Bolsa, mercados y cotizaciones
El boom de la vivienda en EEUU divide a la Fed sobre la rapidez con la que aplicar el "tapering"
José Luis de Haro
Nueva York,
Con el consenso del mercado ya descontando el comienzo del tapering (la reducción en la compra de deuda) por parte de la Reserva Federal a finales de 2021 o principios de 2022, múltiples altos funcionarios del banco central abogan por una reducción más rápida en lo que a los activos respaldados por hipotecas (MBS, por sus siglas en inglés) se refiere.
Tanto James Bullard (presidente de la Fed de San Luís) como Eric Rosengren (su homólogo en la Fed de Boston), Robert Kaplan (responsable de la Fed de Dallas) o el gobernador de la Fed, Christopher Waller, han manifestado en las últimas jornadas su preocupación sobre la fortaleza de la demanda y los precios de la vivienda.
La Fed ha comprado 982.000 millones de dólares de deuda hipotecaria desde el 5 de marzo del año pasado y actualmente planea seguir comprando al menos 40.000 millones de dólares cada mes.
Estas compras, junto con las compras mensuales de la Fed de 80.000 millones de dólares de bonos del Tesoro, tienen como objetivo mantener bajos los costes de los préstamos a largo plazo para estimular la economía mientras se recupera de los efectos de la pandemia. El balance de la Fed supera ya los 8,1 billones de dólares, casi duplicando su tamaño desde el inicio de la pandemia.
Un auge que ya ha llevado al coste de las casas a registrar en abril un aumento anual del 14,6%, frente al 13,3% de marzo, según el índice nacional de precios de la vivienda S&P CoreLogic Case-Shiller.
Entre las ciudades más grandes incluidas en el índice, el compuesto de 10 centros urbanos subió un 14,4% interanual, frente al 12,9% del mes anterior. El compuesto de 20 ciudades subió un 14,9%, frente al 13,4% de marzo. Phoenix, San Diego y Seattle registraron los mayores aumentos interanuales. Todas estas ciudades subieron más del 20% respecto al año anterior.
Sin embargo, el núcleo duro del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés), donde también se incluye el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, parece estar más a favor de tratar los activos hipotecarios y los bonos del Tesoro por igual a la hora de comenzar el tapering.
Por su parte, el presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, no ha dudado en mostrar su preocupación sobre cómo los potenciales efectos positivos de realizar una distinción entre los dos activos que engulle el banco central de EEUU podrían verse anulados por los desafíos que implicaría comunicar esta diferenciación al mercado.
Desde Citi, su economista Andrew Hollenhorst, asegura que aunque ciertamente este asunto seguirá siendo objeto de debate, lo más probable, es que la Fed implemente una reducción igualmente proporcionada (por ejemplo, un recorte de 10.000 millones de dólares al mes en bonos del Tesoro y 5.000 millones de dólares en hipotecas.
"Las conversaciones en torno a la reducción de los MBS podría ser un factor que empuje a los funcionarios de la Reserva Federal a adelantar su decisión de iniciar la reducción de las compras de hipotecas y del Tesoro", añade Hollenhorst. Los funcionarios de la Fed tienen una fuerte aversión a subir los tipos antes de reducir totalmente las compras.
Precisamente, la elevada inflación obligará a la Reserva Federal a subir los tipos de interés en EEUU al menos dos veces de aquí a finales de 2023, según una nueva encuesta realizada por el Financial Times entre 52 economistas académicos.
La primera encuesta realizada por esta cabcerca y la Iniciativa sobre Mercados Globales de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago apunta a un camino potencialmente más abrupto para la política monetaria estadounidense que el trazado por el presidente de la Fed, Jerome Powell.
En estos momentos no está claro cómo decidirá el FOMC señalar y anunciar la reducción. Cuando la Fed redujo las compras en 2014, la decisión se tomaba en cada reunión, aunque rápidamente el mercado digirió que los funcionarios reducirían secuencialmente las compras en 10.000 millones de dólares tras cada encuentro.
En cambio, cuando la Fed anunció la reducción de su balance, los funcionarios publicaron un conjunto de "principios de normalización" en junio de 2017 que especificaban una reducción ordenada de las reinversiones en 4.000 millones de dólares por trimestre.