Bolsa, mercados y cotizaciones

Powell reconoce que la vuelta a la normalidad será un proceso largo

  • Debe elegir entre la estabilidad de precios y defender el empleo

Víctor Blanco Moro

Jerome Powell acudió ayer a la vista por su segundo nombramiento como presidente de la Reserva Federal estadounidense, y lo hizo ante el Comité de la Banca, Hogares y Urbanismo, donde respondió a las inquisidoras preguntas de distintos senadores estadounidenses. Los temas que se pusieron sobre la mesa fueron muchos, pero, evidentemente, el más repetido fue el de la inflación, y las medidas que la Fed está preparando para normalizar su política monetaria este año; a qué ritmo lo hará, y cómo evalua la situación en la que se mantiene en este momento la economía estadounidense, y también la global. Powell no se quiso atar de manos, y su mensaje fue claro: tienen flexibilidad para poder moverse según se necesite, pero anticipa que el proceso de normalización será largo.

Inflación y desempleo

El dilema de la Fed en los últimos meses ha sido grande, ya que le lleva a elegir entre intentar cumplir con sus dos mandatos: el de la estabilidad de precios, y el de defender el empleo del país. El peso sobre los hombros de Powell es enorme, por el impacto que tiene, tanto para la primera economía del mundo, como para el resto del planeta. "Una vez sea usted reelegido será una de las personas más poderosas del mundo", le recordó el senador John Kennedy en su intervención.

La responsabilidad es enorme, y el riesgo al que está expuesta la Fed es subir los tipos de forma prematura (con el peligro que eso puede tener para la recuperación del empleo), o evitar mover ficha antes de lo debido, arriesgándose así a que la inflación se convierta en un factor más estructural. "Para tener un mercado laboral fuerte vamos a necesitar que haya una expansión económica larga", explicó ayer Powell, pero reconocía el problema que esto supone para su otro objetivo: "Para una expansión larga necesitamos estabilidad de precios, y por eso una inflación alta es una amenaza para conseguir el máximo empleo".

Ahora Powell reconoce que la Fed está más centrada en pelear contra los repuntes inflacionistas que se están produciendo (hoy se conocerá el ritmo al que creció el IPC en diciembre, para el que se espera una tasa del 7%), y admite que subirá los tipos cuantas veces sea necesario, si consideran que la inflación sigue desbocada. "Si vemos una inflación que persiste a niveles altos durante más tiempo de lo previsto, en ese caso, si tenemos que subir más veces los tipos, lo haremos. Usaremos todas nuestras herramientas para conseguirlo", señaló el presidente de la Fed, pero dejó claro que "el primer problema que tenemos en nuestra lista es el de la estabilidad de precios".

Como suele ocurrir con los banqueros centrales, Powell ha evitado arrinconarse o cerrarse puertas. Todo está sobre la mesa, y no descarta tampoco que decidan empezar a reducir el balance de activos de la Fed este año. "Dependerá de cómo evolucione la situación", señaló, y avisó de que, a diferencia de como se hizo en el pasado, dejando que los activos en balance vayan venciendo y no reinvirtiendo estos vencimientos, ahora deja abierta la puerta a que incluso vendan bonos que tienen en balance.

Todo esto, sin embargo, no debe empañar un mensaje que Powell también quiso dejar muy claro, y que repitió en varias ocasiones en la comparecencia: la recuperación no será cosa de un día, y va a ser un proceso largo en el tiempo. "La economía ya no necesita los altos niveles de política acomodaticia que teníamos, y vamos a ir moviéndonos este año hacia una política cercana a la normal, pero hay que tener en cuenta que el camino hacia la normalidad es muy largo", avisa Powell.

Críticas y halagos

Aunque Powell parece tener la reelección asegurada, en la comparecencia de ayer algunos senadores dejaron claro su descontento con ciertas políticas que ha llevado a cabo la institución. Una de las más destacables fue la del Senador republicano Richard Shelby, de Alabama, quien le espetó que "la Fed ha perdido credibilidad" por su error al considerar "transitorios" los repuntes inflacionistas. Sin embargo, el propio Shelby agadeció a Powell haber conseguido mantener la independencia de la Fed frente a los intentos de injerencia de Trump en el pasado, y le instó a que continúe por ese camino. Fue un halago que repitieron varios senadores en la comparecencia.

Por su parte, Robert Menéndez, senador por Nueva Jersey, afeó a Powell la nula presencia de latinos entre los principales miembros de la Fed. La cuestión del cambio climático también se puso sobre la mesa, y Powell reconoció que es "muy probable" que incluyan, como ya ha hecho el BCE, un nuevo tipo de test de estrés climáticos para la banca del país, además de los que ya lleva a cabo la institución.