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La caída del coloso inmobiliario Evergrande provoca un efecto dominó, pero no una crisis sistémica
Ángel Alonso, Víctor Blanco Moro
Madrdi,
Pese al abultado tamaño de la deuda de la compañía, alrededor de 300.000 millones de dólares, y todas las ramificaciones que tiene a lo largo del gigante asiático a través de otras firmas pertenecientes al holding, lo cierto es que la caída en desgracia del gigante inmobiliario chino Evergrande no implicará un shock global como el que pudo representar en su momento la bancarrota de Lehman Brothers en Estados Unidos.
Lo que sí va a introducir es mucha volatilidad, teniendo en cuenta que todavía no se conoce cuál será la respuesta concreta del Gobierno chino para frenar el efecto contagio al resto de inmobiliarias del país, en un momento en que la lucha por solucionar la desigualdad que el Covid exacerbó centra toda la atención de las autoridades, como han demostrado con el reciente endurecimiento de la regulación de las compañías tecnológicas, entre otras medidas.
"Creemos que puede haber sobre todo efecto contagio entre el resto de sector inmobiliario chino, especialmente el segmento high yield, a pesar de que, como mínimo, una parte de este movimiento ya se ha experimentado en algunos valores. En los bonos de fuera del sector inmobiliario, creemos que el contagio será limitado, de liquidación de posiciones más que de estrés de crédito. Consideramos que la situación de la banca china es buena, con lo cual es difícil ver una situación peligrosa en el sistema bancario. Además, el Gobierno chino intervendrá activamente para evitar una crisis de liquidez, como se demostró con la ampliación de capital de Huarong. Todo esto debería frenar un posible escenario extremo", asegura el equipo gestor del fondo de mercados emergentes de Trea AM.
De la misma opinión es Hernán Cortés, socio fundador de Olea Gestión. "El mayor problema no es Evergrande en sí misma sino el efecto contagio que puede provocar al secarse el grifo de la financiación a las otras inmobiliarias. Estas se verían obligadas a vender activos inmobiliarios para hacer frente a los vencimientos de deuda imposibles de refinanciar, por lo que los precios caerían abruptamente por exceso de oferta y falta de compradores por las negativas expectativas sobre la evolución de los precios.
Además, las entidades financieras no facilitarán el crédito hipotecario a los potenciales compradores por la caída del valor de las garantías y la concentración de riesgo en el sector, que representa actualmente un 16% del PIB chino. El Gobierno chino no tiene más opción que velar porque el proceso sea ordenado, ayudando a la reestructuración de la deuda de las inmobiliarias más solventes, facilitar a la banca la liquidez necesaria para que fluya el crédito hipotecario, y crear un banco malo para la colocación de activos inmobiliarios de difícil salida. Nada nuevo", subraya.
Ignacio Fuertes, director de inversiones de Rentamarkets, explica que las correlaciones de los activos llevan varios días comportándose de una manera "bastante atípica" y esto "augura curvas, pero no lleva necesariamente a extrapolar si Evergrande es el catalizador o simplemente es un tema de posicionamiento y recalibración de las carteras".
Fuera de China, la continua inyección de liquidez de los bancos centrales sigue facilitando la financiación de las compañías, incluso de las que serían más preocupantes en otro entorno. "Esta financiación tan asequible y barata está haciendo que algunas compañías que probablemente en otro escenario hubieran hecho default sigan existiendo. Pensamos que las condiciones financieras se van a mantener laxas y además la recuperación seguirá su curso apoyando una mejora de los fundamentales de las compañías", señala Miguel Molina, gestor de Bestinver.
Desde Allianz GI reconocen cómo "los reguladores han considerado que esto no representa un riesgo sistémico en este momento. Tienen suficientes herramientas para poder estimular al sector, en caso de que sea necesario, aunque lo más probable es que sigan prolongando el proceso de endurecimiento de sus políticas para evitar que se asuman riesgos excesivos en el futuro", explican. "Aunque todo lo anterior reafirma nuestra perspectiva negativa para el sector en general, no esperamos que tengan un impacto generalizado", señalan.
Riesgos limitados
Paul Lukaszewski, responsable de deuda corporativa de Aberdeen Standard Investments, coincide al señalar que "los riesgos de contagio financiero de un impago de Evergrande en los mercados mundiales son limitados", ya que "la exposición financiera a la deuda y las acciones de Evergrande se concentra principalmente en China".
Por su parte, desde DWS no esperan "una crisis financiera sistémica, ya que esto sigue pareciendo un caso aislado", pero avisan de que "sirve de recordatorio, por si hiciera falta, de que hay que estar atentos a los acontecimientos de riesgo que se originan en China".
En UBP parecen más preocupados, y reconocen el peligro de un default descontrolado para el mercado chino, ya que "hay 250 instituciones financieras con exposición" a este mercado de deuda.