Bolsa, mercados y cotizaciones

Con decisiones tácticas se podrá batir a una inflación de entre el 2% y 2,5% en renta fija


    Víctor Blanco Moro, Cristina García
    Madrid,

    El contexto económico y financiero no parece ser en este momento el más apropiado para los inversores conservadores, aquellos que históricamente han estado centrados en el universo de la renta fija soberana. Las presiones inflacionistas están asomando la cabeza, y el mercado ha empezado a hacerse eco de ello en la primera mitad de este año, dejando pérdidas del 2,8% para los inversores en deuda global en los primeros seis meses de ejercicio.

    Invertir en renta fija se está convirtiendo en una tarea que no es nada fácil para el inversor conservador, que parece abocado a tener que sufrir, o una travesía en el desierto en el mejor de los casos, o una glaciación de la rentabilidades que impedirá conseguir buenos resultados en este tipo de activo.

    Por ello, elEconomista ha reunido en una mesa de debate en su jornada empresarial "Inversiones en un mundo post Covid: oportunidades en entornos inflacionistas", patrocinado por MyInvestor, a cinco primeras espadas de la inversión en renta fija.

    Jaime Abella, director de ventas de AXA Investment Managers España, Alicia García Santos, directora de M&G Investments España, Óscar Esteban, director de Ventas para España y Portugal de Fidelity, Juanma Jiménez, responsable de Pimco en España, y Antonio Royo, especialista en inversiones pasivas de DWS, formaron parte de la mesa de renta fija que presentó Joaquín Gómez, director de productos de inversión de elEconomista.

    La pregunta que se están haciendo muchos inversores con la llegada de la presión inflacionista, es si se va a poder rascar algo de rentabilidad por encima de esta inflación, si se invierte en productos de renta fija y una vez se descuentan las comisiones. Si lo es, la siguiente pregunta está clara: ¿Qué productos son los más apropiados para conseguirlo?

    Inflación: un repunte temporal

    Para saber si será posible batir al coste de la vida en los próximos meses, lo primero que hay que analizar es de qué cifras de inflación estamos hablando. En general, los cinco expertos coinciden en que los inversores van a tener que vivir con tasas de inflación superiores a las que había antes de la pandemia, pero que no se dispararán, como pueden estar temiendo algunos analistas e inversores.

    "Esperamos inflación, sin ninguna duda. y seguramente, seguiremos viendo estos tipos de inflación este año por varios motivos", explica Alicia García. "Los precios de las materias primas venían de niveles deprimidos ,y teníamos gran demanda que seguía amordazada. Hay una gran cantidad de dinero que la gente quiere gastar. Vamos a estar viendo esos picos, y además, hay problemas en las cadenas de suministro. Eso esta haciendo que veamos picos de inflación en determinados sectores", reconoce.

    Sin embargo, considera que "antes nos preocupaba que no veíamos inflación y ahora estamos preocupados porque llega. Vamos a ver niveles, pensamos, superiores a los que hemos visto, pero no preocupantes", incide. En su caso, explica cómo desde M&G Investments se están dejando llevar por "la palabra clave de la Fed: temporalidad".

    "Nosotros creemos que veremos la inflación entre el 2% y el 2,5%", explica Jaime Albella. A su juicio, hay una enorme capacidad productiva en el sistema que, a diferencia de crisis anteriores, no se ha destruido. "En cuanto la demanda agregada, que ya estamos viendo, empiece a acelerar más, veremos cómo la oferta, que está ahí, hará que la presión inflacionista no vaya a más", explica Albella.

    Desde DWS mantienen las estimaciones más altas de los participantes en la mesa, "con una previsión del 2,8% para 2021 y 2,5% para 2022", destaca Antonio Royo. Sin embargo, tampoco cree que las presiones inflacionistas se vayan a disparar en los próximos meses. "Creemos que es temporal por el efecto base. El deterioro de las cadenas de suministros, el aumento de precios de los coches de segunda mano en EEUU, ese efecto base se tiene que diluir en el tiempo y debería volver a bajar a entornos normales", señala.

    Cómo batir a la inflación

    Los expertos ponen en común sus opiniones sobre cómo debe comportarse el inversor conservador en este contexto de mercado, y están de acuerdo en que va a ser posible batir a la inflación, incluso descontando las comisiones. La manera de hacerlo, en opinión de Juanma Jiménez es "ser muy táctico, muy flexible, y sobre todo, muy global", explica, destacando la creciente importancia de la gestión activa que existe en este momento para este tipo de inversores.

    "En los desiertos siempre hay oasis, y para buscarlos, tienes que tener gente activa que busque esos oasis para encontrar rentabilidad", explica Óscar Esteban, coincidiendo con el acercamiento que destaca Jiménez. "Para el inversor conservador, estos oasis se encuentran en duraciones cortas y flexibles, y vencimientos cortos, iguales a las duraciones. Es ahí como evitaríamos, en la medida de lo posible, los excesos de volatilidad que pueda dar esta clase de activo", dice.

    Antonio Royo considera que "hay oportunidades y se puede batir a la inflación, pero hay que ser muy táctico", corrobora. Royo también considera importante lanzar un mensaje a los inversores con el punto de mira puesto un poco más a futuro: "Creo que es importante que una vez las curvas hayan cogido pendiente, al inversor conservador no le dé miedo asumir duración. Es cierto que la duración corta ahora nos va a proteger si hay inflación o subidas de tipos, pero una vez se toquen rentabilidades atractivas, es aconsejable que no tengan miedo en asumir algo de duración", destaca.

    Por su parte, Alicia García reconoce estar "convencida" de poder batir al coste de la vida, con la gestión activa como bandera en este momento. "Las gestoras que tengan buenos equipos de análisis de crédito serán las capaces de encontrar esas oportunidades, a través de la gestión activa", señala.

