvo por debajo de sus máximos históricos más tiempo fue la gran crisis financiera mundial de 2008, que comenzó con el colapso gradual del mercado inmobiliario en Estados Unidos el año anterior y la quiebra de Lehman Brothers –el cuarto banco de inversión más grande del mundo–, provocó la peor recesión mundial desde la década de 1930. En este periodo, el índice americano tardó casi cuatro años en volver a su pico, desde que tocó fondo en 2009.

    El último batacazo bursátil lo tenemos muy presente aún, con fuertes coletazos que todavía impactan en el terreno económico y en el social. La irrupción de la pandemia del coronavirus, en marzo del 2020, supuso un movimiento fulminante en la bolsa norteamericana que llevó al S&P 500 a pasar de máximos a un mercado bajista en solo 16 sesiones, en el desplome más rápido de la historia. Pero igual de rápido que cayó, se levantó. La duración del mercado bajista no duró más de un mes, y la recuperación, por su parte, no llevó más de cinco meses.

    En Europa, sin embargo, la irrupción de la crisis sanitaria provocó ventas a una rapidez nunca antes vista, ya que del 20 de febrero al 16 de marzo el EuroStoxx se desplomó un 38%. Concretamente, fue el 20 de febrero cuando los principales índices europeos sufrieron un desplome de más del 8%, siendo el italiano Ftse Mib y el Ibex español los índices que más padecieron la caída esa jornada. No obstante, no todos los medidores han bailado al mismo son, y la diferencia de España respecto a su continente es que el selectivo aún no se ha recuperado del crash y cotiza un 15% por debajo.

    Correcciones europeas

    Si nos centramos en Europa, y en las correcciones que ha vivido el mercado desde 1990, los datos siguen dando de qué hablar. Y es que, en las últimas tres décadas no ha habido ni un solo año con una corrección de mercado digna de mención.

    Desde 1990 tan solo se han producido cuatro años en los que el mercado europeo ha sufrido una caída superior al 20%, que es donde se marca la barrera para definir a un mercado bajista. El peor de todos ellos fue el que cerró en 2008 con un desplome del 44,4% a raíz del estallido de la ya mencionada crisis inmobiliaria en Estados Unidos. El segundo más bajista, en 2002, cuando tras los atentados de las Torres Gemelas un año antes se desató una crisis bursátil que llevó al EuroStoxx 50 a caer un 37%.

    Si nos centramos en las grandes correcciones de la historia, la primera sucede, precisamente, en 1990, cuando el índice experimenta una corrección de un 26% en bolsa. El 1991 fue el único año desde que hay registro en el que el Eurostoxx no tuvo corrección destacable en el parqué. Los siguientes años hasta llegar a 1998, donde se produce de nuevo una caída por encima del 20%, no fueron especialmente buenos para el termómetro de la eurozona, que tuvo correcciones, en orden cronológico, de un 17% en 1992; un 5% en 1993; un 13% en 1994; un 7% en 1995; un 8% en 1996 y un 17% en 1997.

    Así las cosas, la entrada al siglo XXI tampoco marcó mejores pasos para este índice que, lejos de remontar, terminó reajustándose en bolsa hasta un 40%, la cifra más alta hasta la fecha. Esta recesión se agudizó con los atentados del 11 de septiembre.