    Y es que, en este punto cabe hacer hincapié en la importancia de un gestor que haya demostrado saber moverse en este entorno, algo que no siempre ocurre, y existen productos en la industria con enormes cantidades bajo gestión que no han sido capaces de lograr buenos resultados para los partícipes.

    En qué productos hay que centrarse

    En la mesa redonda los expertos no se limitaron a dar una guía con claves para el inversor en este momento; también destacaron qué tipo de productos, dentro de la cartelería de estas gestoras de activos, son los más atractivos en este contexto de mercado.

    Antonio Royo confirma el atractivo que presentan en este momento los bonos ligados a la inflación, ya que "en entornos de crecimiento e inflación tienen menor volatilidad y un rendimiento un poco mayor", pero avisa de que, en este tipo de activos, habría que buscar "duraciones cortas".

    Jaime Albella coincide con Royo, y también avisa de la importancia de centrarse en duraciones cortas si se invierte en este tipo de bonos. "Es el mejor activo que recoge la inflación, porque la inflación publicada se refleja en el bono, que se resetea cada 6 meses. Son bonos que se comportan muy bien en entornos de subidas de tipos", destaca.

    Óscar Esteban confirma que la renta fija china también puede ser una buena alternativa, siempre que se tenga un buen asesor o gestor detrás. "La renta fija china cada vez tiene más atractivo para el inversor internacional porque tiene rentabilidades atractivas, son duraciones cortas, y los que están detrás son emisores que pagan bien, con buenos balances. Lo tiene todo", reconoce, además de incidir en la importancia de que los índices globales van a ir incorporando estos bonos, algo que también juega a su favor.

    "A nosotros nos gustan los extremos, el high yield asiático, pero también la parte de duración corta", explica Juanma Jiménez, quien también quiso recordar el papel de la renta fija tradicional para descorrelacionar y proteger una cartera. "Cuando todo explota, lo único que nos protege son los bonos del gobierno americano o europeos", señala.

    Los bancos centrales sabrán gestionar el 'tapering'

    La Reserva Federal se encuentra a poco más de dos meses para empezar a telegrafiar el tapering. Las actas de la última reunión de abril del Comité Federal de Mercados Abiertos sugieren que es cada vez más probable que Jerome Powell empiece a reducir las compras de activos a finales de año, y que sea antes, en el tradicional Simposio de Jackson Hole, cuando dé a conocer sus planes.

    Hay quien piensa, no obstante, que los desvelará incluso antes: "El informe laboral va a ser muy positivo, veremos una aceleración en el empleo, y eso nos va a llevar a que se empiece a hablar de tapering antes de Jackson Hole", indica Juanma Jiménez, responsable de Pimco para España.

    Los expertos creen que, a diferencia de lo que ocurrió en 2013, cuando Bernanke sugirió que el banco central podría dar un paso atrás en nuestro ritmo de compras que ocasionó un susto en el mercado, esta vez la Fed sabrá gestionarlo. "Los bancos centrales, en su anterior retirada de estímulos, cometieron un error y no van a querer que se repita. Nos van a estar comentando y telegrafiando en todo momento no sólo cómo lo van a hacer, si no cuándo lo van a hacer", añade Jiménez.

    "Lo importante es ver cómo monitorizan ese mensaje, y si cala y es creíble por parte de los inversores", coincide  Óscar Esteban, director de Ventas para España y Portugal de Fidelity International. "Esta es la segunda vez que veríamos un tapering, en la primera hubo bastante ruido y los bancos centrales supieron devolver la confianza al mercado. Creo que, esta vez, los mercados no se lo van a tomar a mal. Los tipos en positivo son buenos para todos, y no esperamos volatilidad mientras se gestione de manera ordenada", explica Jaime Albella, sales director de AXA Investment Managers.

    El inversor debe cubrir el riesgo divisa

    El riesgo divisa para el inversor en renta fija juega en su contra, con un dólar que se mueve en niveles de 1,22. Ante esta situación, "lo que tiene que hacer un inversor, sobre todo si es conservador, es cubrir su cartera al riesgo de tipo de cambio", señala Óscar Esteban, director de Ventas para España y Portugal de Fidelity International.

    En Pimco, que gestionan grandes cantidades en renta fija, coinciden con la idea anterior: "Un inversor de renta fija debe tener mucho cuidado porque la volatilidad de las divisas es brutal y te comes la rentabilidad añadiendo un riesgo adicional".

    Dicho esto, continúan, "nosotros estamos favoreciendo  aquellos países donde no se está imprimiendo tanto dinero, frente a los que se está imprimiendo mucho dinero. En EEUU es de donde más se imprime, por eso se devalúa la divisa. Pero eso a largo plazo no debería preocuparnos mucho, por el papel que tiene el dólar como protector". 

    La previsión que manejan en DWS es que veremos al dólar en los próximos 12 meses entorno a 1,20, "la buena noticia para los inversores europeos es que el coste de cubrir la divisa ha pasado de un 3% hace 2 años a un 0,8% actual, con lo cual al inversor en euro puede aprovechar una TIR positiva en la curva americana", explica Antonio Royo, especialista en inversiones pasivas.

    El dólar también influye en las carteras de bonos emergentes: "Es un mercado con mayores tires, en torno al 4,5%, siempre hablando en hard currency. El dólar es la divisa reserva, y por tanto los países emergentes están menos endeudados, aunque van muy de la mano de lo que hace el dólar. Las tires están ahí para ser un mercado con mayor potencial de crecimiento en cuanto a rentabilidad para un inversor", añade Royo.